
Profesor nicaragüense exiliado en Costa Rica alerta operación de inteligencia en su contra
San José, 4 oct (EFE).- El profesor universitario nicaragüense exiliado en Costa Rica Adrián Meza Soza denunció este sábado una operación de inteligencia en su contra, de la que responsabilizó al Ejército de Nicaragua.
Meza Soza denunció un intento de localización de la casa en la que reside en San José, donde se exilió por motivos de seguridad desde febrero de 2022, tras la ilegalización de la universidad privada que dirigía.
Así lo explicó en una carta abierta dirigida a los directores de los órganos de inteligencia del Ejército y al Gobierno de los esposos y copresidentes de Nicaragua, Daniel Ortega y Rosario Murilllo.
«El día de hoy en horas de la mañana, en el sitio en el que vivo en el exilio en San José, el cuerpo de vigilancia se comunicó conmigo para informarme que un desconocido solicitaba entrar al núcleo de viviendas para ‘entregarme mi vehículo ya reparado’ dando mi nombre, y mi numero de casa», relató Meza, quien era rector de la Universidad Paulo Freire de Nicaragua, ilegalizada por la Asamblea Nacional (Parlamento) a petición del Ejecutivo sandinista.
«Los vigilantes no dejaron entrar al intruso, quien al verificar que se me estaba informando de la inusual visita, desapareció sin dejar rastro», afirmó este abogado de profesión.
«Para quienes alguna vez tuvimos experiencia en inteligencia militar y operativa, esta parece ser una clásica operación de ‘verificación y localización del objetivo'», explicó.
Meza Soza dijo que toma en serio «este incidente» porque han ocurrido «siete asesinatos políticos transfronterizos», del que opositores han señalado al Ejército y al Gobierno de Nicaragua.
Uno de estos asesinatos fue el del disidente desnacionalizado Roberto Samcam, un mayor en retiro del Ejército nicaragüense, naturalizado español y asesinado a tiros el 19 de junio de 2025 en su residencia en San José, donde se hallaba refugiado desde 2018.
Invitación a la reflexión de Ortega y Murilllo
El profesor aclaró que no busca protagonismo «o victimización gratuita con este hecho, por los costos de intranquilidad, zozobra y angustia que esto le provoca normalmente a los familiares y seres queridos cuando nos presienten en riesgo», pero dada las circunstancias se tomaba la libertad de hacerlo público y hacerles preguntas a Ortega, Murillo y al Ejército.
«¿Ustedes creen realmente que el asesinato político como práctica imputada y reconocida en el régimen que representan y dirigen, les ha dejado en verdad más beneficios que consecuencias negativas?», cuestionó Meza Soza.
El letrado también invitó a la pareja de copresidentes a escuchar «las voces que, desde el interior de sus propias estructuras de mando militar y gobierno civil (…) les vienen señalando la inutilidad práctica que tiene el asesinato político transnacional cuando el mismo no logra que cunda el pánico entre el exilio, ni asegura que las voces que ustedes callan a sangre y fuego no sean sustituidas por nuevas voces que se elevan con renovada indignación y sed de justicia».
«¿Qué sentido práctico tiene continuar la matanza de dirigentes opositores fuera de Nicaragua, si eso profundiza el aislamiento de su régimen y coloca en una situación embarazosa e impresentable a los que todavía se atreven a defenderlos en ámbitos e instancias de cabildeo y diplomacia internacional?», señaló Meza Soza.
El catedrático dijo que no esperaba «una reflexión brillante sobre estas interrogantes, pero aún las dictaduras más cerradas y sangrientas suelen tener un ápice de sentido común, cuando se quieren perpetuar y convertirse en un régimen de linaje dinástico prolongado en el tiempo».
Los defensores de derechos humanos nicaragüenses en el exilio, como el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, y la Fundación Sin Límites, han dicho que la «persecución transnacional existe» y que sus organizaciones han documentado denuncias al respecto.
Organismos nicaragüenses han pedido a Costa Rica esclarecer el asesinato de Samcam y los atentados contra el activista Joao Maldonado, que exiliados opositores de ese país se lo atribuyen al Gobierno de Ortega y Murillo. EFE
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