Banca y arte en el corazón de un montañés: Mario Maccanelli
Oriundo del cantón de los Grisones, Mario Maccanelli lleva 24 años en el Banco del Gotardo en Lugano, observando en silencio las transformaciones de la "tercera plaza financiera suiza". Frente a la polémica sobre el secreto bancario prefiere hablar de arte. Tiene la tendencia a contestar con un "no-comment", pero no desdeña la comunicación.
La gente, hoy en día, apenas escucha a los demás. Personalmente, detesto el sensacionalismo agresivo y encuentro que en el Tesino la gente no es capaz de hacer preguntas de modo correcto. O de callarse.
Soy miembro de la dirección del Banco del Gotardo, en Lugano, y responsable del «Marketing operativo», es decir, soy la cinta transmisora de la comunicación interna de la administración, a todos los niveles. Soy una persona concreta, me gusta ayudar a los colegas a concluir negocios. Lo que me importa son los resultados. Trato de convencer a todos… de que soy alguien muy capaz.
Como he nacido en Coira, llevo el cantón de los Grisones en el corazón, pero soy luganés por parte de padre. Mis abuelos pertenecían a la sociedad de Lugano. Después de haber vivido aquí, me fui a St.Gallen a estudiar economía y después regresé al Tesino, a trabajar en contacto con el mundo bancario tesinés.
La imagen de los bancos de la Suiza italiana ha cambiado en estos 24 años: ya no es tan fácil como antes pasar la frontera y ser recibidos con los brazos abiertos en los bancos.
Nosotros, los suizos, suscitamos amor y odio. Somos muy capaces en la gestión de buena parte de los patrimonios que existen en el mundo, incluso aquellos que han sido impugnados. Inevitablemente, esto ha dado lugar a discusiones y ha creado también envidias.
Pero el mundo no puede prescindir de los bancos suizos porque hemos acumulado tal competencia profesional en este sector que, modestia aparte, será difícil igualarnos. Desde luego, tenemos que ponernos constantemente en cuestión. Somos los primeros de la clase, pero los demás no son segundones.
Observo con nostalgia una cierta pérdida de las raíces de Lugano. El equilibrio de la ciudad se ha trastornado y me pregunto ¿qué transmitiremos a nuestros hijos y nietos? Lugano es ahora una ciudad sin lazos con su pasado. Es una lástima, porque sin pasado no hay futuro.
Amo el arte y querría que la imagen de Lugano llegara a relacionarse automáticamente, a escala internacional, con la «Galería de arte Gotardo» de nuestro banco, la cual, desde hace 10 años es toda una institución en el Tesino. Querría que Lugano fuera (como lo es la «Galería de arte Gotardo» para nuestra institución), una ventana abierta hacia el mundo.
También me gusta leer. Recientemente reseñé para nuestra revista un libro que llevaba este mensaje: «Hay que tratar siempre de hacer algo, de ser alguien. Y después, comunicarlo». En definitiva: es necesario ayudarse unos a otros, para crecer.
Mario Maccanelli
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.