Perspectivas suizas en 10 idiomas

“Ni Suiza tuvo elecciones tan equilibradas como Túnez”

Túnez: la Instancia Superior Independiente presentó los primeros resultados el lunes. Keystone

Es lo que opina Andreas Gross, jefe de la misión de observadores del Consejo de Europa que siguieron los comicios la elección de una Asamblea Constituyente el pasado domingo en Túnez.

El diputado suizo elogia la transparencia del escrutinio y la “dignidad” del pueblo que protagonizó la ‘Revolución de los jazmines’.

El 23 de octubre, más del 90% de los 7 millones de electores tunecinos eligieron a los 217 miembros de la Asamblea Constituyente, entre 11.689 candidatos y 1.517 listas presentadas por 80 partidos e “independientes”. El partido islamista Ennahda estima que ha obtenido alrededor del 40% de los sufragios, delante del Partido Demócrata Progresista.

La misión de observación internacional solicitó a los principales actores políticos que reconozcan los resultados de las elecciones y comiencen rápidamente el trabajo en el seno de la Asamblea Nacional Constituyente. Entrevista con Andreas Gross.

swissinfo.ch: El mundo entero se ha felicitado del buen desarrollo de la jornada electoral en Túnez. ¿Qué es lo que más le impresionó del escrutinio?

Andreas Gross: La dignidad, el orgullo y la responsabilidad de los ciudadanos dispuestos a esperar entre dos y tres horas en los pasillos de una escuela para introducir su papeleta en la urna. Más del 90% de los tunecinos participaron, desde Cartago, en la periferia de Túnez, hasta el más pequeño de los pueblos a 500 kilómetros de distancia de la capital. Se sentía la importancia de ese momento histórico en el que por primera vez los tunecinos eligieron libremente una institución a la que le otorgan legitimidad y legalidad, lo que resulta prácticamente único en la historia de la democracia desde la Revolución Francesa.

Apenas unos meses tras la revolución, Túnez ha superado la etapa que le permite toda esperanza, puesto que es necesario rebasar la dificultad de ese proceso de formación de la Asamblea Constituyente, fundamentalmente de la democracia futura. Y esto sin el apoyo de instituciones estáticas, desacreditadas por la dictadura.

swissinfo.ch: ¿Qué fallos o “debilidades”, como usted escribe en su informe, registraron los observadores del Consejo de Europa?

A.G.: No encontramos una mejor palabra para evocar, no faltas voluntarias, sino más bien contradicciones inevitables en el proceso que se quiso abrir a todos y descentralizarse en las 33 regiones del país. Resultado: Hubo muchísimas listas. Por ejemplo, en Cartago, donde yo me encontraba, la gente debió elegir entre 80 organizaciones, partidos y candidatos, lo que explica la larga espera para poder votar y también la razón del recuento de votos hasta el mediodía del martes.

Por otra parte, la comisión revolucionaria impuso la paridad 50-50 entre hombres y mujeres, como en Noruega. Solamente el 7% de las innumerables pequeñas listas electorales contaban a mujeres a la cabeza y, como habrá muchos pequeños partidos en el seno de la Asamblea, la representatividad de los elegidos será muy diferente. Habrá demasiado pocas mujeres, salvo en el caso del partido islamista Ennahda, que obtuvo un número importante de escaños. Esos hechos son inevitables en la construcción de una democracia y es la gran diferencia que hay en comparación con las 59 elecciones a las que he asistido, sobre todo en los países otrora comunistas. En Túnez, nadie intentó hacer trampa, algo único y a subrayar, y digno de felicitaciones.

swissinfo.ch: ¿Qué recomendaciones hacen ustedes para resolver esos problemas?

A.G.: Habrá muchas. Para comenzar, la optimización del censo electoral, de modo que se incentive a todo el mundo a registrarse de cara a un probable referéndum sobre la Constitución y a futuras elecciones presidenciales y parlamentarias. Después, habrá que encontrar la forma de mejorar la presencia de mujeres en las instituciones, ya que ellas jugaron un papel importante en la revolución.

Además, se requerirá encontrar otro sistema para garantizar que la gente no vote dos veces. El domingo, los electores debieron entintar su dedo. No supuso problema alguno, ya que la gente estaba tan orgullosa de dar su voto. Hoy, el 90% de los tunecinos tienen el dedo negro. Pero resulta indigno, puesto que cada persona debe poder votar sin que todo el mundo lo sepa. Incuso el hecho de no votar es una libertad.

swissinfo.ch: La delegación de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa solicita a los actores políticos que reconozcan los resultados de las elecciones. ¿Tiene algún temor al respecto?

A.G.: Sí, de acuerdo a periodistas franceses, el jefe de Ennahda ha dicho que no aceptará resultados inferiores al 30 o 40% de los sufragios. Es como si Christian Levrat, presidente del Partido Socialista Suizo, amenazara con contestar la legitimidad de las elecciones si su partido no hubiese obtenido el 20% de los votos. Estas declaraciones “mal interpretadas” fueron rectificadas. No hay que jugar con esto, pues el proceso electoral en Túnez ha sido extraordinario en sí mismo. Ni Suiza ha conocido unas elecciones tan igualitarias y equilibrada desde hace veinte años.

swissinfo.ch: Este proceso permite predecir un futuro mejor para los otros países de la primavera árabe?

A.G.: Es difícil de decir. En diez meses, los tunecinos han dado el  ejemplo, crearon una especie de estándar que debería permitir a todos los países capaces de seguir su ejemplo a construir una democracia. Si el proceso no funcionara en Túnez, tampoco lo haría en la región. Pero estoy seguro de que saldrá adelante y que esto estimulara a los egipcios y a los libios para lograr una revolución sin violencia. ¿Y por qué no también a los sirios, aun cuando se enfrentan a dificultades mucho más grandes?

Conocida también como la ‘revolución de los jazmines’, este movimiento no violento inició tras la inmolación de un joven vendedor ambulante de frutas y legumbres en Sidi Bouzid, a quien le fue confiscada su mercancía.

Desde el 17 de diciembre de 2010, las manifestaciones se multiplicaron. El 14 de enero de 2011 abandonó el poder el otrora presidente Zine el-Abidine Ben Ali, quien dirigía el país desde 1987. Durante este periodo revolucionario 300 personas murieron y 700 resultaron heridas.

El 27 de febrero, la presión popular y sindical acarrea la nominación de un nuevo gobierno, en concertación con todos los partidos.

El 23 de octubre, más de 7 millones de electoresacudieron a las urnas para elegir a 217 miembros de una Asamblea Constituyente que deberá redactar una nueva Constitución y designar un Ejecutivo, quien gobernará hasta las próximas elecciones generales.

Los electores debieron elegir entre 11.686 candidatos, repartidos en 1517 listas, presentados por 80 partidos e ‘independientes’ (40%). La participación electoral superó el 90%.

Nació en 1952 en Kobe (Japón). Estudió Ciencias Políticas en Berna y en Lausana.

Elegido en 1986 en el Consejo comunal de la ciudad de Zúrich, el socialista fue elegido en 1991 como diputado federal.

Defensor de la adhesión de Suiza a la ONU, con éxito.

 En 2003, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa -de la que es miembro desde 1995- lo eligió relator especial para la situación política en Chechenia.

Suiza costeó el conjunto de las urnas utilizadas en esta elección.

Asimismo envió a 12 expertos y observadores para seguir los comicios.

El diputado Andreas Gross, encabezó una delegación de 20 observadores del Consejo de Europa.

(Traducción: Patricia Islas)

En cumplimiento de los estándares JTI

Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI

Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.

Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.

SWI swissinfo.ch - unidad empresarial de la sociedad suiza de radio y televisión SRG SSR

SWI swissinfo.ch - unidad empresarial de la sociedad suiza de radio y televisión SRG SSR