
Japón, blindado con avanzados protocolos ante desastres naturales como tsunamis
Tokio, 30 jul (EFE).- Japón ha aprendido de lecciones pasadas y se ha blindado con avanzados protocolos ante desastres naturales como erupciones volcánicas o terremotos como el de este miércoles frente a la península rusa de Kamchatka, que causó la alerta por riesgo de tsunami en el archipiélago nipón.
Cerca de dos millones de personas recibieron hoy órdenes de evacuación en Japón, ante riesgo de posibles tsunamis de hasta tres metros causados por el sismo de magnitud 8,8 con epicentro en Rusia, el sexto más intenso registrado en el mundo desde el año 1900.
La bahía de Tokio, así como la de Osaka, en la que se está celebrando la Exposición Universal, se encuentran sujetas a una alerta de potencial tsunami de hasta 1 metro.
Blindaje ante inundaciones
Con una probabilidad del 70 % de que un sismo de magnitud 7 o mayor sacuda la capital nipona en las próximas tres décadas, la costa de Tokio está protegida con 54 kilómetros de muros de hormigón de entre 3,5 y 7 metros que blindarían la capital de tsunamis como los que potencialmente podrían llegar hoy.
Las estimaciones de las autoridades apuntan a que si un tsunami azotara Tokio, este no superaría los 2,6 metros, por lo que los muros vigentes podrían pararlo.
Además, los canales cercanos a su bahía, donde se erigen islas artificiales repletas de rascacielos, cuentan con sistemas de drenaje equipados con turbinas capaces de bombear en segundos la cantidad de agua equivalente a una piscina de 30 metros, y con 15 compuertas controlables en remoto.
La sofisticada preparación de Tokio ante desastres ha sido potenciada por el gobierno metropolitano, con un plan puesto en marcha en 2022 para diseñar avanzadas estrategias de respuesta.
Después de catástrofes como el terremoto y el tsunami del 11 de marzo de 2011, que derivaron en desastre nuclear, o tragedias previas como el Gran terremoto de Kanto (1923) o el Terremoto de Kobe (1995), Tokio persigue ser totalmente resiliente ante desastres para 2040.
Atenuar temblores
La ciudad avanza en el urbanismo resiliente y un ejemplo de ello es el complejo Azabudai Hills, construido para soportar temblores y poder acoger a evacuados en caso de desastre, y que cuenta en su interior con viviendas, restaurantes, museos, tiendas y oficinas en su interior.
Una de las tres torres que lo forman, de 330 metros de altura, está equipada con punteros mecanismos como amortiguadores viscosos y de aceite capaces de controlar vibraciones horizontales y atenuar los temblores.
Las 8,1 hectáreas de Azabudai Hills almacenan provisiones que podrían alimentar a hasta 3.600 personas en caso de que un desastre natural les impidiera volver a sus casas, y sus instalaciones enlazan dos estaciones de metro sin necesidad de salir a la superficie, con un pasillo que serviría para alojar al mismo número de evacuados en caso de desastre.
Asimismo, la disposición y el diseño de los edificios de la urbe están pensados para frenar el avance de incendios, frecuentes después de terremotos intensos, y las carreteras principales, amplias en su mayoría, permitirían mantener una normalidad relativa en la circulación de vehículos en caso de alteraciones del tráfico por un desastre. EFE
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