El otro Art Basel
Mientras el mundo del arte se prepara para la 45ª edición de Art Basel, swissinfo.ch mira más allá de las pinturas y esculturas para saber por qué tantas galerías presentan material fílmico de sus artistas.
El vídeo está considerado como una manifestación artística desde finales de los años 60, cuando pioneros como Nam June Paik o Bruce Nauman comenzaron a utilizar las imágenes en movimiento en sus obras. Sin embargo, fue en la década de los 70 cuando el estadounidense Bill Viola hizo del vídeo una verdadera manifestación de arte independiente.
Hoy, un número importante de artistas está concediendo un nuevo aire al arte gracias al vídeo. Es una generación que fue amamantada por MTV y criada en un universo pletórico de imágenes y herramientas digitales.
En 1999, Art Basel ya contaba con una sección de películas, una forma de reconocer el rol preponderante de la imagen en movimiento en la iconografía contemporánea y una decisión estratégica, porque buscaba atraer a una nueva ola de coleccionistas de obras time-based media, una manifestación artística que utiliza el vídeo, el cine, el audio y las tecnologías informáticas modernas para crear obras que tienen una duración determinada.
En el caso de Art Basel, la selección de filmes se centra fundamentalmente en proyecciones realizadas en una sola pantalla y está presente en las tres ediciones que esta feria artística tiene anualmente en el mundo: Basilea, Miami y Hong Kong. Sin embargo, dado que los curadores son distintos en cada ciudad, sus sensibilidades culturales también lo son y la selección de obras es, pues, única para cada feria.
Es una de las principales ferias internacionales de arte. Fundada hace 45 años por tres galeristas, entre ellos Ernst Beyeler, Art Basel está considerada como los Juegos Olímpicos del arte mundial”. Cada año atrae a las galerías más destacadas del mundo que llegan con sus ejércitos de coleccionistas, curadores, artistas y celebridades.
En un principio, esta feria estaba dedicada a la venta de arte moderno. Con los años se ha convertido en un escaparate para el arte contemporáneo en general y, especialmente, para obras novedosas y monumentales.
Solo un tercio de las galerías que solicitan participar son seleccionadas cada año. En 2014, en Basilea se presentará la obra de artistas de 300 galerías de Norteamérica, Latinoamérica, Europa, Asia y África. Art Basel es interesante porque recibe decenas de miles de visitantes al año.
La edición de este año incluirá un montaje llamado 14 salas. Curadores como Klaus Biesenbach y Hans Ulrich Obrist han invitado a artistas internacionales connotados para que activen cada una de las salas, algunos de ellos serán Marina Abramovic, Ed Atkins, Dominique Gonzalez-Foerster, Damien Hirst, Bruce Nauman, Roman Ondák, Yoko Ono, Tino Sehgal y Xu Zhen.
Los tres Art Basel
Para Art Basel de Miami, que tendrá lugar en diciembre, David Gryn, director del londinense Artprojx, propondrá eventos compatibles con el tradicional bullicio y la jet set que caracteriza a la ciudad. Ahí, las proyecciones suelen realizarse en espacios abiertos, a diferencia de lo que pasa, por ejemplo, en Hong Kong o Basilea, donde siempre tienen lugar en salas de cine y en un ambiente que evita el ajetreo y la conmoción.
Li Zhenhua, un reconocido artista hongkonés, productor y curador de arte en medios audiovisuales que vive a caballo entre Zúrich y Pekín, está siempre abierto a experimentos artísticos basados en el uso de las nuevas tecnologías, lo que se conoce también como arte digital.
“Muchos artistas que nacieron en China después de los años 70 asumieron compromisos sociales. El arte audiovisual era un camino para explicar cómo percibían el futuro. Pero esto ha cambiado durante los últimos cinco años y los artistas audiovisuales ahora desean ser considerados como artistas contemporáneos”, afirma. La selección de Li Zhenhua está conformada por la obra de 41 expositores y busca atraer las miradas de la audiencia local.
En Basilea, Marc Glöde es el curador que desde hace siete años selecciona las obras junto con el coleccionista This Brunner. Glöde es un reconocido estudioso del cine que analiza el impacto de las imágenes en movimiento y casi siempre se decanta por filmes complejos.
Este curador berlinés explica a swissinfo.ch que uno de sus criterios a la hora de seleccionar la película de un artista es el potencial que tendrá para irritar a los otros. “Cuando vivía en Estados Unidos la idea de la irritación se volvió algo cada vez más interesante para mí”, dice lacónico. “Mientras la gente se refería a algo irritante como negativo, para mí era algo que incitaba a la reflexión. Mi capacidad de sorpresa está intacta cuando estoy frente a algo que no es cómodo”.
Glöde reconoce que cada vez hay más posibilidades en el campo de especialidad del arte visual. “Los artistas solían luchar siempre contra las restricciones que les imponía la pantalla. Pero los proyectores actuales permiten que las imágenes sean exhibidas prácticamente en cualquier sitio”.
Un ejemplo del potencial de los proyectos actuales es Bill Viola, artista pionero que trabaja en la industria del vídeo desde hace más de 40 años. Viola ha utilizado la catedral y el Museo de Arte de Berna para proyectar sus poderosas imágenes.
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«Rembrandt» de la era digital
Según afirma Glöde, existe una joven generación de artistas que ha crecido bajo el influjo de la experiencia diaria de la imagen en movimiento y que ha sido altamente estimulada por la producción de filmes de arte.
Uno de estos artistas es Ryan Trecartin, de 33 años y aclamado como uno de los representantes más destacados de su tiempo. Teniendo como cómplice a Lizzie Fitch, Trecartin transforma las coloridas imágenes de sus amigos en originales y caóticos caleidoscopios.
Y dada la generación a la que pertenece, no sorprende que suba sus vídeos a Vimeo, con lo que está rompiendo con el tradicional modelo de negocios de las galerías de arte.
Richard y Pamela Kramlich poseen una de las colecciones privadas de vídeo y arte multimedia más grandes del mundo. Ambos reúnen desde 1980 obras que incluyen el trabajo de Bruce Nauman, Steve McQueen, y Matthew Barney. Su primera adquisición fue la cinta de los artistas suizos Fischli y Weiss El curso de las cosas.
La Julia Stoschek Collection es una colección privada de arte internacional contemporáneo especializada en obras time-based media, manifestación artística que utiliza tecnologías como el vídeo, el cine, el audio y la informática para realizar obras con una duración definida. Abrió sus puertas al público en Düsseldorf en 2007 y su propietaria (Julia Stoschek) ha ganado un gran prestigio en el medio como coleccionista y mecenas del videoarte.
La Colección Goetz, en Múnich, también incluye obras de time-based media reunidas por Ingvild Goetz. Este museo privado ha sido diseñado por los arquitectos suizos Herzog & de Meuron.
Y el M+ Museum, que abrirá sus puertas en Hong Kong en 2017, concentrará una colección de arte en movimiento. También diseñado por Herzog & de Meuron incluirá una fachada llena de pequeños focos que permitirá crear obras únicas y que está pensado para realizar proyecciones de cine y vídeos.
El rol de las galerías
El arte en medios audiovisuales jamás ha sido fácil comercializar aunque se vuelve cada vez más popular. De ahí que las ferias sigan siendo la mejor oportunidad que tienen las galerías para presentar a los artistas que se especializan en esta vertiente. Pero son pocas las galerías que participan en las tres ediciones del Art Basel y jamás presentan a los mismos artistas en ellas.
Hauser & Wirth, una galería suiza de vanguardia con presencia en Londres y en Nueva York, presentará en Hong Kong las entrañables “esculturas en acción” del artista helvético Roman Signer. Pero en Basilea exhibirá la sorprendente obra de Sterling Ruby y los trabajos del espiritual Rashid Johnson.
Las imágenes en movimiento han estado presentes durante mucho tiempo y siempre han tenido su lugar en las ventas de las galerías, según Florian Berktold, director ejecutivo de Hauser & Wirth.
«Lo que más ha cambiado en los últimos cinco años son las posibilidades técnicas que existen: ha mejorado la calidad de la imagen, el tamaño de las cámaras, la edición en un ordenador portátil, la ingeniería de sonido en los iPhone y las herramientas técnicas cada vez más avanzadas», dice a swissinfo.ch.
Berktold cita como ejemplo la compleja película que presentó Anri Sala en el Pabellón Francés de la Bienal de Arte de Venecia en 2013, una obra que sobresalía también por tener características acústicas muy elaboradas.
Y destaca también otra gran reforma en la industria que ha tenido lugar en la última década: cada vez hay más recursos disponibles por parte de los mecenas o de instituciones privadas para preservar el arte multimedia, y la impartición de clases de restauración de vídeos ya es una realidad en el ámbito universitario.
Maria Antwander, austriaca nacida en 1980 que filma situaciones fugaces. Su participación en Art Basel: 18 de junio.
Aida Ruilova, nacida en 1974, es una artista estadounidense cuyas películas ofrecen una atmósfera fascinante. Estará en Art Basel el 20 de junio.
Aaron Young, nacido en 1972, es un artista estadounidense que aborda el tema del peligro y sus límites.
Mika Rottenberg, nacida en 1976, artista de origen argentino que vive en Nueva York y cuyos videos cuentan la historia de mujeres con características físicas inusuales
Ed Atkins, nacido en 1982, utiliza un inquietante y bello avatar para hablar sobre procesos corporales como la muerte. Este verano exhibirá en las galerías Serpentine de Londres.
Películas artísticas o el cine como arte
Durante más de 50 años, el uso de imágenes móviles en el arte ha sido algo fundamentalmente conceptual y una herramienta que acompaña las representaciones y exhibiciones artísticas. El centro Schaulager de Basilea ha sido pionero en la presentación de artistas de estatura internacional que mezclan diversos géneros, pero la totalidad de los exponentes son masculinos: Matthey Barney, Francis Alÿs, Steve McQueen y Paul Chan.
Aparte de la suiza Pipilotti Rist y la británica Gillian Wearing hay pocas mujeres que se dedican al videoarte en el presente.
Sin embargo, en un entorno obsesionado por la pantalla, los artistas están inventando nuevos caminos para mirar el mundo, incluido el género femenino. En 2012 y 2013, el prestigioso Premio Turner fue otorgado a mujeres artistas. La británica Elizabeth Price crea obras que llevan el videoarte a una nueva dimensión elaborando montajes que son voluptuosos en la forma, contenido y significado. Realizar cada obra le toma más de un año y afirma que jamás están completamente terminadas.
Por su parte, la francesa Laure Prouvost ganó el premio en 2013 con una exposición llamada Wantee. El núcleo de su trabajo consiste en hacer del arte una experiencia que incluye, por ejemplo, la sensación del sol sobre la piel (uno de los temas de sus más recientes vídeos).
Posiblemente el denominado arte basado en el tiempo (time-based) está adquiriendo un estatus sensorial que no poseía. Y esto es algo que los curadores de cine de Art Basel también deberán considerar.
Nam June Paik, artista coreano-estadounidense (murió en 2006) considerado como el fundador del videoarte. Hizo su debut dispersando televisiones y utilizando imanes para distorsionar las imágenes que proyectaban.
Doug Aitken utiliza pantallas múltiples a gran escala ubicadas en espacios cerrados para realizar lo que él llama «arquitectura líquida». Su trabajo explora las raíces de la creatividad.
Dan Graham comenzó a utilizar el vídeo en 1969 como un medio para sus representaciones y para explorar las relaciones entre los cuerpos y el lenguaje.
Matthew Barney es un artista estadounidense que presenta obras escultóricas que combinan representaciones y vídeo.
Bill Viola, figura destacada en el videoarte, se concentra obsesivamente en las experiencias vitales, una de ellas, la pérdida de conciencia. Junto con Aitken, es uno de los pocos que solo utiliza los filmes para expresar su arte.
Bruce Nauman, artista americano contemporáneo, utiliza diversos medios de comunicación. Sus vídeos son perturbadores y frecuentemente centrados en el cuerpo humano.
Douglas Gordon, de origen escocés, el vídeo para presentar imágenes repetitivas para dar la sensación de que el tiempo no pasa.
Pipilotti Rist es una artista visual suiza cuya obra es exuberante y contagiosa, llena de colorido y centrada en el tema de la feminidad.
(Traducción del inglés: Andrea Ornelas)
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