Elecciones en Suiza: 1er ensayo de voto electrónico
Con una gran campaña de información y de sensibilización, la Cancillería Federal quiere alcanzar, por primera vez desde 1975, una tasa de participación en las urnas superior al 50% en la cita electoral a escala federal en Suiza, el próximo 23 de octubre.
La novedad este año serán los primeros exámenes cantonales del ‘e-voting’.
Decenas de listas electorales, centenares de candidatos a diferenciar, papeletas de votación que el propio ciudadano puede mezclar a su gusto y otras sutilezas -en el marco de las posibilidades de voto en Suiza- hacen que no siempre sea sencillo participar ante las urnas.
Para despertar ese apetito participativo, la Cancillería Federal decidió presentar este año su tradicional folleto informativo en forma de guía gastronómica, en la cual, los partidos ilustran sus recetas políticas para la Suiza de mañana.
Con el envío la próxima semana de las primeras 150.000 copias de este compendio -intitulado ‘Saberes y sabores’- a colegios, escuelas profesionales y superiores, Berna pone en práctica su vasta campaña destinada a sensibilizar a los 5 millones 100 mil electores sobre la importante cita política de 2011.
Con la oferta informativa para motivar el voto, colocada en las páginas de Internet del Parlamento y de la Administración Federal, más la actividades instructivas en materia de voto en cantones y partidos, además del material de voto y operaciones de recuento, la Cancillería Federal prevé este año costes de entre 15 a 20 millones de francos. Cerca de 75.000 voluntarios participarán en las tareas inherentes al escrutinio del 23 de octubre, en 3.200 puestos electorales.
Al menos un suizo de cada dos
El objetivo es alcanzar de nuevo este año una tasa de participación electoral superior al 50%, como ocurre en casi todos los otros países europeos. “Desde 1975, menos de la mitad del electorado participa en las elecciones federales. Sería más adecuado que en una democracia directa como la nuestra, al menos un suizo de cada dos participe”.
Pero debido justamente a esta democracia directa, se produce este abstencionismo: “Los suizos son convocados a las urnas cada tres meses de media, para votaciones federales, cantonales o comunales. La posibilidad de expresarse de este modo sobre temas muy concretos contribuye a reducir el interés de cara a la cita electoral federal, que en otros países representa, en cambio, el único instrumento político de la ciudadanía” en las urnas, explica Barbara Perriard, responsable de la sección Derechos Políticos de la Cancillería Federal.
Este año parece que se alcanzará una cuota de participación superior al 50%. Después de un largo periodo de inmovilismo político que caracterizó a la segunda mitad del siglo pasado -la tasa de participación fue del 70% en 1947 y del 42,5% en 1995- los trastornos electorales de los últimos tiempos han despertado de nuevo el interés del electorado suizo. Desde hace poco más de una década se registra una tendencia inversa y en el 2007, fecha de las pasadas elecciones, la cuota fue de 48,9%.
Voto electrónico en cuatro cantones
Entre las medidas que deben permitir estimular la participación se encuentra la introducción del voto electrónico, esperado sobre todo por los suizos que viven fuera de las fronteras helvéticas.
Tras varios ensayos efectuados en los últimos años en una docena de cantones en el ámbito de las votaciones federales -cuando la ciudadanía suiza decide sobre un tema, pero no elige representantes-, por primera vez este año el ‘e-voting’ se aplica en el marco de las elecciones nacionales.
Si el Ejecutivo da luz verde en junio, cuatro cantones -Argovia, Basilea-Campaña, Grisones y San Gall, ofrecerán a cerca de 21.000 suizos en el extranjero la posibilidad de elegir a sus candidatos en Internet. El ‘e-voting’ podría hacerse una realidad para todo el electorado de cada circunscripción electoral cantonal en las elecciones federales de 2015.
“La Cancillería Federal tiene que dar empuje de nuevo al proyecto de voto electrónico, lanzado en 2000. Pero cabe recordar que muchos otros países han decidido abandonar sus respectivos proyectos. Actualmente, solo Suiza, Noruega y Estonia están experimentando seriamente con el voto electrónico”, revela la canciller Corina Casanova.
Ventajas fundamentales
“Estamos convencidos de que el ‘e-voting’ será una historia de éxito, como ha sido el caso del voto por correspondencia en los últimos 20 años. Hoy, en muchos cantones, como Argovia, el 90% de los votos se reciben por correo, mientras que a escala mundial un porcentaje más o menos similar de electores acude aún a dar su voto a las urnas”, observa el canciller de Argovia, Peter Grünenfelder.
En opinión de Grünenfelder, el ‘e-voting’ ofrece dos ventajas fundamentales: permitirá a todos los suizos del exterior participar en las votaciones y en las elecciones en el ámbito federal, cuando hoy, dependiendo del país en el que viven, su voto puede llegar demasiado tarde a través del correo. Y reducirá el número de boletas electorales no validas: el programa electrónico elimina de hecho los riesgos de errores al rellenar las boletas de voto.
“Estoy convencido de que el voto electrónico será utilizado aún con mayor rapidez que el voto por correspondencia”, afirma Grünenfelder. “En los primeros ensayos efectuados en el cantón de Argovia para las votaciones federales del 13 de febrero pasado, más del 50% de los electores en el exterior hicieron uso de este instrumento”.
Se realizan cada 4 años en Suiza.
Más de 3 mil candidatos se presentaron en las pasadas elecciones de 2007,
Esta vez esa cifra de candidatos se espera sea superada.
Los suizos en el extranjero pueden participar en las votaciones y elecciones federales desde 1977, pero debían presentarse en Suiza a su correspondiente comuna para emitir su voto.
Desde 1992, las autoridades les confieren el derecho de voto por correspondencia a nivel federal.
Para poder participar en las votaciones y en las elecciones federales, los suizos en el extranjero deben estar inscritos en su representación consular del país de residencia en un registro electoral de la comuna de procedencia o en la última donde vivieron antes de partir de Suiza.
Traducción: Patricia Islas
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