El dinero de Kabuga y el papel de una radio en el genocidio tutsi en Ruanda
Imane Rachidi
La Haya, 28 sep (EFE).- Félicien Kabuga, de 87 años, es considerado una figura clave en el intento de exterminio de la minoría tutsi en 1994 en Ruanda: la justicia internacional le juzgará desde este jueves por presuntamente patrocinar milicias hutu, y financiar una emisora de radio que incitaba al asesinatos de tutsis e identificaba escondites de las víctimas.
El Mecanismo Residual Internacional de los Tribunales Penales -establecido para concluir la labor iniciada, entre otros, por el Tribunal Penal Internacional para Ruanda- abre mañana el juicio contra Kabuga por cargos de genocidio y crímenes de lesa humanidad por su presunto papel al frente de la radio RTLM en 1994.
Tras décadas huido, Kabuga fue detenido cerca de París por las autoridades francesas en mayo de 2020 y en octubre fue transferido a la custodia del Mecanismo en su subdivisión de La Haya, aunque en principio le correspondía ser juzgado en la subdivisión de Arusha (Tanzania), a donde no fue trasladado por el riesgo de contagio con la COVID-19.
El tribunal optó por celebrar el juicio en La Haya en vista de su edad, su derecho a un proceso sin demoras indebidas (su traslado a Arusha “presenta riesgos de interrupción del entorno familiar” del acusado, lo que retrasaría el juicio), y sobre todo por su mala salud, puesto que Kabuga sufre un “deterioro cognitivo, se encuentra en un estado vulnerable y frágil, y requiere cuidados”.
La acusación en el caso establece que entre el 6 de abril y el 17 de julio de 1994 ocurrió un genocidio contra el grupo étnico tutsi en Ruanda, y que, en todo el país, hubo ataques generalizados y sistemáticos contra la población civil basados en la identificación étnica o por motivos políticos, y el acusado habría jugado un rol clave en lo ocurrido.
“Kabuga, uno de los fundadores de la estación de radio RTLM, operó la emisora, junto a otros, de manera que fomentó el odio y la violencia contra los tutsi y otros. Acordaron difundir un mensaje antitutsi con el objetivo de eliminar esa etnia en Ruanda (…) incitó directa y públicamente a cometer genocidio y persecución a través de transmisiones denigrantes y amenazantes”, asegura la acusación sobre el empresario ruandés.
En las transmisiones radiofónicas mencionadas, se identificó “expresamente” a algunas personas como “tutsi”, o como “cómplices” o “aliados” del Frente Patriótico Ruandés -asociado tradicionalmente a la etnia tutsi- y, en algunos casos, dice la acusación, proporcionaron ubicaciones y otros datos que alentaron o facilitaron asesinatos.
La implicación de Kabuga en estos crímenes ha sido por cofinanciar las operaciones de RTLM, por su ayuda, instigación y complicidad con la conducta delictiva de los periodistas de esa emisora, el grupo paramilitar Interahamwe y otras personas cuyos delitos fueron asistidos o instigados por emisiones de RTLM durante el genocidio de 1994.
Se le acusa también de brindar apoyo material, logístico, financiero y moral a bandas de los Interahamwe que participaron en ataques y asesinatos contra los tutsi en controles de carreteras y sus casas en diferentes regiones, e incluso de recaudar fondos para comprar armas y municiones.
Según estimaciones de Naciones Unidas, unas 800.000 personas fueron asesinadas en Ruanda en cuestión de meses (en muchos casos con machetes que presuntamente Kabuga compró en masa) durante el intento de exterminio de los tutsi, cuya población es de unos 4 millones de personas repartidos por Ruanda, Burundi y el Congo.
En noviembre de 2020, cuando compareció por primera vez ante el Mecanismo desde el que se emitió su orden de arresto en 1997, Kabuga se declaró no culpable de todos los cargos. Durante los últimos dos años, su estado de salud físico y mental fue sometido a un análisis pormenorizado con el objetivo de determinar si está preparado para afrontar el juicio.
Estos jueves y viernes están previstas las declaraciones de apertura del juicio, y se espera que la Fiscalía comience a presentar las pruebas incriminatorias el 5 de octubre. Por consejo médico debido a la delicada salud de Kabuga, se celebrarán sesiones judiciales tres días a la semana, de dos horas al día. EFE
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