
El disidente cubano José Daniel Ferrer acepta partir al «exilio»

El histórico disidente cubano José Daniel Ferrer, preso por intentar participar en las manifestaciones del 11 de julio de 2021, anunció que está dispuesto a salir de Cuba ante las presiones que sufren él y su familia, informó el viernes a la AFP su esposa Nelva Ortega.
«Ante las constantes manifestaciones de la policía política para que nos fuéramos de Cuba, terminé aceptando la salida del exilio», indicó Ferrer, de 55 años, en una misiva fechada el 10 de septiembre en la prisión de Santiago de Cuba, donde se encuentra recluido.
Ferrer, fundador del movimiento Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), es un defensor de la lucha pacífica por un cambio democrático en la isla. Fue puesto en libertad en enero en el marco de un acuerdo negociado con el Vaticano bajo el mandato del expresidente estadounidense Joe Biden, y vuelto a encarcelar en abril.
Según su esposa, quien leyó la carta vía telefónica, su partida hacia un destino no especificado podría tener lugar el lunes, pero las autoridades aún tienen en su poder su pasaporte.
Él dijo que «en lo que queda de la semana, el lunes, si no se diera una respuesta, una fecha certera, entonces él decidiría por completo quedarse dentro de la prisión», indicó su esposa.
«De Cuba solo salgo con mi dignidad y honor en alto», dijo en el escrito que logró mandar a su familia a través de un mensajero.
Los últimos cuatro meses «el ensañamiento de la dictadura en mi contra ha sobrepasado todo el límite. Las golpizas, torturas, humillaciones, amenazas y condiciones extremas», señaló.
Una de las razones que lo llevaron a tomar tal decisión, dijo, han sido las amenazas de encarcelamiento contra su esposa y la posibilidad de que su pequeño hijo sea enviado a una institución pública para menores.
– Postura firme de EEUU –
El opositor dice haber perdido la fe en muchos de sus compañeros de lucha «por su desunión, sectarismo y falta de efectividad», pero señaló que sigue «teniendo mucha fe en los buenos luchadores que aún quedan».
Subrayó que «solo Estados Unidos mantiene una postura firme contra el régimen comunista y verdaderamente solidaria con la oposición pacífica y el pueblo cubano».
En febrero el jefe de la misión diplomática de Estados Unidos, Mike Hammer, viajó 1.000 kilómetros desde la capital hasta Santiago de Cuba (este), para encontrarse con Ferrer, y en mayo visitó a su esposa nuevamente.
Manuel Cuesta Morrua, otro disidente partidario de una transición democrática, declaró a la AFP que «apoya» la decisión de Ferrer, aunque sea «dolorosa».
Cuesta, un veterano de la misma lucha, considera que desde que Ferrer «entró a la oposición marcó la diferencia y empezó una lucha fuerte, dura e intensa, con mucho compromiso, mucha claridad», asumiendo riesgos que lo llevaron a cuatro prisiones.
Para Martha Beatriz Roque, otra disidente histórica, Ferrer «ha sido una gente importante» en la oposición. «Ya es hora de que tenga una vida propia» porque «se ha sacrificado mucho por la libertad de Cuba», indicó.
Ferrer fue encarcelado el 11 de julio de 2021, fecha en la que intentó unirse a las manifestaciones antigubernamentales que sacudieron al país, las mayores registradas desde el triunfo de la revolución en 1959.
Desde su liberación, en enero, desafió repetidamente a las autoridades con críticas al gobierno en las redes sociales. También instaló un comedor en su casa para acoger a personas necesitadas, financiado por cubanos residentes en el extranjero.
Entonces dijo que las autoridades no aprecian su activismo social porque pone de manifiesto la pobreza que existe en la isla.
Ferrer, preso de conciencia de Amnistía Internacional, formó parte de los 75 opositores, intelectuales y periodistas detenidos en 2003 durante la llamada «Primavera Negra». Él y Felix Navarro, también preso en otra cárcel cubana, fueron los dos últimos del grupo en ser liberados en 2011.
La mayoría de estos opositores se fueron de la isla, pero entonces Ferrer y Navarro decidieron quedarse.
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