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Un mágico sonido hecho de siglos

El órgano de Valère ha cumplido más de 550 años y sigue sonando. Rodrigo Carrizo Couto/swissinfo.ch

El órgano de Valère está considerado como el más antiguo del mundo que aún continúa sonando. Este instrumento único, construido hacia 1430, es el epicentro de un festival de órgano gótico que tiene lugar desde hace 40 años en Sion, capital del cantón Valais.

Los visitantes quedan literalmente paralizados en medio de su paseo por la nave central de la venerable iglesia. Tras un momento de desconcierto alzan la mirada hacia las alturas y descubren sorprendidos la fuente de la magia.

Y es que no todos los días se tiene el privilegio de escuchar un recital de un instrumento de más de 550 años de antigüedad. Pero el milagro es posible en el Castillo de Valère, donde reside el más antiguo órgano del planeta que continúa sonando. ¡Y vaya si suena…!

Tras escalar unas angostas y empinadas escaleras el cronista llega hasta el misterioso instrumento para descubrir que el órgano en cuestión dista mucho de sus colosales primos, que estamos acostumbrados a ver en las iglesias modernas. Aquí no hay varios teclados e infinidad de pedales y botones. Sólo un muy modesto y diminuto teclado que recuerda a los pianos de juguete para niños.

Pero el órgano gótico de Valère no es único en el mundo, en sentido estricto. Otros instrumentos del periodo existen en otros países europeos. “De hecho, en España hay varios órganos del siglo XV, pero sus maquinarias estaban arruinadas y fueron reemplazadas por mecanismos modernos”.

Un músico enamorado de su instrumento

Quien explica esto a swissinfo.ch, con la misma pasión que Romeo hablaría de Julieta, no es otro que Edmond Voeffray, organista titular de la catedral de Sion. “El órgano de Valère es único pues lo esencial de sus piezas y su mecanismo ha sido realmente construido en plena Edad Media. Hay tuberías íntegras que son originales, lo que es en sí mismo algo único en el mundo”.

El erudito, formado en Lausana y Ginebra, sigue explicando las características de un instrumento al que, obviamente, ama. “Hacia 1700 este órgano fue readaptado para interpretar música barroca. Por ello no puede decirse que suene exactamente como al principio, pero sí nos permite hacernos una idea bastante exacta de cómo sonaba la música medieval, lo que es extraordinario”, añade Voeffray.

Tras esta aclaración el visitante mira el instrumento, un auténtico tesoro, con aún más veneración si cabe. Es difícil de creer que el teclado y los tubos que uno tiene delante hayan visto pasar por delante casi seis siglos de Historia.

Un concierto privado

La charla discurre en presencia de Patrick Elsig, del Museo de Historia del Valais, y de Marie-France Hendrikx, relaciones públicas del castillo. Ellos hicieron posible la visita al venerable instrumento, permitiendo la toma de imágenes inéditas y obteniendo el privilegio de un recital privado y exclusivo para swissinfo.ch, en el que el maestro Edmond Voeffray dio un repaso a toda la historia del instrumento. Un auténtico viaje musical, desde la Edad Media hasta nuestros días.

Una sorpresa espera al oyente. Contrariamente a lo que un lego podría suponer, la música de órgano gótico puede ser muy alegre y recuerda a las danzas populares. En el inesperado recital, el maestro organista comienza interpretando la ‘Música para Organum Antiquum, del Robertsbridge Codex’, recopilada entre 1330 y 1448 y conservada en el Museo Británico. Según Voeffray, esta es posiblemente la música de órgano más antigua que se conserva. Tras ello pasa a música barroca española para terminar con unas danzas escocesas del siglo XIX. Sin duda, el histórico instrumento es una caja de sorpresas pese a su reducido teclado.

¿Y cómo se sabe que el órgano data de 1430? “Gracias a las pinturas murales en la iglesia”, responde riendo Elsig, “pues se sabe que fueron encargadas en 1435, y la misma mano es la que pintó las decoraciones del instrumento en cuestión. Este hecho, que está bien documentado, nos permitió datar con precisión al órgano”. A su vez, el “contenedor” de madera que recuerda a un barco (y que se puede ver en las fotografías que acompañan a este reportaje) fue añadido en 1630.

Por cierto, cabe destacar que un órgano era “un lujo casi inconcebible en esa época”, aclara el historiador. Este instrumento habría sido traído a Valère gracias a la financiación de Guillaume de Rarogne, poderoso personaje que terminó siendo obispo de Sion. “La inversión económica necesaria para instalar un órgano como éste era más que considerable”, explica a su vez Voeffray, “pues no hay que olvidar que el órgano fue la máquina más compleja creada por el ser humano hasta la llegada de la Revolución Industrial”. Ahí es nada.

Un instrumento del 250 A.C.

Pero, ¿cuándo y cómo nace el órgano? El maestro de Valère da una breve clase magistral sobre los orígenes del instrumento. “Las primeras referencias datan del 250 A.C.”, explica, “y hablan de un instrumento concebido por un tal Ktesibios, ingeniero de Alejandría”. Según comenta, habría instrumentos aún más antiguos y existen pinturas en ánforas representando artilugios similares al órgano. “Uno de ellos se llamaba ‘hydraules’, y fue descrito en un texto milenario por Vitrubio”, aclara.

El instrumento reunía unos oboes y un teclado accionado por un complejo sistema hidráulico, de allí su nombre. Una reproducción moderna de dicho ingenio puede verse hoy en el Museo del Órgano en Roche, precisa Voeffray. “Según los antiguos, el ‘hydraules’ era imposible de explicar, y sólo podía ser entendido al verlo y oírlo en persona”, prosigue quien tiene el privilegio de tocar el órgano de Valère cada día.

Tras unos trabajos de restauración llevados a cabo en 1954, hoy este instrumento maravilloso sigue haciendo las delicias del público gracias al Festival de Órgano Antiguo, cuya primera edición tuvo lugar en 1969. En nuestros días, el evento atrae hasta la ciudad de Sion a los más brillantes organistas y especialistas llegados del mundo entero y los discos grabados en Valère son apreciados por los conocedores y amantes de la música antigua. Sin duda, no está nada mal para el tatarabuelo de todos los teclados de Europa.

Rodrigo Carrizo Couto, Sion, swissinfo.ch

Este órgano gótico está considerado como el instrumento de su tipo más antiguo que sigue en actividad. Se calcula que fue instalado en Valère entre 1430 y 1440.

El instrumento dispone de apenas tres octavas y sus teclas son mucho más pequeñas que las de un teclado moderno. Una gran parte de sus tubos y maquinaria son originales de la Edad Media.

El instrumento fue modificado para interpretar música barroca hacia 1700. Posteriormente fue restaurado en 1954 y desde 1969 es la gran estrella del Festival de Órgano Antiguo de Valère.

Desde entonces, numerosos discos se grabaron en este instrumento único y especial.

Esta sede episcopal ocupa un lugar especial en la historia de Suiza. Ningún otro sitio alberga tantas obras de arquitectura y defensas originales de la época.

El castillo de Valère conserva entre sus muros otro tesoro único: “la mayor colección de muebles originales medievales de Europa, que data de los siglos XIII y XIV”, explica el historiador Patrick Elsig.

Durante siglos, el castillo albergó una próspera comunidad de monjes y toda una pequeña ciudad. Tal situación duró hasta el siglo XVIII

La fortaleza de Valère y su gemela de Torbillon dominan de forma imponente el valle y coronan la ciudad de Sion, visibles desde kilómetros de distancia.

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