
Exministra española anima a Uruguay a crear Ministerio de Justicia «de nueva generación»
Montevideo, 25 jun (EFE).- La exministra de Justicia española Pilar Llop dijo este miércoles que Uruguay tiene la oportunidad de crear «un ministerio de justicia de nueva generación que sea un ejemplo para los países de la región» y donde su país también pueda mirarse.
LLop hizo esta recomendación durante su intervención en un seminario organizado en Montevideo porel Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y centrado en la aportación de expertos internacionales al debate interno del país sudamericano en torno a la posible creación de una cartera de Justicia.
«Sé que cada país tiene que buscar su propia solución. No hay sistemas perfectos, pero tenemos que ir buscando lo que sea mejor para las personas, darles ese servicio público de calidad. La justicia es un servicio que no usamos todos, pero el día que lo tenemos que usar queremos que sea el de mejor calidad», resaltó Llop.
Según quien fuera ministra entre 2021 y 2023, un Ministerio de Justicia como el que en España, pese a los «múltiples vaivenes políticos», está consolidado «desde el siglo XVIII», es «un articulador entre el Poder Ejecutivo y el Judicial».
Indicó que la separación de poderes constitucional marca los límites pero resaltó que, por ejemplo, en el sistema español, la Abogacía del Estado en tanto cuerpo jurídico que ahorra millones al año por arbitrajes internacionales está residenciada dentro del Ministerio de Justicia.
En el mismo seminario, el presidente uruguayo, Yamandú Orsi, aseguró s estar «convencido» de que la creación de un Ministerio de Justicia es «el camino correcto» para un país que es «ejemplo regional», pero que debe reconocer que tiene problemas como unas cárceles «llenas de jóvenes adictos y pobres».
Orsi, que inició su discurso pidiendo disculpas por saber que para muchos de los asistentes al evento la cuestión de si es necesaria o no una cartera de Justicia es «obvia», dijo estar seguro de que su país precisa crearla, pero de la mano de un «consenso» político. EFE
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