
Sanas, puras y mansas: la exportación de abejas reina desde Chile vive un «boom»
Santiago de Chile, 19 jun (EFE).- El aislamiento geográfico de Chile, rodeado por la cordillera de Los Andes, el desierto de Atacama y el océano Pacífico, ha hecho que sus abejas reina gocen de una pureza y una salud envidiables en la región y que su exportación al hemisferio norte se haya convertido en un negocio prometedor.
Según datos de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), las exportaciones de abejas crecieron un 52 % en 2024 con respecto al año anterior y Canadá se consolidó como el primer país de destino, seguido de Europa.
El pasado abril, se alcanzó un nuevo hito en la industria apícola nacional -hasta ahora casi totalmente centrada en la producción de miel y la prestación de servicios de polinización-, ya que se efectuó la primera exportación a Centroamérica, concretamente a Costa Rica.
«Chile se mantiene libre de las enfermedades limitantes del comercio para la especie y tiene acuerdos sanitarios oficiales que permiten su ingreso a otros territorios, apoyados por el sistema de prevención, control y vigilancia de enfermedades que tiene el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG)», dijo a EFE José Guajardo Reyes, director nacional de la institución.
«Libres de africanización»
José Tomás Valdebenito, veterinario y apicultor desde hace 14 años, busca en una de sus 1.200 colmenas a la abeja reina, la toma con los dedos y la mete en una cápsula junto a cinco nodrizas que la irán alimentando.
Viajarán en las próximas horas desde el valle de Villa Alemana, a 100 kilómetros al oeste de Santiago, hasta Canadá, Francia o Alemania.
Valdebenito, que de media envía al extranjero cerca de 4.000 ejemplares al año, explicó a EFE que el «boom» del negocio se explica principalmente por la merma que están sufriendo las colmenas en el hemisferio norte, «sea por inviernos más crudos o por el uso de pesticidas, dos factores que hacen más difícil que las abejas sobrevivan».
La contra temporada hace que el momento álgido para la exportación de abejas desde Chile sea el fin del verano austral, de tal modo que las abejas chilenas ayuden a compensar las pérdidas registradas en las colmenas en el invierno del hemisferio norte.
Además de su calidad genética y de la ausencia de enfermedades, las abejas chilenas destacan por su alta resiliencia a los cambios de clima, por la rápida producción de crías en primavera y, especialmente, por su mansedumbre, apuntó Valdebenito, que ha hecho mejoras genéticas en sus colmenas para obtener una de las variedades más cotizadas fuera, la Buckfast.
A diferencia de otros países en Suramérica, apuntó, las abejas chilenas gozan de fama mundial por estar «libres de africanización, un proceso que sucede tras el cruce de abejas de diferentes especies con otras de origen africano, más agresivas y de difícil manejo», que dificulta considerablemente la labor apícola e incrementa considerablemente los costos de producción.
Amenazadas por el hombre
Para que los compradores confíen en las abejas reinas de Valdebenito y de otros apicultores chilenos, se debe pasar un proceso de certificación.
En el laboratorio de la Universidad de Chile, en Santiago, el investigador Andrés Vargas estudia la genética y la salud de distintas abejas reina, a las que extrae muestras de sus fibras musculares para determinar su ADN.
«Las abejas de Chile son especiales debido a que pertenecen casi a un puro componente poblacional, principalmente ‘apis mellifera ligústica’ y ‘apis millifera cárnica'», destacó a EFE Vargas.
Con más de 20.000 especies en el mundo, las abejas cumplen un rol fundamental en los sistemas agroalimentarios y la salud de los ecosistemas debido a la polinización: un tercio de la producción mundial de alimentos depende de ellas, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
En la actualidad, sin embargo, están cada vez más amenazadas por las actividades humanas y han sufrido mermas en todo el mundo debido a la pérdida de hábitat, las prácticas agrícolas intensivas, los cambios en los patrones climáticos y el uso excesivo de productos agroquímicos como los pesticidas.
Un estudio reciente de la Universidad Estatal de Washington reveló en mayo que este año se podrían perder entre el 60 % y el 70 % de las colonias estadounidenses de abejas melíferas, la especie con mayor distribución en el mundo.
«Chile, con sus fronteras, es una isla epidemiológica (…) Nuestras abejas -apuntó el investigador- se pueden ocupar para mejoramiento genético en territorios que han sido asolados, por ejemplo, por la africanización de colmenas». EFE
ap/mmm/ppa/enb
(foto)(video)