Exposición ‘Jean Arp y las vanguardias’ en Locarno

'Selon les lois du hasard dites points et virgules', 1994. Catálogo Kunstmuseum Basel

La muestra se inaugura este 25 de marzo en la Pinacoteca 'Casa Rusca' de la ciudad del cantón Tesino y permanecerá abierta al público hasta el próximo 12 de agosto.

Serán 50 los artistas idealmente presentes con sus obras, casi siempre una sola, pero que bastará para identificarlos en esta confrontación o, mejor dicho, en este diálogo con la colección Jean Arp, donada por el maestro alemán y su esposa Margarita a la ciudad de Locarno en 1965.

Cada una de estas piezas (pintura, relieve, escultura) está puesta en relación con otras de la misma época, pertenecientes a artistas representativos del siglo XX, como por ejemplo, Paul Klee, Max Ernst o Meret Oppenheim.

Será una buena oportunidad para recorrer en estos pasillos un itinerario iniciado con el Dadaísmo, movimiento fundado en 1916 en Zúrich precisamente por Jean Arp.

Observando comparativamente este recorrido podemos casi comprender las palabras de Arp cuando explica el Dadaísmo: «El Dadaísmo busca lo insensato, que no significa lo absurdo. Es disparatado como la naturaleza, y como ella, es sincero, busca un infinito sentido en las cosas, con medios definidos».

Más adelante, se percibe el uso de materiales diferentes. Arp abandona, en un momento dado, la tela y el óleo; prefiere trabajar con tablas de madera, papel y pedazos de periódico.
Además, junto con su primera esposa, la pintora Sophie Taeuber, comenzó a trabajar en grupos para «alejarse del monstruoso egoísmo del artista», sin un plan determinado y dando a la casualidad un prestigio que antes nunca tuvo:

«El caso conoce leyes», decía Arp, «porque el caso es sólo una parte limitada de una impenetrable ‘razón de ser’, de un orden que es inalcanzable en su totalidad». Podemos admirar, de este período, obras de Max Ernst, Francis Picabia, Alexej van Jawlwnsky, etc.

Jean Arp participó también en la primera exposición surrealista de París, en 1925. En aquel entonces su pintura iba adquiriendo características de mejor organización, aunque su lema siguió siendo el de no imitar a la naturaleza, sino interpretar sus fuerzas vitales.

Es precisamente en sus esculturas en donde mejor se observa una solidez de materiales conviviendo con la «vibrante vitalidad» que dentro parecen poseer.

Siempre siguiendo al maestro en su recorrido, la exposición en Locarno nos presenta otra vanguardia a la que Arp se adhirió junto con su esposa Sophie – el Cubismo – aunque sólo en lo que respecta a su matriz geométrica, sin llegar a formar parte verdaderamente de este movimiento.

A este período corresponden las pinturas y esculturas que se encuentran «dialogando» con las de su contemporáneos Theo van Doesburg, Sonia Delaunay y otros.

En su interpretación, tan personal, de las vanguardias, Arp llegó a realizar decoraciones muy extensas como la del Café-danzante l’Aubette, en su ciudad natal, Estrasburgo, hoy desgraciadamente destruida. O el mural de 1953, ‘Pastor de Nubes’, que se encuentra en la Universidad de Caracas, Venezuela.

La tensión interior de Jean Arp se nota en cada una de sus realizaciones, que pertenezcan a ésta u otra vanguardia. El común denominador es la intención, lograda, de un arte que produzca «como la planta que produce un fruto», y no que reproduzca lo que ya existe. Un procedimiento que se puede llamar «orgánico».

Lupita Avilés

Pinacoteca Casa Rusca
Piazza S. Antonio
6600 Locarno
Tfno: [phone]