
Lecornu aleja la amenaza de adelanto electoral y pide un relevo en 48 horas
París, 8 oct (EFE).- El primer ministro francés en funciones, Sébastien Lecornu, alejó este miércoles la perspectiva de un adelanto de las legislativas, al considerar que hay terreno para acuerdos parlamentarios, pero descartó seguir al frente del Ejecutivo y pidió al presidente de la República, Emmanuel Macron, que nombre a un sustituto en 48 horas.
Al término de dos días de consultas con todos los grupos parlamentarios moderados, el fiel macronista Lecornu concluyó que hay un consenso suficiente sobre la urgencia de adoptar un presupuesto para 2026 antes de que termine este año y la voluntad de llegar a compromisos para conseguirlo.
«Tenemos una Asamblea Nacional fragmentada con posibilidades de compromiso. Una mayoría se opone al adelanto de las legislativas, no por miedo, sino porque consideran que el resultado sería similar y continuaría el bloqueo», aseguró el jefe del Gobierno en funciones en una entrevista en la televisión pública France 2.
Lecornu había acudido minutos antes al palacio del Elíseo, donde durante una hora le expuso a Macron las conclusiones de sus contactos de los últimos dos días: «Le he recomendado al presidente que nombre un primer ministro en 48 horas», dijo.
«Mi misión ha terminado», insistió cortando los rumores de que podría prolongar su mandato, al tiempo que se negó a alimentar especulaciones sobre quién será su sucesor: «Eso le corresponde al presidente (…) Pero debería ser alguien que no tenga ambiciones presidenciales».
Aseguró que, si sigue su consejo, Macron recibirá en los dos próximos días a los líderes políticos para «afrontar las últimas negociaciones» y «evaluar la relación de fuerzas» de cada uno, antes de elegir el nuevo jefe del Gobierno.
En las últimas horas emerge la posibilidad que tras haber nombrado a tres primeros ministros originarios de la derecha y el centro el presidente apueste por uno procedente de la izquierda, como le piden socialistas, comunistas y ecologistas.
En el contexto actual, en el que todos los partidos han marcado sus líneas rojas, Lecornu aseguró que «todo el mundo tendrá que moverse».
La prioridad, reiteró, debe ser el presupuesto para 2026, porque de él depende, dijo, «la credibilidad de Francia» y «el bienestar de los ciudadanos».
Consideró que el borrador que él presentó ya no está de actualidad y que será el nuevo primer ministro y su Gobierno quien presente uno nuevo lo antes posible.
El primer ministro en funciones aseguró que ningún asunto debe quedar al margen del debate y aunque recordó que él no formará parte del mismo, señaló que incluso la controvertida reforma de las pensiones adoptada en 2023 sin voto parlamentario: «Hay que encontrar una fórmula parlamentaria para debatir sobre ella».
Lecornu, que también desempeña la cartera de Defensa, que ya ejercía cuando fue nombrado primer ministro, aseguró que el contexto geopolítico actual desaconseja la dimisión de Macron, que dirige la política exterior y de seguridad del país.
Aseguró que no se debe «subestimar la tensión internacional que (Macron) debe gestionar porque Francia «no es autosuficiente» y el presidente «encarna la voz del país».
La pelota está ahora en el tejado del presidente, que si sigue las recomendaciones de su fiel colaborador tendrá que encontrar un primer ministro que aglutine una mayoría parlamentaria.
Una misión complicada a la vista de las declaraciones de los diferentes líderes políticos que han desfilado estos dos últimos días por el despacho de Lecornu.
La izquierda exige un nuevo primer ministro de su campo que la derecha asegura que no aceptará, mientras que asuntos como la fiscalidad de los más ricos o la reforma de las pensiones presentan posturas muy alejadas.
En el trasfondo, asoma la amenaza de moción de censura al nuevo Gobierno que blanden sin complejos la extrema derecha de Marine Le Pen y la izquierdista La Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon.
Ninguno de los dos acudió al llamamiento con el primer ministro y exigen un adelanto electoral. Le Pen de las legislativas, para la que todos los sondeos le dan una victoria en la primera vuelta, mientras que Mélenchon pide la cabeza de Macron. EFE
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