
Los gitanos en la UE enfrentan cuatro veces más riesgo de pobreza que la población general
Viena, 2 oct (EFE).- La mejora en el empleo y las condiciones de vivienda que han experimentado los gitanos en los últimos diez años no ha cerrado la brecha de discriminación y pobreza respecto al conjunto de la población, según un informe de la Unión Europea (UE) publicado este jueves.
El riesgo de pobreza de las familias gitanas es cuatro veces más elevado, según la encuesta realizada por la Agencia de Derechos Fundamentales (FRA) de la UE entre más de 10.000 personas gitanas y nómadas de diez países de la UE, incluida España, y otros tres candidatos a entrar en el bloque (Albania, Macedonia del Norte y Serbia).
La conclusión es que la situación está lejos de cumplir los objetivos establecidos por la UE en el Marco Estratégico para los gitanos sobre igualdad, inclusión y participación de cara a 2030, excepto en el caso de la vivienda.
Según estimaciones de la Comisión Europea, aproximadamente seis millones de personas gitanas son ciudadanas o residentes de la UE, lo que las convierte en la minoría étnica más numerosa.
La esperanza de vida es ocho años menor que la del resto de la población general, una mejora respecto a los diez que arrojó un estudio de 2021.
También ha mejorado, si bien mínimamente, el porcentaje de gitanos en situación de pobreza: del 80 % en 2016 al 70 % del año pasado, cuando se realizaron las encuestas sobre las que se basa el nuevo informe.
‘Antigitanismo’ devastador
«Este informe muestra que el ‘antigitanismo’ continúa devastando las vidas de los gitanos y nómadas en la UE. Un mejor acceso a la vivienda y al empleo es una cosa, pero vivir una vida libre de discriminación y prejuicio es otra. No podemos aceptar avances marginales», denuncia la directora de la FRA, Sirpa Rautio, en el reporte.
Si bien es cierto que hay más gitanos con empleo -11 puntos porcentuales más que en 2016- y con mejor vivienda -14 puntos más, la brecha sigue siendo notable.
Sólo cerca de la mitad de las personas gitanas poseen un empleo remunerado, en contraste con el 75 % de la población general, mientras que el 36 % sintieron discriminación étnica al buscar trabajo, más del doble que en 2016.
Brecha de género, hacinamiento y falta de escolarización
Además, persiste una importante brecha de género que afecta especialmente a las mujeres gitanas, de las cuales únicamente trabaja el 38 %, frente al 69 % en el caso de los hombres.
Respecto a la vivienda, de nuevo alrededor de la mitad viven en hogares precarios o con déficit de saneamiento básico, muy por encima del promedio de la UE, que es del 18 %.
El hacinamiento sigue siendo un problema para la población gitana, ya que el 83 % vive en hogares con espacio insuficiente.
En cuanto a la escolarización, el porcentaje de niños gitanos que asisten a la escuela infantil sigue siendo muy inferior a la de los niños en general en la UE, un 53 % frente al 95 %, a lo que se suma que la mayoría asiste a colegios donde prácticamente todos los estudiantes pertenecen a la misma comunidad, evidenciando una profunda segregación.
Rautio advierte de que los países de la UE deberían «hacer mucho más para combatir el antigitanismo y la discriminación, y así garantizar que los gitanos y los nómadas puedan disfrutar plenamente de sus derechos fundamentales». EFE
nmv/as/llb