Suiza busca recuperar su presencia en Damasco
Con la apertura de una “oficina humanitaria” en Damasco, el Ministerio suizo de Asuntos Exteriores pone la primera piedra de una representación diplomática en la capital siria, según Hasni Abidi, especialista del mundo árabe establecido en Ginebra. Como otras cancillerías occidentales, Berna había cerrado su embajada en el 2012, al inicio de la guerra civil alimentada por la brutal represión del gobierno sirio. Un régimen en proceso de gritar victoria.
Esta oficina tiene por objetivo «mejorar el acceso a las personas en apuros y acompañar y coordinar más estrechamente los proyectos” impulsados por Suiza en Siria, indica el Ministerio en su comunicadoEnlace externo.
En fait de bureau, «l’office humanitaire suisse est actuellement installé dans un hôtel, comme c’est la coutume pour d’autres acteurs et organisations humanitaires à Damas. Le choix d’espaces de bureaux appropriés à moyen et long terme est encore à l’étude», précise à swissinfo.ch George Farago, porte-parole du DFAE.
Y el funcionario completa: “Una solo persona, el jefe de la oficina humanitaria, está actualmente en el lugar. Es miembro del Cuerpo Suizo de Ayuda Humanitaria (CSAEnlace externo) y posee una larga experiencia en la cooperación internacional en contextos difíciles. Ha recibido las autorizaciones y garantías necesarias para efectuar su trabajo. Como todos los colaboradores del ministerio en el extranjero, goza de inmunidad y de los privilegios diplomáticos, incluso si no es funcionario del ministerio. En un primer momento el jefe de la oficina se ocupará del reclutamiento del personal local”.
¿Una declaración desafortunada?
En una entrevista brindada a la radio pública SRF, Manuel Bessler – delegado de la Confederación Suiza para la ayuda humanitaria que ha venido negociando la apertura de la oficina desde 2015- insiste: “No es una representación política o diplomática”. Pero, en la misma entrevista, sostiene: “Ahora, tenemos al fin ojos y oídos en Damasco. El objetivo es concretar la ayuda a nuestras organizaciones contrapartes (comenzando con el CICR, ndr). Debemos asegurar que el dinero vaya allí donde lo hemos acordado”.
¿Ojos y oídos? La expresión molestó a Damasco, según Hasni AbidiEnlace externo, director en Ginebra del Centro de Estudios y de Investigación sobre el Mundo Árabe y Mediterráneo (CERMAM, en su sigla en francés). “La fórmula es desafortunada. Fue mal percibida y mal interpretada en Damasco (como un dejo de espionaje, ndr). Amenaza complicar el retorno a Damasco”. Lo que desmiente George Farago: “no tenemos ninguna indicación que vaya en ese sentido”.
Sea como fuere, las dificultades están lejos de haber sido resueltas para el jefe de la oficina humanitaria, según Hasni Abidi. “Dada la situación que se mantiene muy volátil y la desconfianza de las autoridades sirias, no hay que esperar resultados milagrosos en el objetivo buscado, es decir el monitoreo de la ayuda aportada por Suiza”.
Una iniciativa humanitaria y política
Este primer paso no deja de ser importante tanto para Berna como para Damasco. “El regreso de Suiza, que alberga las negociaciones de las Naciones Unidas para Siria, no tiene nada de anecdótico. Es también un elemento importante para Damasco que consolida así su régimen, dado que la apertura de la oficina significa que se acepta tratar con el gobierno sirio. No es el punto de vista de Suiza, pero poco importa, es así como lo perciben las autoridades sirias”.
El mandato puramente humanitario de esta oficina no excluye la dimensión diplomática y política de la iniciativa helvética, indica Hasni Abidi: “Oficialmente, esta oficina no es una representación diplomática. Pero no es una ONG que abre una antena en Damasco. Además, lo humanitario necesita negociaciones y un diálogo con los actores en conflicto, y esto en el marco de la acción humanitaria propiamente dicha. Esta oficina constituye una representación diplomática, incluso en su estado actual de proyecto, y significa un retorno político de Suiza a Damasco”.
De hecho, en particular en Siria, la acción humanitaria constituye una apuesta altamente política y militar. Especialmente para Damasco, pero también para los grupos armados opuestos al régimen de El Asad. Es lo que las ONG humanitarias han denunciado regularmente.
Esta oficina de Suiza en Damasco puede entonces facilitar la acción humanitaria siempre trabada, como lo testimonia la suerte dramática de los habitantes de la Guta oriental, un territorio en manos de la rebelión anti-Asad en la periferia de Damasco, sitiada y bombardeada desde hace cuatro años por las fuerzas gubernamentales.
(Uno de los niños evacuados de la #Ghouta oriental para ser atendido. Las evacuaciones por razones médicas deben continuar, otros pacientes necesitan recibir atención de urgencia #Syrie, indica este tuit:)
L'un des petits enfants évacués de la #GhoutaEnlace externo orientale pour être soignés – Les évacuations médicales doivent se poursuivre, d'autres patients ont besoin de soins d'urgence. #SyrieEnlace externo pic.twitter.com/QSK7qbE2fhEnlace externo
— CICR (@CICR_fr) 28 décembre 2017Enlace externo
Suiza no es el único país occidental presente en Damasco. Miembro de la Unión Europea (UE), la República Checa, mantuvo siempre su embajada, contrariamente a otras naciones de la UE y de Suiza.
«Pero Suiza no tiene el mismo perfil que los Estados europeos. Puede aprovechar del capital de su neutralidad, incluso si Berna fue criticada por las autoridades sirias por haber abogado ante el Consejo de Derechos Humanos para que Bachar El Asad sea juzgado por los crímenes masivos cometidos por su régimen”, señala Hasni Abidi.
Retomar las negociaciones
Con esta antena, Berna mueve una pieza de cara al futuro. “Suiza quiere tomar parte en las próximas negociaciones con Damasco. Berna sabe que la ayuda humanitaria puede ser una palanca muy importante para participar en ellas. La apertura de esta oficina será un test vigilado de cerca. Si la experiencia es positiva, servirá de antecedente” subraya el especialista del mundo árabe.
Adicionalmente, Suiza es activa en las laboriosas negociaciones de paz sobre Siria promovidas en Ginebra bajo los auspicios de la ONU. Este canal ha sido muy marginalizado por Rusia que aprovecha de las vacilaciones diplomáticas de los Estados Unidos en la región y de la desconfianza e incluso el rechazo de las negociaciones multilaterales -promovidas por la ONU- por parte del presidente Donald Trump. “Una actitud muy perjudicial para Suiza y para la Ginebra internacional”, recuerda Hasni Abidi.
(Traducción del francés: Sergio Ferrari)
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