Unas escaramuzas que dañan la imagen de Suiza
La prensa extranjera se hace eco de los disturbios violentos vividos este fin de semana en Berna. Políticos y partidos, de derecha a izquierda, critican la afronta a la libertad de expresión.
La presidenta suiza, Micheline Calmy-Rey, califica de inaceptables las escaramuzas y hace un llamamiento a la sensatez.
Pocas veces Suiza acapara tanta atención en la prensa extranjera como en las últimas semanas. Diversos diarios, en su edición de este lunes, dedican columnas enteras a los disturbios violentos vividos este fin de semana en la capital helvética.
Un grupo de manifestantes antiderechistas entorpeció el sábado (06.10.) una marcha – autorizada y pacífica – que congregó a los simpatizantes de la Unión Democrática del Centro (UDC, derecha nacionalista), partido que se opone a la inmigración y representado con dos ministros en el gobierno colegiado helvético.
El centro de Berna y la Plaza Federal, donde tienen sede el Parlamento y el Gobierno helvéticos, se convirtieron en un campo de batalla. Las escaramuzas dejaron 21 heridos – entre ellos 18 policías -, 42 detenidos y daños materiales estimados en al menos 100.000 francos suizos.
Esta afrenta a la libertad de expresión en un país renombrado por su larga tradición democrática y que se dispone a celebrar elecciones legislativas el próximo 21 de octubre ocupa las portadas no sólo de la prensa helvética, sino también internacional.
Prensa extranjera
La campaña electoral ha dado mucho que hablar – dentro y fuera de Suiza-; sobre todo, los panfletos de la UDC a favor de la expulsión de los delincuentes extranjeros (‘ovejas negras’) que han polarizado al electorado, así como sus mensajes contra la construcción de minaretes que muchos perciben como una ofensa a la comunidad musulmana.
A comienzos de septiembre, el diario británico ‘The Independent’ se interrogaba si Suiza no se había convertido en el “corazón de las tinieblas en Europa” por albergar un extremismo peligroso.
La campaña de la UDC vuelve a ser noticia este lunes en el ‘New York Times’. Según el rotativo neoyorquino, el partido defiende más explícitamente que, por ejemplo Jean Marie Le Pen en Francia, el principio de “nosotros contra los extranjeros”.
Y también los telediarios de la cadena alemana ARD y Euronews, en sus ediciones del fin de semana, dedicaron amplios espacios a las escaramuzas registradas en Berna y a la polarización de la campaña electoral en Suiza.
Críticas feroces en España
Cada vez más se divulga la imagen de un país racista y hostil hacia su población extranjera, sostiene Johannes Matyassy, director de Presencia Suiza, órgano del Gobierno encargado de la promoción del país en el exterior.
Matyassy reconoce que en la mayoría de los casos los titulares son más feroces que el contenido de los artículos. Sin embargo, también confirma la información aparecida en el ‘Neue Zürcher Zeitung’ de que las voces más críticas provienen de España. Varios diarios ibéricos han publicado una serie de artículos sobre los tintes xenófobos de la campaña electoral helvética.
Aún así, el responsable de Presencia Suiza no cree que la imagen de Suiza se vea dañada, a no ser que las críticas perduren, y por el momento esto sólo ha ocurrido en España, concluye.
Llamamiento a la sensatez
La jefa de la diplomacia helvética y actual presidenta de Suiza, Micheline Calmy-Rey, se manifiesta muy preocupada por la imagen que da Suiza en el exterior tras los acontecimientos del sábado en Berna.
El país es incapaz de hacer honor a su reputación de nación comprometida con el diálogo y hábil en tender puentes entre posiciones políticas divergentes. “Nuestros embajadores nos preguntan qué deben responder cuando se les pregunta sobre el asunto”, recalcó Micheline Calmy-Rey este lunes en declaraciones a la radio suiza de expresión francesa.
Está en juego el bienestar del país, pues uno de cada dos francos que gana Suiza provienen del extranjero, sentenció la mandataria. Y para ilustrar la creciente tendencia a la violencia Calmy-Rey citó los episodios de intolerancia registrados en la mítica pradera del Grütli (donde nació la Confederación) y al margen de los partidos de fútbol.
La presidenta de Suiza condena a todos los extremistas – ya sean de derecha o de izquierda – que pretenden convertir una manifestación pacífica en un campo de batalla y ha lanzado un llamamiento a la sensatez.
La violencia material y física viene alimentada por una violencia verbal que juega, sobre todo, con el miedo de la gente. Las provocaciones deben cesar y no permanecerán impunes, sentenció.
La campaña electoral es “ardua” y el gobierno hará todo lo posible para calmar las aguas, pero el Ejecutivo no está en la calle durante las manifestaciones: corresponde a la policía y a las fuerzas de seguridad mantener el orden, concluyó Micheline Calmy-Rey.
swissinfo, Belén Couceiro y agencias
Las escaramuzas dejaron 21 heridos, de los cuales 18 policías.
Ocho tuvieron que ser hospitalizados. La policía detuvo a 42 personas.
Fueron condenadas por diversos delitos y puestas en libertad en el transcurso de la noche del sábado al domingo.
Las autoridades estiman en al menos 100.000 los daños materiales.
No se descarta que los enfrentamientos tengan consecuencias legales: la policía municipal de Berna baraja la posibilidad de denunciar a los organizadores de la ‘contramanifestación’.
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