Paraguay dio un salto con Alfaro para llegar al Mundial, pero resta un camino «desafiante»
Javier Aliaga
Asunción, 3 dic (EFE).- La selección de Paraguay jugará el Mundial de 2026 después de 16 años de ausencia a la máxima cita del fútbol, tras unas eliminatorias marcadas por la llegada en agosto de 2024 del entrenador argentino Gustavo Alfaro, que produjo un salto competitivo, aunque el camino que le resta por recorrer al equipo, según lo dijo él mismo, va a ser «arduo y desafiante».
Paraguay consiguió la clasificación directa desde la sexta posición al sumar 28 puntos, el mismo número de otras potencias como Colombia, Uruguay y Brasil, clasificadas en los puestos tercero, cuarto y quinto, respectivamente, aunque con mejor diferencia de gol. El segundo, Ecuador, consiguió 29 enteros.
La selección estuvo en el mismo rango que las otras clasificadas, salvo la líder Argentina, que sumó 38.
La Albirroja comenzó la eliminatoria el 7 de septiembre de 2023 bajo la tutela del entrenador argentino Guillermo Barros Schelotto, ratificado en el cargo pese al fallido ciclo hacia Catar 2022.
Barros Schelotto duró dos partidos que redituaron un punto y el 20 de septiembre fue reemplazado por su compatriota Daniel Garnero, que dirigió cuatro duelos, consiguiendo cuatro unidades.
Con la llegada de Alfaro, el 16 de agosto de 2024, la Albirroja subió su rendimiento y pasó a ser un equipo que sumaba siempre.
La selección paraguaya alcanzó nueve partidos invicta, encadenando 19 puntos y, tras caer en una visita a Brasil, añadió cuatro más. Así, no solo pasó por un cambio táctico sino por uno psicológico y de actitud.
Los 28 puntos, resultado de 7 victorias, un número similar de empates y 4 derrotas, aseguraron el regreso de la Albirroja a un mundial 16 años después de su última participación, en Sudáfrica 2010.
Además, en las eliminatorias, el equipo hizo 14 goles y encajó 10.
Con cuatro anotaciones, el goleador del equipo fue Antonio Sanabria (Cremonese italiano), recordado por haber marcado un golazo de chilena en la victoria 2-1 ante Argentina.
El equipo cuenta con una base sólida de jugadores que provienen de equipos del exterior.
Para la portería, Alfaro abrió la competencia con el debut de Orlando Gill en la última fecha de las eliminatorias ante Perú y luego lo alineó en amistosos destacando que defiende «un arco muy pesado» como el de San Lorenzo de Almagro, pero también cuenta con el veterano Roberto Fernández, del Cerro Porteño, aunque le ha faltado continuidad en su equipo.
La columna vertebral tiene valores como los defensores Gustavo Gómez (Palmeiras), Junior Alonso (Atlético Mineiro), Omar Alderete (Sunderland) y en el mediocampo a Andrés Cubas (Vancouver Whitecaps), Braian Ojeda (Real Salt Lake), Diego Gómez (Brighton & Hove Albion) y Damián Bobadilla (Sao Paulo).
Entre los atacantes destacan Miguel Almirón (Atlanta United) y Julio Enciso (Racing de Estrasburgo), reconocidos por Alfaro como dos talentosos que pueden resolver cualquier partido.
Tras los amistosos recientes, en los que cosechó una victoria ante México (2-1), un empate frente a Japón (2-2) y cayó ante Corea del Sur (2-0) y Estados Unidos (2-1), Alfaro ha reconocido que al equipo todavía le falta forma.
«Queda mucho trabajo por delante, con el privilegio de darle forma a una selección y a un país que se ilusiona como todos nosotros con el sueño mundialista. El camino va a ser arduo y desafiante», afirmó. EFE
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