
Las protestas en Marruecos cumplen una semana con vuelta a la calma y menos participación
Rabat, 4 oct (EFE).- Las protestas juveniles que desde hace una semana sacuden varias ciudades de Marruecos para exigir reformas en sanidad y educación cumplieron este sábado siete días con una caída de la participación, y recuperaron su carácter pacífico tras disturbios que dejaron tres muertos.
Este sábado, se convocaron manifestaciones en 14 ciudades marroquíes, entre ellas Casablanca, Tánger y Marrakech, con una menor participación que el día anterior, y todas se desarrollaron en un ambiente tranquilo y sin incidentes.
De represión a tolerancia
En Rabat, decenas de manifestantes, hombres y mujeres, se concentraron frente al Parlamento y corearon consignas que reclamaban también la destitución del jefe del Gobierno, Aziz Ajanuch, y exigían justicia social.
Las protestas comenzaron el sábado pasado tras el llamamiento de un grupo denominado ‘GENZ212’ (Generación Z), que instó a la juventud a salir a la calle para pedir reformas en sanidad y educación, apoyo a las pequeñas empresas y lucha contra la corrupción, entre otras demandas.
En los primeros días, las autoridades reprimieron las manifestaciones y el Gobierno tardó varios días en mostrarse dispuesto al diálogo, lo que derivó en disturbios en una veintena de ciudades que se saldaron con tres muertos, 740 heridos -la mayoría agentes de seguridad- y daños materiales significativos.
Según las autoridades, las tres víctimas mortales se produjeron en la localidad de Laqliaa, en el sur del país, cuando agentes de la Gendarmería abrieron fuego tras un intento de asalto masivo a un puesto de ese cuerpo.
Este viernes, Amnistía Internacional (AI) pidió a Marruecos que abra una investigación sobre lo que calificó de «uso excesivo» de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad marroquíes, en estas protestas que dejaron más de 400 detenidos.
Desde el martes, cuando las autoridades toleraron las manifestaciones, los jóvenes han podido expresarse con libertad. Muchos pertenecen a la generación Z, vestidos de manera occidental y algunos con tatuajes y piercings.
La juventud que rompe el silencio
Sufian Harhari, de 24 años, afirmó que su generación ha conseguido «hacer oír la voz del pueblo marroquí» durante esta semana, aunque lamentó que las movilizaciones aún no hayan logrado sus objetivos por la falta de respuesta del Gobierno.
El jueves, el Ejecutivo marroquí respondió tendiendo la mano al diálogo. El jefe del Gobierno anunció su disposición a atender las demandas de los jóvenes mediante «el diálogo y el debate dentro de las instituciones y los espacios públicos».
Los manifestantes consultados por EFE descartaron transformar su movimiento -nacido en la aplicación de mensajería ‘Discord’- en una organización política, y subrayaron que su objetivo es llamar la atención del Estado para que responda a los derechos de su generación.
Una fuente de seguridad confirmó a EFE que las manifestaciones convocadas este sábado se desarrollaron de forma pacífica y que hubo una «caída significativa» tanto del número de protestas como del de participantes.
Sobre la baja participación, el activista Harhari explicó que muchos jóvenes creen que ya han hecho oír su voz una vez han podido protestar y hablar libremente con los medios.
Sin embargo, el activista aclaró que la caída de la participación no significa el abandono del movimiento. «Nuestra iniciativa no es una idea pasajera, ha arraigado en nosotros, y no la abandonaremos bajo ninguna circunstancia», afirmó. EFE
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