Investigadores intensifican la búsqueda de respuestas
Continúa el rastreo de señales que permitan esclarecer la colisión aérea y la muerte de 71 personas en la tragedia ocurrida en la noche del lunes sobre el sur de Alemania.
Poco después de reanudar este miércoles sus labores de rastreo entre los fragmentos dispersos en un área de más de 30 kilómetros, junto al Lago de Constanza, en la frontera suizo-germana, los investigadores anunciaron el hallazgo de la ‘caja negra’ de registro de vuelo del Boeing 757.
La grabadora del avión de pasajeros ruso Tupolev 154, ocupado por 52 niños y adolescentes en el momento del desastre, ya fue encontrada el martes.
Por otra parte, cientos de socorristas volvieron a la tarea de ‘peinar’ la zona en busca de las víctimas fallecidas. Hasta ahora han recuperado los restos mortales de 28 personas, algunas se encontraban sentadas con el cinturón de seguridad ajustado en el avión ruso.
Cabe recordar que la tragedia se produjo poco antes de la media noche del lunes sobre el espacio aéreo controlado por Suiza. Las dos naves chocaron cuando trataban de perder altura precisamente para evitar la colisión.
Cooperación
El ministro alemán de Transportes, Kurt Bodewig, agradeció a su colega de Suiza, Moritz Leuenberger, la buena disposición de las autoridades helvética para colaborar exhaustivamente en las investigaciones.
«Este no es el momento para especulaciones. Estamos empeñados en esclarecer de forma muy precisa y los más rápidamente posible las causas de este accidente», recalcó Bodewig a la prensa.
El ministro germano anunció que se instalará una comisión de observadores de los países afectados: Rusia, Estados Unidos (como país fabricante de uno de los aparatos), Suiza y Alemania.
El centro de coordinación de las investigaciones ha sido instalado en la ciudad alemana de Friedrichshafen, en la margen norte del Lago de Constanza, con varios equipos de coordinación.
Uno de éstos se encuentra ya en Suiza, en contacto con los controladores aéreos del aeropuerto internacional de Zúrich, y otro en el lugar donde cayeron los restos de los dos aparatos, es decir en la localidad de Ueberlingen, a unos 30 kilómetros de Friedrichshafen.
swissinfo y Juan Carlos Tellechea, Berlín
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