Suiza sube en la clasificación mundial sobre el clima, pero el progreso es lento
Suiza ha subido siete puestos en una importante clasificación internacional de desempeño climático, pero los analistas dicen que el país aún no está reduciendo sus emisiones lo suficientemente rápido a nivel interno.
El último Índice de Desempeño en Cambio ClimáticoEnlace externo (CCPI), publicado recientemente, sitúa a Suiza en el puesto 26 de los 63 países evaluados, una mejora fomentada en gran medida por la nueva legislación climática y los objetivos de emisiones actualizados. Sin embargo, el informe también destaca la excesiva dependencia de Suiza de las compensaciones de carbono en el extranjero y el lento progreso en la reducción de emisiones en sectores como el transporte, la aviación, las finanzas y la agricultura.
Estas conclusiones se han dado a conocer mientras la COP30 en Belém (Brasil) está a punto de terminar.
El progreso mundial es «demasiado lento»
En resumen, el informe presenta lo que sus autores describen como un «panorama ambivalente» de la acción climática mundial, diez años después del Acuerdo de ParísEnlace externo.
Afirman que las emisiones per cápita mundiales están disminuyendo y que el uso de energías renovables está creciendo de forma masiva, con más de 100 países que ahora aspiran a alcanzar emisiones netas cero. Sin embargo, el ritmo sigue siendo insuficiente para alcanzar el objetivo de París de limitar el calentamiento a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales.
Estados Unidos, actualmente el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo después de China, está prácticamente ausente de la COP30, mientras que varios importantes Estados productores de petróleo siguen aferrándose a los combustibles fósiles, señala el informe.
Dinamarca, el Reino Unido y Marruecos ocupan los puestos cuatro a seis en el índice de este año. Al igual que en años anteriores, los tres primeros puestos siguen vacíos porque se considera que ningún país está tomando medidas compatibles con la trayectoria de 1,5 °C. Estados Unidos, Irán y Arabia Saudí ocupan los últimos puestos de la tabla.
Suiza, un «rendimiento medio»
A pesar del aumento de este año, la posición de Suiza es mucho más baja que hace seis años, cuando ocupaba el noveno lugar. Ahora se clasifica como un «rendimiento medio», situándose entre Malta y Brasil.
Jan Burck, de la ONG GermanwatchEnlace externo, que ayudó a elaborar el CCPI, declaró a Swissinfo que la pérdida de terreno de Suiza en los últimos años refleja «el mejor rendimiento de otros Estados, especialmente en materia de energías renovables». La votación pública de 2021 que rechazó una ley de protección del clima también le costó a Suiza varios puestos en la clasificación, añadió.
Nuevos objetivos, pero se pide una acción más contundente
Suiza se ha fijadoEnlace externo el objetivo de reducir a la mitad sus emisiones para 2030 y alcanzar el cero neto para 2050. En enero, el Gobierno estableció unos objetivos intermedios: para 2035 debería reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 65 % con respecto a los niveles de 1990 y en un 59 % de media entre 2031 y 2035.
Estas contribuciones determinadas a nivel nacional (NDCEnlace externo) actualizadas, junto con la nueva legislación —incluidas las revisiones de la Ley del CO₂,Enlace externo la Ley del Clima y la InnovaciónEnlace externo y la Ley de ElectricidadEnlace externo—, contribuyeron a la mejora de la clasificación de Suiza este año.
Sin embargo, especialistas del CCPI sostienen que Suiza podría «aumentar sus ambiciones» aún más, señalando que Finlandia tiene previsto alcanzar la neutralidad en carbono para 2035 e Islandia para 2040.
También lamentan que Suiza no haya indicado claramente qué parte de su objetivo para 2030 se alcanzará a nivel nacional y qué parte mediante la compensación de carbono.
El CCPI es una clasificación de países según su desempeño en el ámbito de la protección climática. Lo publican anualmente la ONG Germanwatch, el New Climate Institute y la Climate Action Network. Se centra en 63 países y la Unión Europea, que en conjunto son responsables de más del 90 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. La clasificación del índice se basa en cuatro indicadores clave: emisiones de gases de efecto invernadero, energías renovables, uso de la energía y política climática, así como en las aportaciones de 450 expertos mundiales.
«Se podrían lograr mayores reducciones mediante la aplicación de regulaciones eficaces en todos los sectores, especialmente en el transporte, la agricultura y las finanzas. También debería ponerse en marcha una eliminación gradual de los combustibles fósiles en Suiza», afirman los autores.
En un comunicado publicado el martes, Greenpeace Suiza criticó la actual estrategia climática del Gobierno. «Podríamos y deberíamos utilizar la energía de forma más inteligente y prohibir el petróleo y el gas natural en nuestros hogares y coches», afirmó el experto en clima Georg Klingler. También instó a adoptar medidas para limitar el papel del sector financiero suizo en la financiación de actividades con altas emisiones.
Preocupaciones sobre la implementación
La Ley de CO₂Enlace externo de Suiza entró en vigor a principios de 2025. Incluye incentivos financieros, inversiones en proyectos de mitigación del cambio climático, desarrollo de tecnologías de captura de carbono y la opción de utilizar compensaciones de carbono en el extranjero. Sin embargo, quienes están en contra dicen que la ley no se ha aplicado suficientemente y que faltan medidas adicionales.
Klingler afirma que se corre el riesgo de «retrasar aún más la descarbonización» en Suiza y que el Gobierno debería «replantearse su enfoque general» en materia de protección del clima.
La Ley de ElectricidadEnlace externo, cuyo objetivo es impulsar las energías renovables nacionales (solar, eólica e hidroeléctrica) y reducir la dependencia de las importaciones, fue acogida en general con satisfacción por los analistas del CCPI. Sin embargo, advirtieron que la debilidad de la normativa está ralentizando la transición hacia la eliminación de los combustibles fósiles.
Burck, de Germanwatch, cree que Suiza podría acelerar su transición hacia un futuro de energía limpia reforzando los requisitos obligatorios de energía solar para los tejados grandes y todos los edificios nuevos, garantizando los derechos de recarga de vehículos eléctricos para los inquilinos y fijando fechas firmes para la eliminación gradual de los sistemas de calefacción de combustibles fósiles y los coches de gasolina. También señaló la necesidad de abordar los obstáculos persistentes para la aprobación de la energía eólica y advirtió contra la inversión en centrales nucleares o de gas.
Es probable que Suiza no alcance su objetivo para 2030
A pesar de sus ambiciones climáticas, las autoridades suizas reconocen que es poco probable que el país alcance su objetivo climático para 2030.
«No alcanzaremos nuestros objetivos climáticos para 2030, y por un margen significativo», afirmó Reto Burkard, subdirector de la Oficina Federal de Medio Ambiente, durante una conferencia sobre legislación climática celebrada en Berna a principios de este mes. No facilitó cifras.
En 2022, el Gobierno también señaló en un informe medioambientalEnlace externo que el objetivo estaba en peligro. No sería la primera vez. Suiza no alcanzó por poco su objetivo de emisiones para 2020, registrando un 19 % en lugar del 20 % estipulado.
Burkard critica al Parlamento por el déficit previsto para 2030, afirmando que las cuestiones climáticas suscitan actualmente poco interés en la política federal. Lo que se necesita, dijo, no son más objetivos.
«Lo que me interesa es una combinación de medidas que sea socialmente aceptable. Y que tenga grandes posibilidades de sobrevivir en el Parlamento», declaró ante el público de Berna.
Editado por Marc Philipp Leutenegger. Adaptado del inglés por Carla Wolff.
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