Debate sobre seguimiento escolar de la violencia
Al advertir que los niños se tornan cada vez más violentos, el psiquiatra Hans Christoph Steinhausen subrayó la urgencia de que Suiza halle los medios necesarios para la detección temprana y el tratamiento de ese problema de conducta.
Empero, su punto de vista es objeto de críticas por otros profesionales del ramo de la salud mental.
El psiquiatra juvenil Hans-Christoph Steinhausen, profesor retirado de la Universidad de Zrich, subrayó la necesidad de que la gente advierta la gravedad del problema.
«Tenemos referencias terribles sobre comportamientos delictivos», dijo a swissinfo. «Vemos que es algo que aumenta, y que aumenta entre las chicas».
Para Steinhausen, los profesionales del área de la salud mental deberían actuar de manera más contundente para detectar a niños potencialmente violentos en la escuela e identificar, mediante preguntas, tendencias agresivas antes de que éstas se manifiesten en acciones.
«La investigación de antecedentes podría ser una opción», apuntó. «Deberían poner al menos algún énfasis en la intervención temprana. Este enfoque falla de manera terrible», consideró.
Steinhausen critica el actual sistema de evaluación y el hecho de que los de alumnos sólo sean tratados después de que han incurridos en comportamientos delictivos.
Evitar poner etiquetas
Otros expertos se oponen firmemente a la idea de control sistemático.
«Es sumamente problemático porque podría conducir fácilmente a que un chico fuera etiquetado como niño problema y que comenzara entonces a conducirse como tal», señaló el psicólogo juvenil Allan Guggenbühl.
«Se ve con las pruebas de Coeficiente Intelectual (I.Q.). Se le dice a un niño que tiene un IQ de 130 y luego piensa: ‘Soy inteligente, no tengo que hacer nada'», añadió Guggenbühl, del Instituto para el Manejo de Conflictos en Berna y Zúrich.
«Los niños integrarán eso a su identidad. Es ingenuo pensar que no lo harán», acotó.
El Servicio Psicológico de la Escuela de San Gall también ha manifestado sus dudas respecto a la sugerencia de Steinhausen.
Hermann Blöchlinger, jefe del servicio, dijo al periódico ’20 Minuten’ que el control era innecesario. «Los profesores reconocen a aquellos pocos niños cuyo comportamiento es diferente, y responden con las medidas adecuadas», asentó.
Al insistir en que las medidas de control escolar al menos deberían ser discutidas, Steinhausen asegura que un seguimiento semejante no tendría efectos nocivos para los niños.
«Es tonto pensar que así sería», comentó. «Suiza siempre se queda atrás en términos de eventos importantes. Le lleva cinco años despertar. Tenemos que pensar en esto».
El especialista se refirió a un estudio efectuado en 1994 sobre conductas delictivas. Aproximadamente 2.000 estudiantes del cantón que Zúrich respondieron a un total de 150 preguntas, dos de las cuales tenían que ver con el miedo y el ausentismo escolar.
«Mostramos que algunos tipos de factores de delincuencia son mensurables por medio de cuestionarios de autoevaluación», dijo. «La metodología es conveniente para el control escolar. Se puede hacer».
La controversia
No es la primera vez que Steinhausen, quien laboró durante más de 20 años como jefe del Departamento de Psiquiatría Infantil y para Adolescentes de la Universidad de Zúrich, se encuentra en medio de una controversia.
Fue uno de los científicos que participaron en una investigación apoyada por la Fundación Nacional Suiza de Ciencia, que preveía el uso de material genético de niños en el estudio del inicio de desórdenes mentales y desajustes.
Ese estudio, lanzado en 2005 y conocido como Estudio Etiológico Suizo de la Adaptación y la Salud Mental (Sesame) fue objeto de críticas de grupos que objetaron la colecta de información genética de los niños que serían observados durante 20 años, desde que eran un embrión de 12 semanas.
Los científicos debieron soslayar el componente genético del estudio. El proyecto, de 10 millones de francos, se derrumbó en marzo de 2008 tras de que los investigadores fueran incapaces de encontrar suficientes participantes.
Juventud y crimen
Los actos de violencia cometidos por niños y adolescentes en Suiza durante las últimas décadas han sido relativamente pocos y no son desconocidos.
Entre ellos, un caso registrado en Zúrich en 2006 en el cual la policía detuvo a 12 menores bajo la sospecha de haber violado a una chica de 13 años.
De acuerdo con la Oficina Federal de Estadísticas, más de 14.000 condenas penales fueron dictadas a menores en 2006, 3.300 de las cuales a jóvenes de menos de 14 años.
De esos ilícitos, los más comunes, 48% de los casos fueron cometidos contra la propiedad; 28% en relación con las drogas; un 17%, (2.400 registros) por actos de violencia (contra 10% en 1999).
«El control de los antecedentes es algo que debería ser analizado con vistas a un trabajo preventivo», dijo Steinhausen. «Yo sería feliz hablar más detalladamente al respecto si hubiera un foro para ello».
swissinfo, Tim Neville
(Traducción: Marcela Águila Rubín)
Estadísticas de la policía muestran que los ilícitos cometidos por jóvenes se duplicaron en la última década, empero, un estudio de la Universidad de Zúrich señala que el aumento ha sido de sólo 14%.
De acuerdo con los investigadores, el crecimiento de las cifras oficiales obedece al hecho de que se han registrado más quejas.
El estudio analizó el comportamiento de 2.693 jóvenes de entre 14 y 15 años en el cantón de Zúrich en 1999 y comparó los resultados con el seguimiento de 2.553 chicos en 2007.
Cada joven llenó en un registro de manera anónima para relatar los tipos de crímenes que había cometido o de los que había sido víctima, con detalles sobre sus hábitos sociales.
Los resultados fueron comparados con la estadística oficial de policía sobre delincuencia juvenil.
La revisión mostró la inquietante estadística de que uno de cuarto jóvenes de entre 14 y 15 años había sido víctima de un acto violento en los pasados dos años y medio.
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