The Swiss voice in the world since 1935
Historias principales
Swiss democracy

La contaminación lumínica de las megaconstelaciones satelitales afectará a los telescopios

Redacción Ciencia, 3 dic (EFE).- En apenas cinco años, el número de satélites que orbitan la Tierra ha pasado de 2.000 a 15.000 y para 2037 se espera que sean 560.000, pero su presencia tiene un coste: la contaminación lumínica emitida por estos satélites amenaza el funcionamiento de los telescopios espaciales.

Según un estudio del Centro de Investigaciones Ames de la NASA, si se llevan a cabo los lanzamientos de constelaciones satelitales previstos para los próximos años, el telescopio espacial de la NASA Hubble podría ver dañado más de un tercio de sus imágenes y otros telescopios perderían más del 96 % de sus trabajos.

Dado que los telescopios espaciales y las constelaciones satelitales comparten el mismo espacio orbital, el estudio propone minimizar el número de satélites enviados al espacio o desplegarlos en órbitas más bajas de las que operan los telescopios, aunque -advierten- esto podría afectar a la capa de ozono terrestre.

El estudio, dirigido por Alejandro S. Borlaff, explica que la reducción de costes para lanzar cargas útiles ha favorecido la proliferación de satélites pero su impacto sobre los telescopios científicos ha sido pasado por alto.

A medida que los satélites orbitan, los observatorios basados en el espacio -como el telescopio espacial Hubble- que operan en el mismo espacio pueden capturar rayas de luz reflejada, lo que puede hacer que la imagen sea completamente inútil para los astrónomos y científicos, apuntan los autores.

Para hacer el estudio, simularon la vista de cuatro telescopios espaciales, dos de la NASA (el Hubble y el SPHEREx), el ARRAKIHS de la Agencia Espacial Europea (ESA), y el telescopio Xuntian programado por China, todos ellos en órbitas entre 400 y 800 kilómetros.

Así, comprobaron que la luz de los 560.000 satélites que se prevé que haya en órbita en el año 2037 (Starlink, OneWeb, Astra o Guowang, entre otros), afectaría aproximadamente a un 39,6% de las imágenes del Hubble y al 96% de las imágenes de los otros tres telescopios.

Además, estimaron que el número promedio de satélites observados por exposición será de 2,14 para el Hubble, 5,64 para SPHEREx, 69 para ARRAKIHS y 92 para Xuntian.

Para los autores, una solución podría ser desplegar satélites en órbitas más bajas que las de los telescopios, aunque las emisiones de estos satélites más bajos podrían tener implicaciones para la capa de ozono de la Tierra, reconocen.

La opinión de los expertos

En declaraciones a la plataforma de recursos científicos Science Media Centre (SMC), Olga Zamora, astrónoma de Soporte del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), subraya la calidad del estudio que revela que los futuros lanzamientos de las constelaciones ponen «en jaque a los telescopios espaciales de máximo interés científico».

«Dado que el lanzamiento de las constelaciones de satélites está siguiendo una progresión prácticamente exponencial, el estudio indica que debemos parar esta situación antes de que sea demasiado tarde. La ciencia del futuro está en juego», asegura.

Para el investigador posdoctoral EMERGIA en la Oficina de Calidad del Cielo del Instituto de Astrofísica de Andalucía-CSIC, Alejandro Sánchez de Miguel, el estudio es «hasta optimista», ya que no tiene en cuenta otros satélites como los de la empresa Reflective Orbital y otros proyectos de China y Rusia.

El investigador advierte del impacto de las megaconstelaciones sobre la astronomía, las tradiciones y culturas globales o el medioambiente, causada por «un experimento de geoingeniería descontrolado».

«El impacto en astronomía ni siquiera es la punta del iceberg de este problema. Hay otros riesgos mucho mayores, por ejemplo, para el tráfico aéreo, el cambio climático o los genocidios culturales, que se producen cuando impides que una determinada cultura perviva», como los aborígenes de Australia que dependen de las estrellas para transmitir su cultura, «pero no son las únicas», avisa.

A su juicio, urge empezar a aplicar la legislación espacial ya existente «para intentar mitigar el impacto de estas megaconstelaciones lo antes posible e informar para que exista una mayor conciencia social sobre sus efectos».

Para, Jorge Hernández Bernal, del Laboratoire de Météorologie Dynamique, Sorbonne Université, CNRS (Francia), las megaconstelaciones son: «Simplemente un síntoma de un sistema socioeconómico fuera de control que, con sus ansias irracionales de crecimiento hacia ninguna parte, nos arrastra hacia el colapso».

«El exceso de poder de las megacorporaciones y la falta de voluntad negociadora de las potencias imperialistas del Norte global, bloquean el desarrollo de acuerdos y regulaciones internacionales que posibiliten un uso del espacio racional y justo» para toda la humanidad.

Para Hernández, «la solución pasa por una democratización real del espacio. Esto implica, entre otras cosas, que las decisiones sean multilaterales, transparentes y abiertas a la sociedad civil internacional, en lugar de tomarse de espaldas a la ciudadanía y estar a la merced de estados y empresas particulares», dice al SMC. EFE

ecg/icn

Los preferidos del público

Los más discutidos

SWI swissinfo.ch - Sociedad Suiza de Radio y Televisión SRG SSR

SWI swissinfo.ch - Sociedad Suiza de Radio y Televisión SRG SSR