
La suspensión de la reforma de las pensiones, clave en la crisis política en Francia
París, 9 oct (EFE).- La suspensión de la reforma de las pensiones de 2023, la gran reforma económica de la presidencia de Emmanuel Macron, se ha convertido en una de las claves para la formación de un nuevo Gobierno sin convocar elecciones anticipadas y para intentar una salida, al menos provisional, a la crisis política.
La idea de la suspensión cobra fuerza desde que la justificó el martes quien fue precisamente la principal responsable de su aprobación por decreto, sin votación en el Parlamento, la entonces primera ministra Elisabeth Borne, como un medio de buscar un consenso mínimo con los socialistas para intentar poner en pie un nuevo Ejecutivo que pueda preparar los presupuestos de 2026.
«Si es la única forma de terminar con esta crisis que va a costar miles de millones (…) vale la pena plantear esa cuestión», repitió Borne este jueves, en una entrevista con el canal BFMTV en la que ha explicado en qué consistiría la extensión en la que ella piensa.
El principal punto de la reforma es el retraso progresivo de la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años, y como ahora esa edad mínima es de 62 años y nueve meses, su idea sería congelar esa edad hasta las próximas elecciones presidenciales programadas en la primavera de 2027, para la que todos los candidatos conocidos tienen intención de hacer sus propias propuestas sobre el futuro de las pensiones.
La actual ministra en funciones de Educación, que descartó una derogación pura y simple de la reforma, reconoció que en Francia cualquiera que se plantee genera una reacción «epidérmica».
Y cuando se le preguntó por el costo que tendría una suspensión como la que plantea, cifrada por el primer ministro en funciones, Sébastien Lecornu, en «no menos de 3.000 millones de euros» para 2027 y cantidades superiores más adelante, replicó que «sería peor para el país no poder discutir los presupuestos» para 2026.
La ex primera ministra se esforzó en subrayar que su propuesta es coincidente con la del primer sindicato francés, la Confederación Francesa de Trabajadores (CFDT), que «ha mostrado mucha responsabilidad» y que aceptó participar la pasada primavera en un «cónclave» con la patronal para modificar la reforma con condiciones, algo que finalmente no permitió un acuerdo final.
Precisamente, la secretaria general de la CFDT, Marylise Léon, subrayó este jueves que no le parecen excesivos los 3.000 millones de euros porque la situación política actual está generando inestabilidad económica.
E hizo notar que la OFCE, uno de los principales institutos de coyuntura económica, ha calculado que la crisis política que se abrió con las elecciones legislativas anticipadas del verano de 2024 le han costado a la economía francesa 0,5 puntos de producto interior bruto (PIB), es decir unos 15.000 millones de euros.
Frente a esa posición, el presidente de la patronal Medef, Patrick Martin, dijo este jueves en la emisora France Inter que los empresarios son «muy reticentes a que esta reforma se suspenda y más todavía a que sea derogada» y lo ha justificado porque si eso ocurre «afectará al nivel de actividad» y «al final afectará en el poder adquisitivo».
Martin, al que se responsabiliza de no haber cedido en el cónclave de la pasada primavera cuando se estaba a punto de lograr un compromiso con la CFDT, rechazó el argumento de que esa suspensión podría permitir una salida a la crisis política y terminar con la inestabilidad que está impactando negativamente en la economía.
«La estabilidad para cuánto tiempo», se preguntó retóricamente, antes de añadir que no le interesa si es sólo «para tres o cuatro meses» y que lo que piden a todas las formaciones políticas es que entren en «razón».
La suspensión de la reforma de las pensiones ha sido en los últimos días una de las principales exigencias del Partido Socialista (PS) para llegar a compromisos políticos con el macronismo.
Lecornu, que en las poco más de tres semanas que ha sido primer ministro no ha querido abrir el melón de la suspensión de la reforma, este miércoles indicó, en cualquier caso, que el nuevo Gobierno que debe formarse de aquí al fin de semana tendrá que evaluar esa cuestión.
Además, ha admitido que la cuestión de las pensiones necesariamente deberá reabrirse. EFE
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