Los partidos a la escucha de los campesinos
El Parlamento estudia este martes el expediente agrícola. El proyecto del gobierno prevé continuar las reformas hasta el 2011.
Las organizaciones campesinas, que reclaman una reforma más suave, cuentan con apoyo parlamentario. Las opiniones divergen sobre qué partido defiende mejor los intereses de los agricultores.
En otro tiempo protegida y subvencionada, la agricultura suiza es sometida desde hace algunos años a la apertura de los mercados. El resultado: numerosas explotaciones desaparecieron y la renta campesina ha disminuido fuertemente.
El gobierno quiere seguir mejorando la competitividad. Su proyecto de Política Agrícola 2011 (PA 2011), pretende disminuir las subvenciones a la exportación y transformar las subvenciones en pagos directos. Por otro lado, el presupuesto agrícola para el período 2008-2011 será reducido en 593 millones de francos para situarse en 13.499 millones.
A finales de noviembre, los delegados de la Unión Suiza de Campesinos (USP) lanzaron un llamado al Parlamento. La organización pide a los elegidos frenar el ritmo de las reformas.
Una profesión bien representada
El PA 2011 será revisado por la cámara alta antes de pasar al Consejo Nacional (cámara baja). En los caminos parlamentarios, el mundo agrícola puede tener la esperanza de encontrar oídos comprensivos.
La de los agricultores es una de las profesiones mejor representadas en el Parlamento. Sobre todo en la cámara baja donde un 12% de los diputados tiene proximidad con el mundo del campo.
Con una representación campesina del 3,8% de la población, cabe preguntarse si no hay sobre-representación. Para John Dupraz, agricultor, diputado radical (PRD/derecha) y vicepresidente de la USP, no es el caso. «Plantear eso equivale a decir al pueblo que votó mal», replica.
Agricultor y delegado demócrata del centro (UDC/derecha dura), Guido Parmelin matiza: «Podemos interpretarlo así, pero si el pueblo considera que hay que votar por tantos representantes del mundo agrícola, es que esas personas no representan solamente los intereses de los campesinos».
Prioritariamente, representantes de derecha
Lo que sorprende es que casi todos los elegidos pertenezcan a partidos de derecha, con excepción de un socialista y de una ecologista. Para John Dupraz, eso no es asombroso. «Los campesinos son gente de derecha, punto final», declara.
«El campesino siempre fue independiente en el corazón con una visión de empresario», analiza Guido Parmelin. «No encontraba nada que lo sedujera en los programas de los partidos de izquierda».
Observamos también que la mitad de esos legisladores pertenece a la UDC. ¿Se trata entonces del partido más representativo del mundo agrícola? Para Guido Parmelin, la respuesta es sí. «Esto obedece sobre todo a razones históricas, explica. En varios cantones, la UDC era, básicamente, el partido de los campesinos y los independientes».
Un papel dudoso
Pero sus adversarios políticos ponen en tela de juicio el papel de la UDC como principal defensor de los campesinos. Peor aún, estiman que atribuir ese rol a la derecha dura resultaría contra productivo.
«La UDC aplica una política contradictoria», anota Matthias Manz, secretario político del Partido socialista. «Hace todo lo posible por desmantelar las prestaciones y los presupuestos del Estado, pero reivindica más recursos para la agricultura. Los campesinos observan que una política semejante no es de su interés en el largo plazo».
John Dupraz considera lo mismo. «Esas personas tienen un doble discurso y resulta insufrible», anota. «No se puede defender la idea de que solamente los otros deben apretarse el cinturón».
Para Guido Parmelin, no hay contradicción. Se puede reclamar una mayor ayuda para la agricultura defendiendo el liberalismo económico y los cortes presupuestales. «La agricultura está sometida en efecto, a condiciones particulares: le es imposible mudarse», justifica.
La izquierda se compromete también
Queda el papel de la izquierda en la cuestión agrícola. El pequeño número de sus representantes campesinos y el hecho que el mundo agrícola vota más bien a la derecha haría pensar que la izquierda se desinteresa de ese sector.
«La izquierda no es muy visible», reconoce a Matthias Manz. «Pero en el seno de diversas comisiones, el PS defendió una visión a largo plazo, por ejemplo, con la promoción de los productos biológicos. Contribuimos a que la agricultura se preparara a la apertura de los mercados».
Por otra parte, la aproximación entre la izquierda y los campesinos es posible. Condujo por ejemplo al éxito de la iniciativa ‘Stop OGM’ para la interdicción de los productos genéticamente modificados en la agricultura. «Pronostico que veremos cada vez más coaliciones semejantes», dijo Matthias Manz.
Guido Parmelin piensa también que la izquierda y los campesinos pueden acercarse en asuntos vinculados con la protección de los consumidores. «El campesino ha integrado de manera progresiva el hecho que no basta con producir, sino que también hay que vender», concluye.
swissinfo, Olivo Pauchard
Traducción, Marcela Águila Rubín
El 3,8% de la población suiza estaba activo en el sector primario en 2004
Ese año, la producción agrícola representó el 1,3 % del Producto Interior Bruto nacional
Se contaban 64.466 explotaciones agrícolas, es decir, 34.293 menos que en 1985.
El Consejo Nacional (cámara baja) cuenta con 22 agricultores o viticultores y 4 ingenieros agrónomos de un total de 200 representantes, o sea el 12% de los diputados
El Consejo de Estados (cámara alta) cuenta sólo con dos ingenieros agrónomos, incluido su presidente, Peter Bieri.
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