
El Festival de Sanremo toca a su fin irritando a la ultraderecha del Gobierno
Gonzalo Sánchez
Roma, 11 feb (EFE).- El Festival de Sanremo, el concurso musical por excelencia de Italia, toca hoy a su fin calificado de «tribuna política» por la ultraderecha en el Gobierno, después de los ataques que ha recibido por parte de algunos artistas.
Una de las actuaciones más comentadas ha sido la del rapero Fedez, marido de la «influencer» Chiara Ferragni, quien no dudó en lanzar todo tipo de críticas políticas contra la derecha.
En sus rimas arremetió contra la ministra de Natalidad, Eugenia Roccella, por decir que el aborto «lamentablemente es un derecho» y rompió ante la cámara una conocida foto del viceministro de Infraestructuras, Galeazzo Bignami, disfrazado en 2005 de nazi.
Al terminar su actuación, Fedez asumió la responsabilidad de lo dicho y hecho, eximiendo de ello a la televisión pública RAI, que organiza cada año este famoso certamen.
Pero este sábado el diario «La Verità» publicó en portada que la RAI conocía el contenido de la canción de Fedez porque había realizado pruebas, lo que causó la ira del partido ultraderechista Hermanos de Italia, el de la primera ministra Giorgia Meloni.
Los exponentes de la formación salieron en tromba a calificar de «escandaloso» que la RAI, cuya actual dirección fue puesta por el anterior Gobierno de Mario Draghi, haya permitido la emisión del tema y a reclamar «explicaciones» cuando no dimisiones.
«Queremos claridad. Quien no sea capaz de garantizar el pluralismo en la televisión pública deberá dejar su puesto», avisó la viceportavoz de los diputados del partido de Meloni, Elisabetta Gardini.
Desde la oposición, la jefa de los senadores del progresista Partido Demócrata, Simona Malpezzi, calificó de «paradójica» esta reacción de la ultraderecha porque Fedez «no dijo o mostró nada sobre el escenario que no se supiera».
«¿Hermanos de Italia pretende gobernar limitando la libertad de expresión? Soplan aires de ‘MinCulPop'», escribió en Twitter Malpezzi, en referencia al Ministerio de la Cultura Popular que se encargaba de la propaganda en tiempos fascistas.
El 73 Festival de Sanremo concluirá esta noche tras cinco días de música, proclamando al artista triunfador que, además, tendrá el derecho de representar a Italia en Eurovisión (el gran favorito desde el comienzo ha sido Marco Mengoni, que ya ganó en 2013).
Cada día la emisión ha atrapado a millones de italianos y cosechado impresionantes datos de audiencia que no se veían desde la década de 1990. La primera gala, el martes, acaparó un 69,2 % de cuota de pantalla, con 16,4 millones de espectadores.
En esta cuarta edición organizada por Amadeus, encargado en los últimos años de modernizar el formato, ha habido mucha música pero también numerosos momentos políticos, como la encendida defensa de la Constitución «antifascista» de Roberto Benigni ante el jefe del Estado, Sergio Mattarella, el primer presidente en ir a Sanremo.
Asimismo, Chiara Ferragni habló sus vivencias como mujer en su camino al éxito, la campeona del voleibol, Paola Egonu, de orígenes nigerianos, tuvo que dar su visión sobre el racismo en Italia y también se pidió la libertad en Irán.
En un primer momento se planteó la entrada en la última noche por vídeo del presidente ucraniano, Volódimir Zelenski, pero ante las críticas se ha optado por la simple lectura de su mensaje.
El vicepresidente del Gobierno y líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, ha criticado estos «contenidos extras» del festival a lo que su director, Amadeus, respondió: «Ya son cuatro años que nos ataca, basta, que no nos vea».
La polémica surgió incluso antes de que empezara el concurso cuando una diputada de Hermanos de Italio pidió desde su tribuna la exclusión del festival del artista Rosa Chemical por promover la sexualidad «fluida». El cantante no ha dejado de reclamar «libertad» en cada una de sus actuaciones en Sanremo. EFE
gsm/amg
(foto)
© EFE 2023. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de todo o parte de los contenidos de los servicios de Efe, sin previo y expreso consentimiento de la Agencia EFE S.A.