En boga los matrimonios con mujeres del Este
Casi uno de cada cuatro suizos se une en matrimonio con una extranjera. Actualmente, los casamientos más comunes son con mujeres de la ex Unión Soviética.
Al menos en las cosas del amor la población suiza se hace cada vez más abierta al exterior.
En 1980 sólo una décima parte de la población suiza se unía en matrimonio con una persona del extranjero. En 2003 la cifra rebasa el 25%, según revela la Oficina Federal de Estadísticas.
Con ello, Suiza se coloca entre las primeras de la lista de naciones con las mayores cuotas de matrimonios binacionales.
Los hombres suizos tienen más inclinación a unirse en matrimonio con personas extranjeras que las mujeres suizas. Sin embargo, las mujeres les están alcanzando: Entre 1990 y 2003, el porcentaje de mujeres con un esposo extranjero ascendió de 10 a 24%, mientras en el caso de los hombres la cifra creció de 18 a 28%.
Las tendencias cambian
Las mujeres de la región asiática -especialmente las tailandesas- y de América Latina -frecuentemente las brasileñas- se encontraban entre las más populares dentro del gusto de los suizos gustosos por contraer matrimonio con alguien llegado de fuera de las fronteras helvéticas. Pero los tiempos cambian. Ahora las mujeres originarias del territorio ex soviético aparecen al principio del listado de las nacionalidades más frecuentes de estos matrimonios binacionales.
Las mujeres suizas, por su parte, desde hace un buen tiempo tienen debilidad por los italianos, pero también aquí ha habido cambios y los originarios del África se han convertido en los preferidos. Con frecuencia las mujeres que se casan con una pareja del exterior, la conocen dentro de Suiza, ya que sus parejas resultan ser inmigrantes que huyeron de regiones en guerra.
Estabilidad
Las relaciones entre hombres suizos y mujeres originarias de la ex URSS parece ser una muestra exitosa de estabilidad, si se observan las recientes estadísticas: En 2003, esas uniones aparecen con una cuota de 15% de divorcios, contra otra de 44% que afecta a los matrimonios de suizas con africanos.
El promedio general de divorcios en Suiza alcanza el 41,6%. La cuota de divorcios entre uniones de suizos con extranjeras es menor: 30%. Por el contrario, 79% de los matrimonios entre suizas con extranjeros termina en ruptura.
… a pesar de todo, descontento
“Muchas mujeres llegadas del ex bloque del este parecen estar muy mal informadas sobre sus derechos y cómo poder hacer uso de ellos”, indica Gudrun Lange, trabajadora social de la Consejería para Mujeres y Parejas Binacionales frabina, brazo de la Ayuda Evangélica de Berna para Mujeres (Evangelische Frauenhilfe Bern, EFB).
“Para nosotros, esta es la explicación del porqué las mujeres llegadas de esa región no toman tan rápidamente el paso para iniciar los trámites de separación o divorcio.”
Las mujeres de Ucrania, Rusia o Bielorrusia tienen normalmente un alto nivel de formación, mismo que corresponde a sus expectativas. “La mayoría de las mujeres procedentes de esa región que llegan a frabina se encuentran decepcionadas y frustradas. Pensaron que podrían continuar aquí manteniendo su independencia y autonomía”, dice Lange.
Sus parejas suizas lo impiden, “pero también las posibilidades sociales disminuyen, ya que su formación no es reconocida aquí y el dominio del idioma local nunca parece ser suficiente cuando uno proviene de otro país”.
El retorno se dificulta
A eso se suma que estas mujeres tienen grandes dificultades para volver a sus lugares de origen. Allí dejaron puestos de trabajo calificados que no podrán recuperar. “Muchas de ellas – a menudo maestras o periodistas – regresarían” si no tuviesen este inconveniente.
La razón de dejar sus empleos fue la relación con su pareja helvética, explica Lange. “Me dicen: ‘ahora ya está hecho y ya no pudo regresar tan fácilmente.’ Perdieron todo. Ni aquí ni allá pueden dirigir una vida autónoma.”
A primera vista, opina Gudrun Lange, este descontento parece contradictorio si se confronta a las estadísticas que revelan una baja cuota de divorcios entre suizos y mujeres de la ex Unión Soviética. “Se tendría que preguntar a las parejas cómo han logrado mantener una relación estable. Además, yo no puedo hablar de parejas que se comprenden ya que aquí llegan sólo personas con problemas.”
Violencia creciente
Marianne Schertenleib de Makasi -el servicio de atención para víctimas de la trata de blancas, de Centro de Información para Mujeres FIZ- sostiene que cada vez más mujeres del este europeo son víctimas de violencia conyugal en Suiza. Las mujeres piensan con frecuencia en abandonar a sus esposos.
“Pero se confrontan a la problemática de tener un permiso de estancia en el país que está ligado a su casamiento. Si se quieren separar o divorciar en los primeros años del matrimonio, corren el peligro de perder este documento”, indica Schertenleib a swissinfo.
Muchas de estas mujeres tienen una buena base educativa, sin embargo se confrontan a esta situación estructura, “sean universitarias o analfabetas”.
Como éxito de la labor de FIZ, sostiene Schertenleib, en varios casos las autoridades ya toman en cuenta el tema de la violencia para la decisión de extender el permiso de permanencia en el país de la afectada. “De esta manera FIZ ha podido ayudar a algunas mujeres para que puedan crearse nuevas perspectivas.”
swissinfo, Jean-Michel Berthoud
Traducido del alemán por P. Islas
1990-2003: El número de casamientos binacionales asciende. De 10 a 24% entre las suizas y de 18 a 28% entre los suizos.
2003: Entre los matrimonios de hombres suizos con mujeres de la ex URSS el porcentaje de divorcios fue de 15%. Entre mujeres suizas y africanos fue de 44%.
El promedio general de divorcios en Suiza es de 41,6% del total de uniones conyugales.
30% de los matrimonios de suizos con extranjeras termina en divorcio.
79% de los matrimonios de suizas con extranjeros termina en divorcio.
¿Por qué los suizos con más frecuencia se unen con mujeres de la ex Unión Soviética?
Por un lado, pareciera prevalecer aún el mito del temperamento sexual de las mujeres provenientes de esa región:
A principios de siglo, las rusas que estudiaban en las universidades helvéticas se consideraban como un peligro: “Son terribles seductoras de los jóvenes inmaduros que a través de sus tretas amorosas logran doblegarlos y conducirlos a cosas desesperadas”, escribe el diario de Berna Berner Volkszeitung en una edición de diciembre de 1906.
Por otro lado, en Rusia subsistían los papeles femeninos tradicionales tal como en Suiza, pese a que la igualdad de género fue decretada en la Carta Magna rusa de 1917.
La cuestión de los derechos de la mujer, que en occidente aún tiene validez, en Rusia se considera resuelta. Para las rusas el hogar es un refugio de la familia que, tras años de la represión soviética, vuelve a establecerse como la célula básica de la sociedad.
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