Eco 2000: Internet ganó espacios en el sector bancario
El papel ineludible de la Red crece en el mundo de las finanzas. Más de 10 por ciento de las transacciones bursátiles en Suiza se concreta "online". Aunque el futuro de la banca parece destinado a esa ruta, quedan algunos temores.
El siglo XXI podría marcar el fin de los establecimientos bancarios tradicionales, a menudo instituciones bicententarias. 28 millones de personas ya poseían cuentas corrientes electrónicas en 1999, y, como van las cosas, esta cantidad se habrá triplicado hasta el año 2003. En la actualidad, 18 por ciento de los europeos realizan sus trámites bancarios por Internet.
La Red está transformando las relaciones de los bancos con sus clientes. Cansados de pagar importantes comisiones de corretaje a los bancos, un número creciente de inversionistas prefiere utilizar Internet para sus gestiones. Los costos disminuyen en al menos la mitad.
Los bolsistas en Suiza pueden negociar acciones «online» a través de una veintena de sociedades. En consecuencia, casi 250.000 personas hacen sus inversiones desde la pantalla de su ordenador. Por encima del 10 por ciento de las transacciones bursátiles son hechas actualmente por la Red, proporción que dentro de cinco años si situará entre 35 y 50 por ciento.
Ante la sorprendente agresividad de estos nuevos corredores, los establecimientos financieros clásicos debieron reaccionar. Diez de los 25 bancos europeos más importantes anunciaron la creación de páginas en Internet.
En el banco Crédit Suisse ya es posible negociar incluso títulos por teléfono móvil o por un asistente personal electrónico, Palm. Las transacciones dependen cada vez menos del sitio y de la hora.
No obstante, aún cuando la banca electrónica muestra entusiasmo a principios del año, los analistas son menos eufóricos. Para amortizar los cientos de millones invertidos en la instalación de una plataforma en Internet es necesario generar volúmenes de negocios importantes. Estos, en la actualidad, son todavía muy modestos para crear beneficios.
Aún no es seguro si llegará rápidamente a una masa crítica. Los internautas no son todavía bastante numerosos y el gran público no parece dispuesto a confiar su dinero a una entidad invisible. Los clientes temen un «paro» del sistema informático, la piratería o ,simplemente, el fracaso de este nuevo tipo de banco.
Luigino Canal
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.