Suiza a menudo hace gala de su tradición humanitaria, pero también defiende sus intereses económicos. Dos cuestiones que generan reiterados conflictos de intereses. swissinfo.ch ha preguntado a los representantes de los cinco partidos políticos más importantes del país cuál de estas cuestiones debe prevalecer en Suiza.
Para satisfacer a la industria armamentística, el verano pasado el Gobierno suizo decidió facilitar la exportación de armas a países inmersos en conflictos internos. Esto se justificó apelando a motivos económicos: los fabricantes de armas suizos solo sobrevivirán a largo plazo si cuentan con las mismas normas que sus competidores europeos.
Esta decisión generó una fuerte oposición. Y los medios de comunicación, que revelaron que en los combates en Siria y Yemen se habían utilizado armas de fabricación suiza, añadieron más leña al fuego. Debido a la presión, finalmente el Gobierno dio marcha atrás. Una coalición de partidos decidió ir más allá y lanzar una iniciativa “de rectificación”Enlace externo, que exige que la última palabra sobre las futuras exportaciones de armas recaiga en el pueblo y el Parlamento.
El conflicto de intereses entre las actividades económicas y la tradición humanitaria no es algo nuevo, pero sigue suscitando muchos debates. Como depositaria de los Convenios de GinebraEnlace externo y sede del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICREnlace externo), Suiza se considera guardiana del derecho internacional humanitario.
Hemos preguntado a cinco miembros de la Comisión de Política ExteriorEnlace externo del Consejo Nacional (cámara baja del Parlamento) qué es lo que Suiza debe defender en primer lugar en caso de duda: si sus intereses económicos o sus valores humanitarios. Cada uno de estos políticos ha contado con un minuto para exponer la opinión de su partido.
Traducción del francés: Lupe Calvo