
«Quito no será rehén», dice alcalde tras advertencia de líder indígena de tomar la ciudad
Guayaquil (Ecuador), 5 oct (EFE).- El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, aseguró este domingo que la capital ecuatoriana «no será rehén» de «errores ajenos» ni de «ninguna amenaza», después de que el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Marlon Vargas, advirtiera que podrían tomarse la ciudad si el Gobierno «no hace caso» a sus demandas.
«El país no se puede permitir más violencia de ningún tipo, por el contrario, debe condenarla», señaló Muñoz en su cuenta de la red social X en la que también tachó de «equivocada» la decisión del presidente, Daniel Noboa, de eliminar el subsidio al diésel, lo que fue el detonante de las manifestaciones lideradas por la Conaie.
Vargas había advertido el viernes a Noboa de que las protestas, que hasta el momento se han concentrado especialmente en la provincia norteña de Imbabura, podrían radicalizarse a tal punto de tomarse Quito, ya que se les iba a «acabar la paciencia», pues tras más de diez días de manifestaciones el Gobierno no da marcha atrás en su decisión que elevó el precio del combustible.
Y lo llamó a recordar qué fue lo que pasó en 2019 y 2022, cuando las masivas protestas lideradas por la Conaie llegaron hasta Quito, lo que llevó a los entonces presidentes Lenín Moreno (2017-2021) y Guillermo Lasso (2021-2023) a dar marcha a atrás cuando también quisieron eliminar las subvenciones estatales a los combustibles para cumplir con las metas de ajuste fiscal de los programas crediticios firmados con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Ante esa advertencia y el aumento de las «manifestaciones violentas», Noboa declaró el sábado un nuevo estado de excepción en diez provincias del país y suspendió la libertad de reunión en esas localidades durante las 24 horas.
Por su parte, el alcalde Muñoz, que llegó a la Alcaldía de la capital por el movimiento Revolución Ciudadana, cuyo líder es el expresidente Rafael Correa (2007-2017), aseguró este domingo que desde que se convocaron las manifestaciones se activaron en la ciudad los protocolos «ante eventos de conmoción social».
Asimismo, señaló que había pedido al Gobierno que haya resguardo policial y militar en las infraestructuras esenciales, y que había dispuesto mantener activos operativos para cuidar a la ciudad y a su gente.
Muñoz también expresó su «solidaridad con todas las personas que han sido afectadas en estos días».
Además, afirmó que desde que asumió el poder municipal había dicho que es «indispensable que el Gobierno abra un diálogo serio y concreto con todos los sectores» para «atender a quienes más están sufriendo las consecuencias de las múltiples crisis que atraviesa el país».
El Gobierno de Noboa ha dicho que, a diferencia de los gobiernos pasados, esta vez no se negociará la medida, ya que considera que el subsidio al diésel no ha beneficiado a los más pobres sino a los contrabandistas y a la minería ilegal.
Tras catorce días, las manifestaciones se han saldado con un fallecido, más de ochenta heridos y más de un centenar de detenidos, de ellos doce en prisión preventiva bajo imputaciones de «terrorismo» realizadas por la Fiscalía.
Organizaciones defensoras de derechos humanos también han denunciado 196 vulneraciones de derechos cometidas, en su mayoría, presuntamente por las fuerzas de seguridad.
Este domingo aún permanecían cerradas a causa del paro siete carreteras en cuatro de las 24 provincias que tiene Ecuador. EFE
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