
Las dimisiones por el 7 de octubre: solo en el ámbito militar y sin investigación estatal
Jerusalén, 4 oct (EFE).- Las dimisiones por los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023, el mayor desastre de seguridad en la historia de Israel, se han limitado al ámbito militar, mientras el Gobierno que encabeza Benjamín Netanyahu se niega a poner en marcha una investigación estatal, como reclama gran parte de la población.
Hasta el momento, solo seis altos cargos israelíes, tanto del Ejército como de la agencia de inteligencia interior (Shin Bet), han abandonado su puesto por no ser capaces de prevenir o limitar los ataques, en los que alrededor de 1.200 personas murieron y otras 251 fueron secuestradas y llevadas a la Franja de Gaza.
En el Ejército
El primero en hacerlo, el 22 de abril de 2024, fue Aharon Haliva, entonces jefe de la inteligencia militar.
Tras 38 años de servicio en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Haliva asumió parte de la culpa por la lenta respuesta de las fuerzas a los miles de milicianos palestinos que ese día tomaron el control de más de una decena de comunidades israelíes y llegaron a desplegarse en un 3 % del territorio.
Después se sucedieron las dimisiones de Avi Rosenfed (9 de junio), general de brigada y comandante de la División de Gaza; Yosi Sariel (12 de septiembre), comandante a cargo de la unidad 8200 de la inteligencia militar; y, finalmente, Herzi Halevi (21 de enero), jefe del Estado Mayor del Ejército y máxima autoridad castrense en el momento de los ataques.
Halevi ya había avanzado que tenía pensado dimitir una vez terminara la ofensiva en Gaza, y en el momento de dejar su cargo, acosado por rencillas internas y sus desencuentros con Netanyahu, el responsable defendió que Israel ahora tiene «ventaja» en todos sus frentes: Gaza, Líbano, Siria, Cisjordania, Irán y Yemen.
Junto a Halevi, además, dejó su cargo el que fuera el oficial al mando del Comando Sur de Israel, donde se encuentran las comunidades próximas a Gaza, Yaron Finkelman.
En el Shin Bet
La agencia interior de inteligencia israelí, conocida como el Shabak o el Shin Bet, encargada de garantizar la seguridad en el interior del país y en los territorios palestinos que ocupa Israel, también ha asumido parte de su responsabilidad por el fracaso del 7 de octubre.
El 10 de julio de 2024, el jefe para el distrito sur del Shin Bet (cuya identidad, como la del resto de agentes del órgano, es un secreto) dejó su cargo. En su despedida, el responsable dijo que sentía «la obligación personal y moral de pedir perdón a todos aquellos cuyos seres queridos fueron asesinados».
Pero la dimisión de mayor calado, tanto en Israel como en el extranjero, fue la del director de la agencia, Ronen Bar, que a finales de abril de 2025 anunció por sorpresa que abandonaría su puesto por su «responsabilidad» por los ataques de aquel día.
Bar llevaba semanas envuelto en un enfrentamiento público con Netanyahu, que en marzo había anunciado su intención de despedirlo por una supuesta «pérdida de confianza» en la capacidad del responsable para llevar a cabo sus funciones.
La decisión, apoyada después por el Gobierno israelí y bloqueada por el Tribunal Supremo del país, desató críticas y protestas dentro de Israel, una crisis que no se resolvió hasta que Bar anunció su intención de marcharse voluntariamente.
Investigaciones pendientes
Tanto el Ejército como el Shin Bet han elaborado además informes sobre los ataques del 7 de octubre, tratando de esclarecer los errores y las causas que contribuyeron al desastre.
Pero sus conclusiones (las que se han hecho públicas, al menos) apenas incluyen revelaciones o información desconocida, y muchos de los detalles habían aparecido ya meses antes en la prensa nacional.
Por eso, gran parte de la sociedad israelí, y en particular las familias de los secuestrados, llevan meses exigiendo al Gobierno que ponga en marcha lo que se conoce como una «comisión estatal de investigación», con amplios poderes para investigar y citar a cargos públicos.
Netanyahu, sin embargo, sigue negándose a establecer la comisión mientras dure la ofensiva en Gaza, y en todo caso ha apuntado que se tratará de una comisión «especial», cuyos miembros no serán designados por las autoridades judiciales, sino por el Parlamento, donde la coalición del mandatario ostenta la mayoría.
Hasta el momento, ningún cargo político israelí ha asumido responsabilidades por el 7 de octubre.EFE
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