En México, Claudia Sheinbaum podría gobernar «sin violencia verbal»
Yanina Welp es experta en populismo en Latinoamérica. En una entrevista con SWI swissinfo.ch, explica lo que probablemente cambiaría con la primera mujer presidenta de México.
México elegirá a su primera presidenta el 2 de junio. Ya está claro, dos mujeres dominan las encuestas.
Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez aventajan ampliamente a la tercera candidata. Se espera que Sheinbaum, de la alianza gubernamental populista de izquierdas, gane la carrera.
En su libro sobre el populismo en Latinoamérica, la experta en democracia Yanina Welp también explora hasta qué punto el populismo es una cuestión de hombres. En una entrevista con SWI swissinfo.ch, explica lo que está en juego en las elecciones y describe un vínculo entre la retórica violenta del presidente saliente Andrés Manuel López Obrador y la violencia física.
SWI swissinfo.ch: En un reciente debate presidencial, Claudia Sheinbaum subrayó la importancia del libre comercio. Otra candidata, Xóchitl Gálvez, de los conservadores, habló de planes para construir dos millones de tejados con paneles solares. Esto suena confuso. ¿Cuál es el punto de partida de estas elecciones?
Yanina Welp: Si nos fijamos en el último debate, a veces parecía que hasta cambiaban de posición. Sin embargo, la forma europea de entender la política en términos de izquierda o derecha no siempre se aplica en Latinoamérica.
Son unas elecciones muy polarizadas. Desde el punto de vista del Gobierno, se trata de una decisión sobre su modelo de Estado del bienestar. Para la oposición, se trata del futuro de la democracia. Afirman que las instituciones están en peligro por culpa del presidente en funciones, Andrés Manuel López Obrador, y su partido, Morena. Estos son los dos discursos fuertes.
Si uno quiere adoptar una posición más neutral y analítica, está claro que López Obrador ha debilitado las instituciones y que hay riesgos relacionados con ello. Sin embargo, las reelecciones no están permitidas en México y es evidente que hay nuevos candidatos. Claudia Sheinbaum, la candidata de la alianza de Andrés Manuel López Obrador, tiene un perfil fuerte. Y probablemente será la ganadora.
Andrés Manuel Lopez Obrador -a menudo conocido como AMLO- sigue siendo muy popular, pero no estará en el nuevo gobierno. Claudia Sheinbaum se convertirá probablemente en la primera mujer presidenta de México. En su trabajo, usted también aborda la cuestión de si el populismo está vinculado al género. Si consideramos a López Obrador un populista, ¿entonces su política es masculina?
Si lo comparamos con alguien como [el presidente de El Salvador, Nayib] Bukele, que recurre mucho a las redes sociales, AMLO es un líder populista más tradicional, comparable a líderes de izquierda como [el excandidato presidencial francés Jean-Luc] Mélenchon en Francia.
El discurso de AMLO es bastante agresivo y polarizador: cada día señala a sus enemigos, ya sean periodistas, científicos o políticos.
Es de esperar que un gobierno con Claudia Sheinbaum al frente cambiaría esto. El grado de polarización disminuiría, pero no necesariamente debido a su género. Todavía tenemos pocas mujeres en estos puestos de alto nivel, por lo que carecemos de datos para afirmar que gobernarán de forma menos agresiva por el hecho de ser mujeres. En Argentina, Cristina Kirchner utilizó un estilo muy similar al de AMLO.
Sin embargo, una mujer presidenta probablemente podría cambiar las cosas. Algunas de las políticas de López Obrador parecen ir en contra de los intereses de las mujeres. Por ejemplo, ha reducido el gasto en prevención de la violencia de género.
En este sentido, se parecía a otros líderes populistas. El izquierdista Rafael Correa en Ecuador hizo lo mismo. Correa tuvo problemas personales con las líderes del movimiento feminista de Ecuador. Estaba en contra del aborto. AMLO ha ido más o menos en la misma dirección.
Sin embargo, en la cuestión del aborto, las dos principales candidatas mexicanas actuales se han mostrado imprecisas.
¿No lo hacen por razones estratégicas?
Creo que es bastante estratégico. Cristina Kirchner en Argentina hizo lo mismo durante la campaña electoral, y también Dilma Rousseff en Brasil. Es una estrategia típica. Al mismo tiempo, tanto Gálvez como Sheinbaum han prometido aumentar el gasto para proteger a las mujeres contra la violencia. La violencia en general es un problema en México, y la tasa de feminicidios es extremadamente alta.
He hablado mucho sobre el tema con compañeros mexicanos. AMLO ha atacado directamente al mundo académico. Representa una postura anti-élite y anti-intelectual, como vemos en la extrema derecha. Para él, el mundo académico es el enemigo.
Muchos de mis colegas tienen una visión muy negativa de Andrés Manuel López Obrador. Y entiendo sus argumentos. Ha atacado a las instituciones. En materia de pluralismo, su gobierno ha sido un problema.
En términos de política social, creo que, a pesar de su alta popularidad, podría haber hecho mucho más de lo que hizo. De todos modos, su apoyo también se basa en la eficacia de los pagos directos.
Sin embargo, hay algo a su favor: el apoyo a la democracia creció.
Y eso ha sido bueno, porque la sociedad mexicana estaba en general bastante descontenta con la corrupción, el elitismo y las élites tradicionales. Yo sí evalúo negativamente a AMLO, sin embargo, ha logrado que la gente se apasione por la democracia.
Durante mucho tiempo, una élite controló las instituciones. Entonces llegó AMLO. Trató de apoderarse de las instituciones. Y ahora veamos qué nos espera con Sheinbaum. Tal vez sea una oportunidad para que cambie el patrón. Tal vez no.
México no sólo elige una nueva presidenta. Casi 100 millones de votantes decidirán también un nuevo parlamento, gobiernos provinciales y alcaldes. Se cubrirán unos 20.000 cargos. Muchos comentaristas subrayan la importancia de compartir el poder, para que ningún partido controle la mayoría de los cargos nacionales y locales.
Ese es un punto muy bueno. Surgió en uno de los episodios de mi podcast ‘Who is voting in 2024?’Enlace externo dedicado a México. Parece claro que Claudia Sheinbaum será presidenta, por lo que el partido Morena formará gobierno. Pero si tienen un gobierno unificado y mayoría en el Congreso, entonces el gobierno podría hacer reformas que podrían ser peligrosas para la democracia.
De lo contrario, la necesidad de llegar a un acuerdo podría dar pie a reforzar las negociaciones institucionales. Esa es probablemente la cuestión principal de estas elecciones.
Si Sheinbaum resulta elegida, ¿podrá actuar con independencia de Andrés Manuel López Obrador?
AMLO sigue teniendo una alta popularidad y mucha gente tiene la impresión de que él decidió quién sería el candidato y esperan que siga decidiendo en segundo plano. Pero en Latinoamérica casi nunca sucede que un expresidente controle un nuevo gobierno. Es una imagen errónea.
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En comparación con otros países latinoamericanos, México cuenta con un número relativamente elevado de mujeres en cargos políticos. ¿Tendrá la primera presidenta un valor simbólico para empoderar a más mujeres?
[Ha funcionado] gracias a la cuota legal. La cuota también ha servido para aumentar el número de mujeres a nivel local. Será un poderoso símbolo para las niñas, y también para los niños, reconocer que una mujer puede llegar a este puesto y dirigir el gobierno. Pero es importante subrayar que será mucho más que simbólico. Si volvemos a la dimensión discursiva y al estilo agresivo de Andrés Manuel Lopez Obrador. Si tienes un líder que está señalando cada día que sus oponentes son el enemigo, es una forma de violencia verbal. Eso tiene consecuencias para una sociedad que ve aumentar la violencia simbólica y física.
Lo estamos viendo en muchos países, por ejemplo, en Argentina: un estilo de hacer política que alimenta la violencia y erosiona la posibilidad de llegar a acuerdos entre las partes. Un punto muy importante es generar confianza y acuerdo entre la oposición y el gobierno. Esperamos que mucha gente quiera realmente un entorno pacífico para el país y para el futuro y el bienestar de la población. Así que tienen que empezar con una especie de pacificación de estas relaciones y llegar a un acuerdo de que no tenemos las mismas ideas, pero debemos reconocer que ambos queremos lo mejor para el país. Confío en que Sheinbaum gobernará de otra manera, sin esa violencia verbal.
Se podría cuestionar el papel de la retórica violenta en un país como México, donde algunas regiones se caracterizanEnlace externo por la violencia física. ¿De dónde saca la gente de México su confianza en las elecciones cuando el peligro es inminente para muchos en el país?
Es una buena observación. Cuando se mata a mucha gente, los asesinatos se normalizan. ¿Cómo puede una sociedad salir de eso? Pero creo que crear confianza y pacificación verbal es parte de ello, porque en México el crimen también está incrustado en la política. Por supuesto, la violencia verbal no es lo mismo que la violencia física, pero acabar con la violencia verbal es un paso para acabar con el predominio de la violencia física. La delincuencia sigue aumentando, y la tendencia sigue siendo negativa.
Texto adaptado del alemán por Carla Wolff
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