
Llega a Chicago un centenar de soldados de la Guardia Nacional de Texas
Nueva York, 7 oct (EFE).- Cerca de la mitad de los 200 soldados de la Guardia Nacional de Texas enviados al estado de Illinois para proteger a agentes federales llegaron este martes al área de Chicago, según informaron CNN y The New York Times, citando este último fuentes militares «familiarizadas con el despliegue».
El resto de esas tropas, autorizadas a trasladarse por el gobernador texano Greg Abbott bajo órdenes del presidente Donald Trump, arribarán dentro de unas horas y se movilizarán en varios puntos de la ciudad «mañana miércoles a más tardar», agrega la cabecera neoyorquina.
Además, en su testimonio ante el Comité Judicial del Senado, la fiscal general de EE.UU., Pam Bondi, declaró que el director del FBI, Kash Patel, y el fiscal general adjunto Todd Blanche se dirigen a Chicago junto con las tropas de la Guardia Nacional.
«Ojalá amaran a Chicago tanto como odian al presidente Trump; actualmente la Guardia Nacional está de camino a Chicago porque no protegen a sus ciudadanos», contestó Bondi a la pregunta de Dick Durbin, senador demócrata por Illinois, en el mencionado comité sobre la movilización de las tropas en su estado.
Por el momento, el juzgado federal del sur de la ciudad de Chicago y el centro de detención Broadview, donde se han reunido manifestantes en las últimas semanas y hubo algunos enfrentamientos con las autoridades, permanecen en calma.
El despliegue ordenado por Trump ocurre en medio de crecientes protestas contra las redadas migratorias en Chicago.
La ciudad está envuelta desde hace casi un mes en la operación Midway Blitz, liderada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE), que, amparados en ‘garantizar la seguridad’, han intensificado las detenciones de personas de origen latino, principalmente con el objetivo de deportarlas.
Los agentes de la Patrulla Fronteriza incluso llegaron a abrir fuego este pasado sábado en el área de South Side, hiriendo a una ciudadana estadounidense.
Por su parte, el propio Trump intervino hoy desde el Despacho Oval junto al primer ministro canadiense, Mark Carney, para volver a cargar contra el gobernador de Illinois, J. B. Pritzker, y el alcalde de Chicago, Brandon Johnson -ambos del Partido Demócrata-, resaltando su «incapacidad» en la gestión de «asuntos de delincuencia».
No obstante, estadísticas oficiales sobre criminalidad del Departamento de Policía de Chicago muestran descensos interanuales, con una reducción de los homicidios del 28 % respecto al mismo período del año pasado y de casi el 50 % respecto a hace cuatro años.
Ayer, Trump dijo que consideraría invocar la Ley de Insurrección —una normativa de 1807 que otorga al presidente poderes de emergencia para desplegar tropas en territorio estadounidense— como una forma de eludir las recientes sentencias judiciales que han bloqueado sus esfuerzos por desplegar la Guardia Nacional en otras ciudades estadounidenses. EFE
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