Las tecnologías que van a revolucionar lo cotidiano
Celular, Internet y correo electrónico, lo mismo en el trabajo que en nuestros ratos de ocio: las TIC modifican nuestras vidas.
Las nuevas soluciones inalámbricas van a permitir a los empleados beneficiarse de una verdadera oficina móvil gracias a las conexiones de alta velocidad.
De acuerdo con el gabinete de estudios Gartner, de aquí al 2010, los cambios en los métodos de trabajo y la llegada de nuevas y más potentes tecnologías dentro de las telecomunicaciones impulsarán a la mitad de los empleados hacia el nomadismo.
Hoy, 20% de las empresas suizas consideran la posibilidad de permitir a sus colaboradores acceder a su servicio de mensajería electrónica cuando se han desplazado fuera de la oficina.
En Suiza hay alrededor de un millón de usuarios de computadoras portátiles o Asistentes Digitales Personales (DPA por sus siglas en inglés), lo que representa un 13% de la población, y la cifra está a la alza.
Conectado permanentemente a su empresa
Con el tiempo, las fronteras entre las redes fijas y móviles, entre el transporte de la voz y los datos, van a desaparecer.
“Una red única más flexible, de acceso constante desde cualquier lugar y capaz de aceptar toda combinación de voz y datos, va a sustituir a todas las redes que existen actualmente”, predice Franck Dunn, presidente de la empresa canadiense que fabrica los equipos Nortel.
Las últimas barreras que vinculan físicamente a los asalariados con su empresa van a desplomarse para dar paso al concepto de “trabajo móvil”. La convergencia entre telecomunicaciones e informática permitirá llevar la oficina a todas partes.
Basta con pasearse entre los vagones de “negocios” dentro del servicio ferroviario CFF para darse una idea de lo que significa una oficina móvil. Celular a la oreja u ocupados con su ordenador portátil, los hombres de negocios aprovechan el viaje para escribir correos electrónicos, preparar su próxima presentación y fijar citas.
El día de mañana, gracias a las soluciones inalámbricas se conectarán además a servicios de Internet de alta velocidad.
Así, en cualquier lugar y en todo momento, los asalariados podrán conectarse a la red interna de su empresa y tener acceso a la “bandeja de entrada” de sus correos electrónicos para recibir o enviar la información que les resulte necesaria para el desempeño de sus actividades.
Nueva gestión del trabajo
Esta generación de empleados móviles tendrá que aprender a administrar de otra forma su entorno y sus jornadas laborales, pues el tradicional espacio-tiempo que está vinculado al trabajo dentro de las empresas ya no tendrá un “corte” o delimitación igualmente claro.
Así, llegó el fin de los tiempos muertos, de esas pausas que a menudo nos permiten recesos regeneradores durante la espera de un avión o durante un desplazamiento en tren.
En contrapartida, el asalariado ya no tendrá que estar físicamente en la empresa para realizar su trabajo. Con ello se beneficiará de una mayor autonomía de horarios.
Pero para convencer al usuario, los operadores tendrán que proponer servicios prácticos y de simple utilización. Soluciones que permitan ganar en productividad, pero a un precio accesible y transparente.
En resumen, deberán mejorar de manera significativa la vida del individuo tanto en sus quehaceres cotidianos como en el trabajo y en sus ratos de esparcimiento.
Fractura numérica
Aún falta conocer que categorías de trabajadores estarán involucrados en este nuevo escenario.
¿Impactará a una mayoría o solamente algunas profesiones privilegiadas? Los hombres de negocios que ya se benefician de estos sistemas de telecomunicaciones van a utilizar intensivamente las nuevas posibilidades tecnológicas. La mayoría de los profesionales de “cuello blanco” las aprovecharán también.
En cambio, excluirá a numerosos empleados. Si los profesionales que requieren un desplazamiento constante (como los fontaneros, repartidores de mensajería, etcétera) se beneficiarán de un vínculo móvil de comunicación con su sociedad, los obreros que trabajan en una fábrica o en alguna obra en construcción, no tendrán accesos a las citadas tecnologías.
Esta situación podría conducir a una fractura numérica entre los empleados conectados al mundo multimedia, y aquellos confinados a los servicios básicos del teléfono celular.
swissinfo, Luigino Canal
(Traducción: Andrea Ornelas)
Alrededor de un millón de personas usan en Suiza un ordenador portátil.
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