Suiza: cada vez más restrictiva con los nómadas
Los defensores de grupos nómadas en Suiza exigen un plan de acción contra la discriminación de esta minoría cuya situación ha empeorado. Las recomendaciones del Gobierno contenidas en un informe no son suficientes.
Según la Comisión contra el Racismo, sobre todo la condición de vivienda de estas personas que están en constante mudanza se ha agravado.
El Informe del Consejo Federal sobre la situación de los nómadas, dado a conocer a mediados de octubre, expone claramente las discriminaciones y las reconoce, informaron este jueves en Berna la Fundación ‘Un Futuro para los Nómadas Suizos’ y la Comisión Federal contra el Racismo (CFR).
Sin embargo, las recomendaciones del informe sobre la eliminación de las carencias no son convincentes. La adecuada educación de los jóvenes nómadas no estaría todavía garantizada jurídicamente.
Sobre todo en la situación de vivienda
Las dificultades más notables son las que surgen por la falta de espacio que les permita estacionarse acorde a su forma de vida dijo en Berna Georg Kreis, presidente de la Comisión Federal contra el Racismo (CFR). Hacen falta 29 lugares de Tanto que faltan 29 lugares de asentamiento y 38 sitios de paso.
La creación de nuevos lugares de asentamiento y de paso fracasa por falta de voluntad de los cantones, de las autoridades ediles o en los referendos de consulta.
El asentamiento sobre terreno privado es obstaculizado, lo que obliga a los nómadas a ocupar zonas ilegales, hecho que a su vez conduce a que sean expulsados.
Desidia y prejuicios
En este caso los cantones deberían prever suficientes lugares en sus planes de aprovechamiento del espacio, de tal manera que los nómadas puedan vivir de acuerdo con su tradición, dijo Kreis.
Esto lo ha decidido el Tribunal Federal en un fallo de marzo de 2003.
Las razones serían la falta de voluntad política, desidia de las autoridades, carencias de incentivos y prejuicios de la población.
Plan de acción
La Fundación y la CFR exigen de las autoridades una acción sostenida. El Gobierno, junto con la Conferencia de Gobiernos Cantonales y la Conferencia de Directores de Medioambiente, Construcción y Planeamiento, deberían elaborar un plan de acción.
De acuerdo a este plan, los cantones posibilitarían lugares de asentamiento y de paso.
Cada comuna tendría que autorizar asentamientos de corto plazo, también fuera de los lugares de parada oficiales. Las intervenciones policiales contra quienes se alojan en terreno privado deben acabar si el propietario lo permite.
No obstante, las propuestas para un mejoramiento de la situación formuladas en el informe son consideradas poco efectivas por la CFR y la fundación ‘Un futuro para los Nómadas Suizos’.
‘Cooperativa de Ruedas’ de los Jenisch
La CFR y la fundación quieren además que la Confederación pague por lo menos 50.000 francos anuales a la Cooperativa de Ruedas, la federación central de los Jenisch de Suiza, de tal manera que los nómadas tengan acceso a consejería, conciliación y representación legal a precios bajos.
En caso de que no se produzcan mejoras dentro de cinco años, la correspondiente ley federal debería estipular las adaptaciones necesarias.
swissinfo y agencias
En Suiza existe, junto a las minorías lingüísticas y religiosas, una minoría de nómadas que en total está formada por unas 30.000 personas.
Unas 5.000 de ellas viven aún de acuerdo a su tradicional forma nómada y seminómada.
Las organizaciones que representan sus intereses exigen desde hace mucho que Suiza aplique el Acuerdo 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el cual se refiere a las poblaciones que nacen o viven en dinastías.
Con ello se protegería, entre otros aspectos, el idioma de los Jenisch, que es hablado por las comunidades más grandes de nómadas que viven en Suiza y que regula la escolarización de los niños nómadas.
Sombras del pasado
Entre 1926 y 1973, alrededor de 600 niños de los nómadas Jenisch fueron separados de sus padres. Entonces se argumentó que ellos debían crecer en un entorno adaptado a Suiza.
Detrás de estos esfuerzos estaba la fundación infantil Pro Juventude.
Algunos de esos niños terminaron en orfanatos y clínicas psiquiátricas.
Afectado por este escándalo, el Gobierno suizo se disculpó en 1986 por haber participado financieramente en estas operaciones.
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