El WEF urge reformar al decadente capitalismo
Los líderes empresariales y políticos asistentes al Foro Económico Mundial (WEF) serán exhortados este año a cambiar su forma de operar y también a restaurar los puentes que se han roto con la sociedad.
Los críticos del foro de Davos dudan que la elite ahí convocada tome en serio el llamado para transformar las formas de gobernar y hacer negocios, en busca de una repartición más equitativa de la riqueza y el poder.
El fundador del WEF, Klaus Schwab advirtió hace unos días sobre el riesgo que corre el mundo de hundirse en una “distopía”.
De acuerdo con sus palabras, el mundo actual podría sumirse en una utopía perversa que lo arrastre al abismo debido a que la “falta de moralidad” ha agudizado las desigualdades y “ha socavado la cohesión social”.
Schwab llamó al mundo globalizado a otorgar más participación en la toma de decisiones a las sociedades oprimidas y a los jóvenes, e invitó a los líderes a proponer nuevas fórmulas de creación de empleo sostenible que sea capaz de liberar el talento que ha reprimido un modelo capitalista anticuado y en decadencia.
Un ideario digno de Occupy Davos, el movimiento de protesta que ha instalado iglúes en las cercanías del centro de convenciones de Davos para preparar las manifestaciones que realizará durante los próximos días contra la elite de los negocios ahí citada.
Tiempos de cambio
Philip Jennings, secretario general del movimiento sindical internacional UNI Gobal Union, celebró la inesperada posición del WEF.
“(El WEF) finalmente echó un vistazo al mundo real y reflexiona sobre la situación existente”, dijo Jennings a swissinfo.ch, “esta vez está en lo correcto: debemos mover al mundo hacia un nuevo sitio”.
Pero aunque elogia la posición del WEF, Jennings duda que la mayoría de los ricos y poderosos miembros este foro acepten actuar en congruencia con el mensaje que escucharán en Davos.
“Todo el que sostenga en Davos que el libre mercado es aún lo mejor y afirme que no es necesario preocuparse por la cohesión social estará cometiendo un grave error”, advirtió.
“Pero no debe subestimarse la capacidad del sector financiero para insistir en que las cosas deben seguir haciéndose simplemente como de costumbre”, dijo.
La voz de la gente
El WEF destacó la importancia de la Primavera Árabe (movimiento social que aún está en curso en Siria), y de los disturbios civiles registrados en Europa, evidencias de la falta de conexión entre la elite mundial (conocida popularmente como ‘el uno por ciento’) y las sociedades.
Este año, las intervenciones del nuevo primer Ministro de Túnez, Hemadi Jebali, y de los candidatos presidenciales de Egipto, Abdel Moneim Aboul Fotouh y Amir Moussa centrarán buena parte de la atención del foro.
Pero los asistentes también tendrán un ojo puesto en temas como la controvertida elección presidencial de Rusia, o la forma en la que los votantes juzgarán la trayectoria de los líderes políticos de Francia y EEUU en los meses por venir.
El encuentro de Davos del 2012 podría ser también una nueva ocasión para que la elite bancaria experimente nuevos momentos incómodos, ya que goza aún de onerosos bonos a pesar de que algunos excesos fueron recortados ya.
Para dar un ejemplo concreto, Jennings condenó al gigante bancario estadounidense Goldman Sachs por “esconder la cabeza” luego de anunciar hace unos días una reducción de exclusivamente 21% a los salarios y bonos de sus ejecutivos a pesar de que las utilidades retrocedieron un significativo 47%.
En Suiza, los esfuerzos por reducir las recompensas de los ejecutivos tampoco han dado frutos. La iniciativa del empresario Thomas Minder dirigida en este sentido fue rechazada Por el Parlamento. Y el rechazó también otra propuesta que sugería que el salario de los directivos jamás debe rebasar 12 veces el ingreso promedio de sus trabajadores.
Postura defensiva
Para el Global Trade Alert (GTA), organismo independiente de monitoreo de prácticas comerciales, debe mantenerse la esperanza con respecto a la capacidad del WEF para persuadir a los países de abandonar sus crecientes políticas proteccionistas.
En su más reciente Reporte Anual –publicado en noviembre-, el GTA alerta sobre este riesgo. El profesor de Comercio Internacional de la Universidad de San Gallen, Simon Evenett, cita en este documento la tendencia de los gobiernos a “adoptar posturas defensivas”.
La organización no gubernamental Declaración de Berna es menos optimista y duda que Davos sea capaz de transformar conciencias.
“El WEF está leyendo correctamente los signos de nuestro tiempo”, dijo a swissinfo.ch Andreas Missbach, “pero aunque los exhortos sean correctos, los corporativos multinacionales son la audiencia equivocada”.
Y el portavoz de la Declaración de Berna añadió con mordacidad: “Schwab ya dio su sermón del domingo, pero como siempre, lo que veremos durante el resto de la semana es cómo se toman decisiones dirigidas a diluir las regulaciones financieras y las reformas sociales”.
En defensa el WEF
Missbach cuestionó la decisión del WEF de excluir al movimiento Occupy Davos de los debates que tendrán lugar en el centro de convenciones de Davos esta semana.
Durante una conferencia de prensa previa a la inauguración del WEF, Schwab había descalificado a este movimiento por considerar que sus integrantes buscan ante todo chivos expiatorios y no soluciones constructivas para los problemas del mundo.
Al respecto, Philip Jennings saltó en defensa del WEF al afirmar que el foro ha cambiado radicalmente desde el 1990, cuando asistió por primera vez a este encuentro.
“Se ha transformado la forma de conducir los debates y estos son cada vez más plurales e incluyentes con la sociedad civil y los movimientos sindicales”, refirió a swissinfo.ch
La edición 2012 del WEF tendrá como tema central:
“El gran cambio: configurando nuevos modelos” y se celebrará entre 25 y el 29 de enero.
El foro convocará a
2.600 líderes políticos, empresariales, académicos, sociales y artistas.
La inauguración está a cargo de la canciller alemana
Angela Merkel, pero entre los invitados estará también el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon; la directora gerente del FMI, Christine Lagarde; el presidente del Banco Mundial (BM), Robert Zoellick; y el secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner.
Entre las personalidades iberoamericanas que asistirán se encuentran: Joaquín Almunia, vicepresidente de la UE y comisario de Competencia; Felipe Calderón, presidente de México; Ollanta Humala, presidente del Perú; y Ricardo Martinelli, presidente de Panamá.
El Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés) fue fundado en 1971 bajo el nombre de Foro Europeo.
Creado por el alemán Klaus Schwab, el foro original tenía como meta reunir a líderes empresariales de Europa con homólogos de EEUU para debatir y encontrar caminos para resolver problemas comunes.
Desde su creación, se trata de un organismo no lucrativo con sede en Ginebra y financiado por sus miembros.
En 1987, la estructura tomó el nombre de Foro Económico Mundial para abrir horizontes y crear una plataforma de debate para solucionar problemas internacionales.
El WEF reivindica, por ejemplo, haber ayudado a avanzar en disputas entre Turquía y Grecia, Corea del Norte y del Sur, Alemania Occidental y Oriental y de Sudáfrica durante el apartheid.
El WEF publica informes globales, regionales y sobre países concretos, y celebra varias reuniones al año, la más emblemática de ellas es la que tiene lugar en Davos, Suiza, en enero.
En 2002, por única ocasión, el WEF se celebró en Nueva York como gesto simbólico de solidaridad con la ciudad que había sido víctima del atentado de las torres gemelas unos meses antes.
Davos ha recibido a un número significativo de hombres de negocios, académicos, políticos y otras celebridades de alto nivel como Nelson Mandela, Bill Clinton, Tony Blair, Bono, Angela Merkel, Bill Gates o Sharon Stone.
Traducción, Andrea Ornelas
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