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Al Parlamento, radical plan económico

El Parlamento suizo analiza el paquete económico propuesto por el Gobierno. Keystone

Para ahorrar 3.300 millones de francos por año desde 2006, la Confederación presentó el plan económico más radical de su historia.

Las críticas llueven: los cantones temen pagar los costos de los recortes y la izquierda, la supresión de sus proyectos.

Suiza enfrenta una montaña de deudas de más de 120.000 millones de francos, a lo que se añade un déficit previsto de más de 3.000 millones por año desde 2004.

Y, sin embargo, a finales de 2001 el pueblo había plebiscitado el freno al endeudamiento, lo que exige que el Estado renuncie a financiar sus gastos a crédito.

Pero la crisis económica pasó por ahí, afectando seriamente los ingresos fiscales de la Confederación. Un plan de saneamiento se impuso abriendo la vía al ‘Programa de aligeramiento del presupuesto de la Confederación para 2003’ (PAB 03), el mayor paquete jamás diseñado en Suiza.

Consecuencias dolorosas

El gobierno pretende reducir sus gastos en 3.300 millones de francos por año desde 2006. A ello se agregan ingresos suplementarios en alrededor de 500 millones. De aquí a entonces, el presupuesto será progresivamente aligerado en 1.000 millones de francos en 2004 y 2.200 en 2005.


El gobierno (Consejo Federal) no oculta que su proyecto implica consecuencias dolorosas y un sensible desmantelamiento de las tareas del Estado.

Sin embargo está persuadido de que sus medidas, que afectan a los siete ministerios, son equilibradas y coherentes. A ese respecto, el ministro de Finanzas, Kaspar Villiger, habla de una “simetría de los sacrificios” para añadir que la menor modificación pondría en tela de juicio el conjunto del paquete.

Las dos cámaras del Parlamento deben abordar el tema durante la sesión en curso. El tiempo apremia y las últimas divergencias deben ser resueltas de aquí a la sesión de diciembre. Este miércoles, la Cámara alta abre fuego.

Un golpe de Estado

Asociaciones, partidos, sindicatos y cantones, cada uno tiene sus razones para criticar ese programa de saneamiento. Los cantones temen que algunos gastos de la Confederación sean añadidos a sus presupuestos.

Los partidos burgueses (de derecha) se pronuncian por la aplicación de medidas aún más severas, mientras que los sindicatos y la izquierda juzgan que se ha ido demasiado lejos. Para estos últimos, en esa postura está la mano de los partidos de derecha que buscan sabotear sus proyectos.

Ruth Genner, copresidente de los Verdes, habla incluso de “golpe de “Estado vía la política financiera”, convencida de que los ahorros son sólo un pretexto para activar un vuelco político radical.

Por su parte, la revista de expresión alemana Facts afirma que el proyecto tiene mucha semejanza con las reivindicaciones de la Unión Democrática del Centro (UDC, derecha dura) y que sirve a las propuestas de economiesuisse, la organización patronal helvética.


Se teme, por ejemplo, consecuencias sobre el derecho de asilo. Las economías prevén, en efecto, excluir de la asistencia social algunas categorías de solicitantes.

La Organización Suiza de Ayuda a los Refugiados (OSAR) protesta. Teme que esas medidas sitúen a algunos solicitantes en la ilegalidad.

Muy controvertida también, la supresión de más de dos tercios del programa federal SuisseEnegie. Sus socios rechazan el desmantelamiento de la política energética suiza.

Recortes masivos

Con 666 millones de ahorro desde 2006, el Ministerio del Medio Ambiente, los Transportes, la Energía y la Comunicación (DETEC), es el más afectado. En primera línea: los grandes proyectos ferroviarios y la conversión sobre las prestaciones entre la Confederación y la empresa ferroviaria (CFF) que sufrirán una amputación respectiva de 150 y 130 millones de francos.

La Oficina Federal del Medio Ambiente se verá privada de 106 millones de francos, es decir, la sexta parte de su presupuesto anual.

Las economías no excluyen a swissinfo/RSI. Berna desea suprimir su contribución del 50% del presupuesto, estimando que la información de la Quinta Suiza debe ser financiada por las tasas percibidas por la Sociedad Suiza de Radiotelevisión (SSR).

Por su parte, el Ministerio del Interior (DFI) deberá renunciar a 639 millones de francos, de los cuales 255 millones corresponden al financiamiento de los retiros anticipados.

Solamente los sectores de la formación, la investigación y la tecnología están relativamente al margen. El aumento de los créditos está fijado en 4,5% por año, en lugar de los 6,5% exigidos.

El Parlamento debe afrontar ahora muchas cifras y una responsabilidad acrecentada. Pese a la molestia de algunos, debe dar su luz verde al gobierno. Ningún partido, en efecto, querría ser considerado responsable del fracaso del proyecto.

swissinfo, Christian Raaflaub
(Traducción: Marcela Águila Rubín)

Recortes presupuestales previstos por el PAB 03:

2004: 1.000 millones
2005: 2.200 millones
Desde 2006: 3.300 millones.

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