Los jóvenes frente a la tentación extremista
Una parte de la juventud radicaliza su discurso o su accionar político a través manifestaciones o enfrentamientos callejeros.
Tal actitud parece traducir un estado de ánimo similar en la extrema izquierda y en la extrema derecha.
Durante los últimos meses, la población suiza descubrió consternada que una parte de su juventud no duda en recurrir a la violencia para hacer valer sus ideas.
Esta forma de expresión innecesaria se ve a menudo en los enfrentamientos protagonizados por grupos rivales.
Así, la región de habla francesa presenció reyertas callejeras entre jóvenes nacionalistas denominados “hardcore” y los de “yo”, representados por los seguidores del rap.
Uno de estos enfrentamientos, el mes pasado en Yverdon, terminó con un muerto. La víctima era miembro de un grupo de extrema derecha.
Varias ciudades en Suiza de expresión alemana vivieron también batallas callejeras entre “skinheads” de extrema derecha y jóvenes militantes anti fascistas.
Pero eso no ha sido todo. A comienzos de año, Berna fue teatro de violentos enfrentamientos entre fuerzas policiales y grupos “altermundialistas” en el marco de manifestaciones contra el Foro Económico de Davos.
Durante la cumbre del G8 en Evian, miembros duros del “Black Block” incendiaron y destruyeron vitrinas de varios locales comerciales en Lausana y Ginebra.
Frustración común
“Extremistas de ambos lados comparten la experiencia de una sociedad que invoca de manera permanente los valores juveniles, pero que, en los hechos, apenas logra integrar a los jóvenes en el plano profesional y social”, señaló Dominique Gros, sociólogo del Servicio de Investigaciones Sociológicas del Departamento de Educación, de Ginebra.
“Ese sentimiento de exclusión desencadena reacciones de rechazo a la sociedad y a su marco institucional. Así, los extremistas de izquierda como los de derecha denuncian juntos el capitalismo y preconizan la revolución para derribar el sistema.
Pero los puntos de convergencia terminan ahí.
Los ‘skinheads’ y las organizaciones políticas de extrema derecha las emprenden contra personas en particular, o contra grupos sociales. Los nacionalistas del movimiento “Vanguardia” denuncian en efecto el capitalismo apátrida y arremeten contra empresarios de origen judío, los emigrantes y los “rojos tontos útiles.”
Atacan los símbolos
Por parte de la extrema izquierda, sus militantes arremeten generalmente contra las instituciones que simbolizan el sistema.
El sociólogo ginebrino subraya que numerosas organizaciones de extrema izquierda se refieren claramente a sus ancestros marxistas, leninistas, y guevaristas. “Pero se trata sólo de una referencia idealizada, romántica”, precisa.
“La mayoría de esos movimientos neo-leninistas rechazan el carácter militar y totalitario del comunismo histórico”, estima por su parte Arístides Pedraza, militante del movimiento anarquista suizo.
Un punto de vista que comparte Laurent Tettamanti, fundador del grupo “Los comunistas”, un movimiento que se expande en la suiza francófona. “No nos reconocemos entre los grupos de extrema izquierda existentes”, señala el joven militante de 28 años.
Rebeldes urbanos y rurales
Otra diferencia que caracteriza a los movimientos de extrema izquierda y de derecha es el terreno donde actúan.
“Los kinheads reclutan a sus militantes esencialmente en el campo, en las regionales rurales. En cambio la extrema izquierda lo hace en las grandes aglomeraciones, en las ciudades, ”precisa Dominique Gros
“Los neofascistas lograron introducirse en las regiones rurales donde la población es en su mayoría conservadora”, indica a su vez Hans Stutz, especialista en los movimientos de extrema derecha de Suiza.
“Pero ello no significa que esos grupos no actúen también en las ciudades”, agrega el sociólogo. “Con frecuencia se producen enfrentamientos callejeros en ciudades como Berna, Winterhur o Frauenfeld”, indica.
“El objetivo de estas batallas entre grupos extremistas es el control de la calle. Por ahora, en ciudades como Basilea y Zúrich, es la extrema izquierda la que ha ganado”, añade Hans Stutz.
El peso de la UDC
Existe un contexto político más favorable a la extrema izquierda que a la extrema derecha. “A la derecha, el partido populista de la Unión Democrática de Centro (UDC) retoma por su cuenta las tesis xenófobas de la extrema derecha”, explica Dominique Gros.
“La UDC seduce a los jóvenes con sus críticas al Gobierno y a la clase política”, agrega.
El panorama que ofrece la izquierda institucional es diferente. El partido Socialista sigue siendo un partido poderoso, pero duda en jugar la carta de la oposición.
“Los jóvenes radicalizados apenas logran diferenciar los socialistas de los partidos de centro o de centro derecha”, dice Dominique Gros. “La crisis que atraviesa la izquierda institucional valoriza las izquierdas herejes”, indica a su vez Arístides Predraza.
“Asistimos desde hace años al nacimiento de un movimiento social nuevo que se desarrolla en el seno de la nebulosa altermundialista, fuera de la izquierda tradicional”, concluye Dominique Gros.
Swissinfo, Frédéric Burnand
(Traducción y adaptación: Alberto Dufey)
Los extremismos de extrema izquierda y de derecha combaten los mismos símbolos.
Pero difieren en los objetivos.
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