Michelle Bachelet: La Declaración Universal de Derechos Humanos es “suficientemente buena”
Michelle Bachelet fue Comisaria de Derechos Humanos de las Naciones Unidas durante cuatro años, hasta agosto de 2022. Durante su mandato tuvo que hacer frente a numerosos retos, desde la pandemia del virus Covid-19 hasta la invasión rusa de Ucrania, pasando por la enorme presión para que publicara un informe sobre el trato que China da a su población uigur.
Bachelet conoce de primera mano lo que son las violaciones de los derechos humanos. De joven fue testigo del golpe militar de Augusto Pinochet en Chile y de la violenta represión que siguió.
Su propio padre fue detenido y, a consecuencia de las torturas, murió de un infarto en prisión. Más tarde, ella y su madre fueron detenidas y llevadas a la tristemente célebre Villa Grimaldi de Santiago, un centro de interrogatorios dirigido por la policía secreta chilena.
En 2023 se celebra el 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, un conjunto de principios pioneros que se ha convertido en el documento más traducido del mundo. El actual Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, describe la declaración como “un documento transformador […] en respuesta a los cataclísmicos acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial”.
El primer comisionado de la ONU, el ecuatoriano José Ayala Lasso, tomó posesión de su cargo en 1994. ¿Por qué se tardó tanto en nombrar a alguien cuando la Declaración Universal se redactó en 1948?
Nuestro podcast Inside Geneva ha entrevistado a todos los antiguos Altos Comisionados de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (un puesto que a veces se denomina el más difícil de la ONU) para conocer sus experiencias, sus éxitos y sus retos. La entrevista con Michelle Bachelet, en inglés en este enlace.
Ninguna de ellas sabía lo que le había ocurrido a la otra. Bachelet recuerda que se centró en intentar “ser lo más fuerte posible, no fallar y … no confesar cosas que pudieran perjudicar a otras personas”.
Finalmente ambas fueron liberadas, pero la dictadura chilena continuó. Y Bachelet siguió trabajando, como médico y también en política. Cuando por fin volvió la democracia, estaba preparada para servir a su país, primero como ministra del gobierno y luego, no una sino dos veces, como presidenta.
Experiencia política
¿Por qué entonces pasar de jefa de gobierno a un alto cargo en la ONU? De hecho, Bachelet había pasado por ONU Mujeres entre sus dos mandatos como Presidenta de Chile, por lo que no era una desconocida en las Naciones Unidas. Hoy está convencida de que su experiencia política fue muy útil en la ONU para los derechos humanos.
“Podía ponerme en el lugar de la persona que estaba tomando esas decisiones, y trataba de pensar cuáles podían ser los argumentos que les convencieran de respetar los derechos humanos. Que no sólo es lo correcto, sino también lo inteligente”.
La presión de China
Es posible que Bachelet sea más recordada por las presiones a las que se vio sometida para publicar un informe de la ONU sobre las condiciones en la provincia china de Xinjiang, donde, según grupos de derechos humanos, Pekín había internado hasta un millón de uigures en “campos de reeducación”, separando a los niños de sus padres y obligando a las mujeres a someterse a esterilización.
El informe se retrasó durante meses, mientras distintas partes (incluida China) discutían sobre su contenido. Bachelet recuerda que casi a diario le insistieron en que lo aplazara o lo publicara.
Yo les decía: “Miren, si ustedes me piden que no publique esto, mañana me llamará otro gran país y me dirá que no, que publique esto. Así que lo único que puedo hacer es volver a casa. Porque tengo que hacer mi trabajo”.
Finalmente, a cinco minutos de la medianoche de su último día en el cargo, Bachelet publicó el informe. Era contundente, y sugería que China estaba cometiendo posibles crímenes contra la humanidad.
Las vidas de las personas de piel negra importan en EEUU
Aunque China dominó el mandato de Bachelet, hay otro asunto por el que debe ser recordada: su labor en favor de los derechos de los afrodescendientes en Estados Unidos
El asesinato de George Floyd a manos de un policía estadounidense desató la indignación mundial. En Ginebra, Derechos Humanos de la ONU proporcionó apoyo, y una plataforma, a las familias de aquellos (y hay muchos) que habían sido asesinados de forma similar. Entre ellos estaba Philonise Floyd, hermano de George Floyd, que se dirigió al Consejo de Derechos Humanos en 2020.
Bachelet estableció públicamente la conexión entre el legado de la esclavitud y el colonialismo, y la discriminación sistémica de los afrodescendientes en ese país. Pidió reparaciones por “siglos de violencia y discriminación”.
¿Saldrá algo de este llamamiento? “No lo sé”, es su sincera respuesta, pero al menos, en su opinión, el debate ha comenzado.
¿Y qué pasa con la Declaración Universal ahora que cumple 75 años? Bachelet desconfía de los llamamientos a cambiarla para reflejar la nueva conciencia de igualdad e identidad. La Declaración ya dice que “todos los pueblos, todas las personas, todos están incluidos en ella. Eso es suficiente”.
“La Declaración Universal sigue siendo válida. Porque da una norma mínima de cómo podemos vivir juntos”.
Adaptación del inglés al español: Patricia Islas
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