«Suiza no necesita valedor» ante la Unión Europea
España, que en reiteradas ocasiones ha manifestado su voluntad de estrechar los lazos entre Berna y Bruselas, asume este 1º de enero la Presidencia de la Unión Europea (UE).
¿Cuál es la óptica de Madrid con respecto a temáticas sensibles en la Confederación tales como el secreto bancario o la iniciativa anti-alminares?
Para el representante oficial de España ante Berna, Fernando Riquelme, “Suiza ha demostrado su voluntad de adaptarse a las normas de la OCDE en materia de secreto bancario y Suiza no necesita “valedor” ante la Unión Europea.
El embajador descarta igualmente que el resultado del referendo del pasado 29 de noviembre, que prohíbe la construcción de nuevos minaretes en el país, pueda tener incidencia en las relaciones de la Confederación con la UE o del Occidente con el Islam.
“Yo creo que es un episodio que está inserto en los problemas que surgen del contacto de las civilizaciones “.
swissinfo.ch: ¿Cuáles son los objetivos de España al frente de la Unión Europea durante los seis primeros meses de este 2010?
Fernando Riquelme: España enfrenta el reto principal de poner en marcha todas las disposiciones del Tratado de Lisboa que, aparte del sistema de votaciones en el interior de la UE, aporta dos nuevas instituciones: la presidencia permanente de la UE y la figura del alto representante, una especie de ministro de Exteriores de la UE, que a su vez es vicepresidente de la Comisión.
swissinfo.ch: ¿Y los principales desafíos?
F.R.: La visión a futuro de la UE de España, que ha sido definida precisamente aquí en Suiza por el ministro Miguel Ángel Moratinos ante el Consejo de los Estados, es una política de una Unión amplia en la que, con carácter inmediato, se cierren las negociaciones con determinados países candidatos como por ejemplo Croacia; se avance y se cierre en la medida de lo posible también las negociaciones con países como Islandia, que han presentado su candidatura a integrarse a la UE, o iniciar las negociaciones de la UE con países sensibles a lo que usted mencionaba (voto del 29.11) como por ejemplo Turquía.
Pero hay un tercer grupo de países de los que nunca se habla y a los que España sí quiere que la UE defina una política determinada. Estos son los países pequeños tales como Liechtenstein, San Marino, Andorra, Mónaco, que normalmente no aparecen en el listado de preferencia de las relaciones exteriores de la UE y España, durante su presidencia, tratará de diseñar los lineamientos de la política exterior de la UE con esos países.
Se refirió usted a la visita del Sr. Moratinos a Suiza el pasado mes de octubre. En esa ocasión, el ministro comprometió de nueva cuenta los esfuerzos de España al frente de la UE para fortalecer las relaciones Berna-Bruselas. ¿De qué manera podría incidir en temas como el secreto bancario?
El del secreto bancario es más un tema de la OCDE que de la UE y es un tema que depende mucho más de Suiza que de los países europeos. Hay indicaciones de la OCDE para algunos países que estaban considerados paraísos fiscales o con una fiscalidad no acorde con las normas de la OCDE, de firmar acuerdos de transparencia fiscal, de información fiscal con una serie de países,
En ese sentido, España tenía en su momento el acuerdo más moderno de fiscalidad que existía entre Suiza y un país europeo, y ya se había previsto una fórmula para adaptar ese acuerdo a las nuevas modalidades que Suiza pudiese firmar con otros países europeos, que es lo que últimamente ha hecho con Dinamarca y otros países.
No creo que en este momento Suiza tenga necesidad de ningún valedor, salvo ella misma, para avanzar en ese tema del secreto bancario en sus relaciones fiscales con otros países.
swissinfo.ch: ¿Cuál es su apreciación con respecto a las medidas emprendidas por Suiza con respecto al secreto bancario en el último año?
F.R.: Es evidente que Suiza ha demostrado una voluntad de querer adaptarse a las normas de la OCDE.
swissinfo.ch: El pasado 29 de noviembre el pueblo suizo votó a favor de una iniciativa que prohíbe la construcción de nuevos alminares, lo que generó diversas críticas dentro y fuera del país. ¿Cuál es su lectura al respecto?
F.R.: Al principio hubo una reacción muy crítica del comportamiento del electorado suizo, pero creo que esa crítica se va matizando conforme pasan los días y no parece que las consecuencias de ese referéndum con respecto a la opinión Europa sobre Suiza, vayan a tener una importancia grande.
Yo creo que es un episodio que está inserto en los problemas que surgen del contacto de civilizaciones y precisamente España, junto con Turquía, tuvo, en el ámbito de las Naciones Unidas, la iniciativa de lanzar la Alianza de Civilizaciones, porque tenía esa visión de la posible incomprensión y el conflicto consecuente en el contacto de civilizaciones, como la Occidental y la Islámica, que pueden surgir en muchos países de Europa, entre ellos el suizo.
swissinfo.ch: ¿Cree que este asunto pueda tener un impacto posterior en la relación del Occidente con el Islam?
F.R.: No. Creo que puede ser un episodio pasajero porque, como he dicho, hay que matizar mucho el hecho y saber de lo que se está hablando: No se está prohibiendo el ejercicio de una religión, no se está prohibiendo el establecimiento de lugares de culto, sino simplemente el pueblo suizo se ha pronunciado sobre un aspecto paisajístico y urbano, si me apura, que en principio no tendría que estar ligado a un conflicto ni religioso ni de civilización que en definitiva no lo hay.
Yo creo que es un tema que hay que matizar mucho. Yo sólo soy un testigo cercano de lo que ha sucedido en Suiza y mi opinión es una más.
Marcela Águila Rubín, swissinfo.ch
¿Cómo caracteriza usted la relación entre Suiza y España?
F.R.: Es una relación muy madura y dentro de esa madurez, muy buena, sin ningún contencioso que pueda arrojar la mas mínima sombra. Son dos países que han tenido una relación muy estrecha por los españoles en este país, que mantienen unas relaciones comerciales, económicas importantes y que, por tanto, podrían incluso calificarse de modélicas entre dos países que tratan de complementarse y de mantener una amistad sin asomo de conflictos.
¿Cuál es la situación actual de la comunidad española?
En este momento la comunidad española en Suiza se acerca a las 100 mil personas. Es una cifra que va disminuyendo paulatinamente, teniendo en cuenta el largo historial de la presencia de trabajadores españoles en Suiza.
Hay un retorno de estos españoles, generalmente en el momento de su jubilación, que sin embargo, mantienen sus lazos con Suiza porque fundamentalmente las generaciones jóvenes que han nacido aquí, tienen la doble nacionalidad española y suiza y son generaciones de no retorno; es decir, que normalmente están insertas en la sociedad suiza y que se consideran suizos totalmente a la par que españoles, pero que tienen su vida y sus intereses en este país.
¿En cuanto a los suizos que visitan o se establecen en España…?
F.R.: Hay un flujo que se mantiene de jubilados que establecen su residencia en España o que pasan allá gran parte del año. Y también hay un flujo de turismo importante, del orden de un millón y medio de personas.
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