El asilo a las mujeres afganas y el efecto llamada
En el Parlamento suizo hay quien cuestiona la política de conceder asilo a mujeres y niñas afganas, ya que dicen que creará un efecto llamada. SWI swissinfo.ch analiza esta cuestión.
Tras evaluar de manera individual cada caso, la Secretaría de Estado para las Migraciones (SEM) en julio de 2023 decidió empezar a conceder el estatuto de persona refugiada a mujeres y niñas afganas. La decisión marca un cambio importante en Suiza: mientras en el pasado la mayoría de las personas afganas solicitantes de asilo eran admitidas temporalmente —con un permiso renovable que las protegía de la expulsión a corto plazo—, ahora, en principio, las mujeres afganas pueden obtener un permiso más duradero.
Pero no todo el mundo está de acuerdo con la decisión de la SEM. En Berna, representantes de la derecha política sostienen que esta decisión tendrá un efecto llamada.
“Hará que a Suiza lleguen personas migrantes de todo tipo de países, porque las autoridades están siendo generosas”, ha respondido a SWI swissinfo.ch a través del correo electrónico Gregor Rutz, parlamentario del derechista Partido Popular Suizo.
Por este motivo, el otoño pasado, Rutz presentó en la cámara de representantes una moción para exigir que la SEM dejara a un lado su política sobre las mujeres afganas. El Partido Liberal Radical de centroderecha ha presentado en el Senado una moción similar.
Confirmando la nueva práctica de la SEM, a finales de 2023 el Tribunal Administrativo Federal dictaminó que las mujeres afganas tienen derecho al asilo por sufrir persecución en su país de origen y los citados textos [del Partido Popular Suizo y del Liberal Radical] sufrieron un revés. Pero Rutz y otros representantes políticos que apoyan las mociones siguen adelante y quieren persuadir a una mayoría política para que respalden su demanda.
No se cuestiona la situación en Afganistán
La decisión de la SEM de cambiar su práctica se produjo después de que, en enero de 2023, la Agencia de Asilo de la Unión Europea (AAUE) emitiera una orientación no vinculante según la cual las mujeres afganas tienen temores fundados de ser perseguidas. La conclusión de la AAUE hizo que otros Estados europeos, como Alemania, Suecia y Finlandia, comenzaran a conceder asilo a estas solicitantes.
Desde que tomaron el poder en agosto de 2021, los talibanes han ido limitando los derechos de las mujeres y las niñas en Afganistán, incluido el derecho a la educación y a participar en gran parte de la vida pública. Recientemente el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha dictaminado —al igual que el Tribunal Administrativo Federal suizo— que las mujeres afganas sufren persecución en su país de origen.
Se está consolidando un movimiento mundial para calificar como apartheid de género el trato que los talibanes dan a las mujeres. En febrero, un grupo de la ONU (formado por personas expertas en derechos humanos) instóEnlace externo a los Estados a reconocer el apartheid de género como crimen contra la humanidad, argumentando que la situación en Afganistán equivale a “un sistema institucionalizado de discriminación, opresión y dominación de mujeres y niñas”. En marzo, los gobernantes afganos anunciaron que iban a empezar a aplicar su versión de la sharía y reintroducir la lapidación pública de mujeres por cometer adulterio.
Tras un debate en comisión parlamentaria sobre la moción de Rutz, el socialista Jean Tschopp declaróEnlace externo al diario 24Heures: “Si no les damos [a las mujeres afganas] el estatuto de refugiadas, ¿entonces a quién se lo podemos dar?”.
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El asilo en Suiza sigue siendo difícil para el pueblo afgano
Rutz, no obstante, asegura que su texto no cuestiona la difícil situación de las mujeres afganas. “La situación en Afganistán es mala, eso nunca se ha puesto en duda”, afirma.
Y argumenta que Suiza está haciendo lo necesario para proteger a las mujeres afganas que llegan al país. “Ninguna mujer afgana está siendo devuelta a su país de origen, independientemente del estado de su solicitud”, dice Rutz. De hecho, tras el regreso de los talibanes, Suiza suspendió las deportaciones a Afganistán.
El efecto llamada no se ha materializado
Como prueba del efecto llamada de la inmigración, Rutz presenta los datos de asilo de febrero de 2024: el 52 % de todas las nuevas solicitudes de asilo de ese mes fueron de personas afganas; el mayor grupo de solicitantes de asilo en Suiza, tal y como viene siendo desde 2021.
“Estas cifras hablan por sí solas. En el primer trimestre de 2024, por desgracia, el efecto llamada fue masivo”, afirma Rutz. Aunque las cifras a las que se refiere, sin embargo, abarcan únicamente un mes, y no un trimestre completo.
Lo que se desprende de los datos es que en febrero de 2024 las personas procedentes de Afganistán presentaron un 45 % más de solicitudes de asilo que en el mismo mes del año anterior. La mayoría de las solicitudes están relacionadas con el cambio de política de la SEM, según Anne Césard, portavoz de la autoridad migratoria.
Los datos de todo el año 2023, en cambio, no muestran ningún efecto llamada. De hecho, en 2023 menos mujeres afganas solicitaron asilo (737) en comparación con 2022 (809). El año pasado la SEM recibió 7.934 solicitudes de asilo de personas procedentes de Afganistán, frente a las 7.054 de 2022. En 2023, presentaron su petición cerca de 1.800 personas afganas que habían recibido una admisión temporal en Suiza y que, con el cambio de política, podían volver a solicitar el asilo. Estas solicitudes no suponen una carga adicional para el sistema, segúnEnlace externo la SEM.
Dado que los países vecinos también conceden asilo a mujeres afganas, Césard manifiesta que “no se puede suponer que Suiza vaya a ser un foco particularmente fuerte para [este grupo]”.
Tampoco hay efecto llamada en los países nórdicos
Cuando los talibanes tomaron el poder, Finlandia, Suecia y Dinamarca fueron los primeros Estados de Europa en conceder asilo a las mujeres afganas de manera sistemática. En Suecia, la decisión adoptada en enero de 2023 de conceder el estatuto de refugiadas a las mujeres afganas no suscitó ningún debate político significativo, afirma Linnéa Sveide, de la ONG Consejo Sueco para las Personas Refugiadas.
La reacción en Dinamarca fue similar. Tras las preguntas iniciales en el Parlamento sobre si el país sería ahora un destino “atractivo” para las mujeres afganas, el debate se calmó, según el Consejo Danés para las Personas Refugiadas.
Las ONG aseguran que ni Dinamarca ni Suecia han visto un efecto llamada por estos cambios. En 2023 Finlandia registró un pequeño aumento de las solicitudes de asilo, pero el país no es un destino importante para quienes llegan de Afganistán, según el Consejo Finlandés para las Personas Refugiadas.
Alemania —que acoge a la mayor población afgana de Europa— cambió su práctica en la primavera de 2023. Debido a un incremento significativo de la presión migratoria en las fronteras exteriores de la Unión Europea, el número total de solicitudes de asilo ha aumentado en Alemania desde finales de 2022, tal y como indica Stefan von Borstel, de la Oficina Federal Alemana de Migración y Personas Refugiadas. En 2023, las solicitudes de población afgana aumentaron un 41 % en comparación con 2022, lo que, según von Borstel, está por debajo de la media; las peticiones de personas turcas, por ejemplo, aumentaron un 155 %.
Temor ante la “migración secundaria”
Damian Müller, parlamentario liberal radical que defiende en el Senado la moción contra la política de la SEM, dice que tal vez es demasiado pronto para ver un efecto llamada. “Incluso si no hubiera efecto llamada, a quienes pudieran sentir atracción por las buenas condiciones de Suiza habría que disuadirles de hacer el arriesgado viaje a Europa”, escribe en un correo electrónico a SWI swissinfo.ch.
Viajar a través de los Balcanes y el Mediterráneo es “extremadamente peligroso, [con el] riesgo de violencia, explotación y asalto a lo largo del camino”, afirma Lionel Walter, portavoz de la ONG Consejo Suizo para las Personas Refugiadas. Y eso si consiguen salir de Afganistán, añade.
Elegir Suiza en función de lo que ofrece no es un cálculo que hagan las mujeres afganas, explica Aresu Rabbani, oriunda de Afganistán y defensora de las personas refugiadas.
“No tienen ni idea de si aquí hay una política nueva o mejor. Muchas no saben leer ni escribir en inglés, farsi o dari. Solo quieren escapar de Afganistán”, sostiene.
La propia Rabbani huyó del país, en 2008, siendo una niña analfabeta. Ahora es ciudadana suiza y matrona en prácticas, y junto al Partido Socialista ha abogado por un cambio en las prácticas de la SEM hacia las mujeres afganas solicitantes de asilo. Desde agosto de 2021, ha ayudado a varias afganas a tramitar la solicitud de asilo en Suiza.
Efecto llamada o no, para este año 2024 el Gobierno prevé 33.000 nuevas solicitudes de asilo —frente a las 30.223 del 2023, parte de un progresivo aumento desde 2020— y para hacer frente a la demanda solicita al Parlamento otros 255 millones de francos más. Pero, para el parlamentario liberal Müller, la principal motivación de la moción no es el coste. Se trata más bien de “respetar el principio de asilo”, que, según él, no debe concederse a quienes ya han recibido protección en un tercer país.
La gran mayoría de los 1,6 millones de afganos y afganas que huyeron de su país después de agosto de 2021 han acabado en países vecinos. La moción afirma que la política de la SEM reforzará la “migración secundaria” de estas personas migrantes, que optarán ahora por solicitar asilo en Suiza.
Pero la SEM —según su portavoz— no tramita las solicitudes de quienes han recibido protección en un “tercer país seguro”. Esto incluye a Grecia, en la frontera exterior de la UE, donde la población afgana se enfrenta a obstáculosEnlace externo para acceder a procedimientos justos de asilo, tal y como señalan quienes defienden los derechos de las personas refugiadas.
Texto adaptado del inglés por Lupe Calvo / Carla Wolff
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