
Carta de las Naciones Unidas: ¿qué importancia tiene 80 años después?

En un momento en que Israel, Irán y Estados Unidos se han enfrentado por unos misiles y Rusia prosigue con su invasión de Ucrania, la Carta de las Naciones Unidas celebra su 80 aniversario. Pero ¿qué dice este documento y se sigue respetando hoy en día?
Hace 80 años, el 26 de junio de 1945, se aprobó la Carta de las Naciones UnidasEnlace externo. En estos momentos cuando en las noticias se menciona la carta, suele ser para indicar que un acontecimiento —un ataque con misiles, una invasión o la anexión de un territorio— viola sus principios. Entonces, ¿qué queda realmente de este texto? He aquí la respuesta a esta cuestión a través de cinco preguntas.
¿Qué es la Carta de las Naciones Unidas?
Es el texto fundacional de las Naciones Unidas, que firmaron originalmente 50 Estados. Fue el 26 de junio de 1945 en la Conferencia de San Francisco celebrada tras la Segunda Guerra Mundial. Entró en vigor el 24 de octubre de aquel mismo año.
Al establecer los principios fundamentales, la Carta de las Naciones Unidas constituye la base del derecho internacional actual. Entre esos principios figuran la soberanía de los Estados, la igualdad jurídica de las naciones, la prohibición del uso de la fuerza —salvo en caso de legítima defensa o por decisión del Consejo de Seguridad—, el respeto de los derechos humanos y la cooperación internacional.
En cierto modo, es la constitución del sistema multilateral. Un tratado internacional vinculante que cada Estado se compromete a respetar cuando se adhiere a las Naciones Unidas. Contiene 111 artículos, organizados en 19 capítulos.
La Carta también ha allanado el camino a otros textos históricos, como la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 o, más recientemente, el Pacto para el Futuro, de 2024.
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¿Para qué sirve?
Su objetivo primordial es promover la paz en el mundo. Una misión que atribuye principalmente al Consejo de Seguridad. En particular, a sus 5 miembros permanentes: China, Estados Unidos, Francia, el Reino Unido y Rusia. Pero hablar de éxito es difícil en este momento en el que los conflictos nunca antes han sido tan numerosos.
«Ante el uso unilateral de la fuerza por parte de Rusia, Estados Unidos e Israel, tendemos a dibujar un panorama sombrío en materia de paz y seguridad. Pero en el campo de la cooperación técnica ha habido muchos éxitos menos visibles», confirma Vincent Chetail, profesor de Derecho Internacional en el Instituto Universitario de Ginebra.
La Carta también sienta las bases de la cooperación en otros muchos ámbitos, como la sanidad, las telecomunicaciones e incluso la meteorología. Este trabajo se concentra en las agencias técnicas de la ONU, la mayoría de las cuales tienen su sede en Ginebra.
¿La Carta se incumple más hoy que en el pasado?
Si repasamos las noticias —los recientes ataques de Israel y Estados Unidos contra el programa nuclear iraní o la actual invasión rusa de Ucrania, entre otras— da la impresión de que la Carta de la ONU ahora se respeta menos que en el pasado.
«Esa es la sensación que tenemos. Pero si tomamos cierta distancia, nos damos cuenta de que el hecho de que las grandes potencias violen el derecho internacional no es nuevo», explica Vincent Chetail.
A lo largo de las décadas, varias potencias, en diversos conflictos, han despreciado la Carta. Entre ellos, la guerra de Corea, que comenzó en 1950, la guerra de Vietnam y la intervención de Estados Unidos en los años 60, la invasión soviética de Afganistán en 1979 y la guerra de Irak que a partir de 2003 llevaron a cabo Washington y sus aliados.
Las violaciones ahora son más visibles que nunca; gracias, sobre todo, a las redes sociales, según Vincent Chetail. Hay, además, una mayor conciencia y conocimiento del derecho internacional entre el público en general, que denuncia estas violaciones con más fuerza.
«Pero lo preocupante hoy es que tenemos la impresión de que los poderosos violan la ley sin molestarse siquiera en justificarse o en proyectar una imagen de legalidad», añade el profesor.
Los Estados tradicionalmente han invocado el artículo 51 de la Carta, que garantiza el derecho de legítima defensa en caso de «agresión armada». Una disposición usurpada cuando se lucha en legítima defensa contra una amenaza injustificada.
El hecho de que los gobiernos justifiquen el uso de la fuerza invocando el objetivo de cambiar de régimen, como Estados Unidos, Rusia e Israel han hecho en los últimos años en distintos contextos, demuestra esta evolución, según el investigador.

A pesar de todo, ¿la Carta sigue teniendo peso hoy en día?
Que los gobiernos sigan utilizando la Carta para justificarse o defenderse muestra la importancia simbólica que esta tiene. China, por ejemplo, para contrarrestar las críticas que se le hacen por no respetar los derechos humanos, regularmente invoca los principios de soberanía y no injerencia, tal y como se definen en la Carta. Incluso cuando las críticas llegan desde la ONU.
Pero probablemente la Carta sigue siendo especialmente importante para los países más pequeños, entre ellos Suiza. «Los Estados poderosos pueden contentarse con la ley del más fuerte. Así que está claro que la Carta de la ONU es un factor de estabilidad y seguridad para los países más débiles», reconoce Vincent Chetail.
La Carta y las Naciones Unidas también desempeñaron un papel en la descolonización, allanando el camino para la independencia de los Estados colonizados. En 80 años, el número de miembros de la ONU ha pasado de 50 a 193.

¿Puede reformarse la Carta?
Existe el mecanismo para ello. Dos artículos (el 108 y el 109) permiten introducir enmiendas, siempre que dos tercios de la Asamblea General y todos los miembros permanentes del Consejo de Seguridad las apoyen.
Desde que se creó, la Carta se ha enmendado varias veces. Los cambios más significativos incluyen la suma de miembros al Consejo de Seguridad no permanentes —se ha pasado de seis a diez en total—. O la ampliación del número de miembros del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, que ha pasado de 18 a 27 miembros y luego a 54.
Sigue habiendo llamamientos para que se introduzcan cambios más amplios. La Coalición para la Reforma de la Carta de las Naciones UnidasEnlace externo pide una Conferencia General (aunque el artículo 109 lo prevé, sería la primera vez) para revisar el texto completo.
Brasil, Sudáfrica e India, en particular, están a favor. El Consejo de Seguridad está paralizado por el veto de sus miembros permanentes. Su composición, que refleja el equilibrio de fuerzas tras la Segunda Guerra Mundial, solo podría cambiar con una modificación de la Carta. Nadie considera realista que se abandone el veto. Sin embargo, a una parte de la comunidad internacional podría interesarle que el número de miembros permanentes se amplíe para incluir, por ejemplo, a países de África o América del Sur.
Texto revisado por Virginie Mangin. Adaptado del francés por Lupe Calvo / CW.

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