En Chile: nuevas réplicas, duelo y vuelta a clases
Una nueva réplica de 6.6 grados sacudió este viernes Concepción, una de las ciudades más afectadas por los sismos y maremotos que han asolado Chile desde el 27 de febrero con una colosal estela de devastación.
El retiro de escombros y la cuantificación de los daños persisten, pero la sociedad chilena comienza a abrir brechas de vuelta a la normalidad: el próximo lunes, los niños vuelven a clases. Entre ellos, los alumnos del Colegio Suizo.
“La presidenta de la República (Michelle Bachelet) decretó un duelo nacional de tres días a partir del domingo a media noche en memoria de los chilenos y las chilenas fallecidos”, anunció la víspera el viceministro Patricio Rosende.
El número de personas que perdieron la vida aún es incierto. Las autoridades habían hablado de alrededor de 800 y en un informe difundido el jueves por la noche precisaron que había una lista de 279 víctimas fatales “plenamente identificadas”.
Por otra parte, continúa el reparto de víveres y medicamentos entre los habitantes de las zonas más afectadas, donde en los días posteriores al primer gran movimiento telúrico se registraron actos de pillaje.
Caritas Suiza anunció este viernes el envío de 20 camiones con 35.000 paquetes de ayuda alimentaria, amén de la distribución de artículos de higiene.
El Colegio Suizo reinicia actividades
Expertos helvéticos que llegaron el jueves (04.03) a Chile para colaborar con el Gobierno tras el terremoto, efectuaron una revisión de las instalaciones de la institución escolar.
Friedrich Lingenhag, director del Colegio Suizo, comenta con swissinfo.ch los resultados de esta evaluación y cómo enfrentó la comunidad escolar esta catástrofe natural.
“El temor aún se percibe en la gente de la comunidad”, señala Lingenhag, si bien reconoce que se trata de un sentimiento normal y esperable tras un evento tan traumático como éste. “Personalmente, más que el miedo era la sensación de no tener el control de lo que está pasando, de no poder hacer nada. Es como si fuésemos unas marionetas, manejadas por una fuerza externa que hace con uno lo que quiere”, relata.
Afortunadamente -señala- en la comunidad escolar no hay muertes que lamentar, aunque sí algunos alumnos con viviendas muy dañadas. El colegio, en tanto, resistió bastante bien los embates del seísmo.
Daños superficiales
El primer paso tras el terremoto fue reunirse con un inspector de obras para verificar si había daños en el edificio. “Se cayeron muchos libros, pero el resto, nada grave. Verificamos que sólo había algunas pequeñas grietas en las paredes, pero todo a nivel superficial”, resume Lingenhag.
Posteriormente, se hizo un recorrido por las salas junto a los profesores para que cada uno pudiera entregar sus propias observaciones. Y finalmente llegó el visto bueno de la comisión de expertos suizos en sismología que arribó ayer al país para colaborar con la Oficina Nacional de Emergencias del Ministerio del Interior (Onemi).
“Nos confirmaron que los daños no son estructurales y que, por lo tanto, no hay ningún inconveniente para comenzar las clases. Por supuesto, habrá que hacer algunas reparaciones, especialmente en la pintura y terminaciones por las pequeñas fisuras que se produjeron”.
Hace poco, el colegio estrenó un nuevo edificio para la enseñanza media que, según explica Friederich, pasó el examen con nota destacada.
“Tanto la parte antigua -con más de 20 años- como la nueva están bien construidas, pero se nota que hay una diferencia a favor de la segunda. El año pasado nos demoramos en inaugurarla, queríamos que todo funcionara a la perfección y este evento nos da la razón, porque en el edificio nuevo apenas hubo una fisura, que es del desagüe”, apunta.
Familias sin vivienda
La realidad de los apoderados del colegio es un poco distinta y variada. Si bien no hay heridos graves ni fallecidos producto del seísmo, las viviendas de algunos miembros de la comunidad escolar resultaron muy dañadas.
“Hay al menos una familia que quedó sin lugar donde vivir, porque tras la inspección técnica de su departamento, se determinó que éste era inseguro y que tenían que desalojarlo”, cuenta
Por ello están confeccionando un registro entre la comunidad escolar, para encontrar viviendas que puedan facilitar temporalmente a estas familias.
“Hasta el momento no han llegado muchos casos de este tipo, pero es posible que con el correr de los días, estas situaciones aparezcan más claramente”, agrega.
La comunidad del colegio se organizó además para ayudar a los damnificados, específicamente a la localidad costera de Constitución, víctima del tsunami posterior al terremoto.
“El grupo scout organizó una colecta en la que reunieron víveres y otros productos que partirán esta noche (jueves) en un camión rumbo al sur”, precisa Friederich.
Por su parte, los profesores decidieron donar los dineros destinado para celebrar su día a favor de los damnificados. El dinero será entregado a través de la campaña nacional Teletón.
Paralelamente, mantienen una campaña de recolección en ayuda de una escuela de la localidad de Quinchamalí (a 100 km del epicentro del terremoto) que el colegio apadrinó en 2007.
“Ellos no fueron tan afectados como otros pueblos cercanos, principalmente porque no están cercanos a la costa. Sabemos que ahora se están ayudando unos a otros, a pesar de no tener agua y la luz (que recién llegó hoy). Pero tenemos que ver qué pasará dentro de una semana o dos, si tendrán víveres o no”, indica.
Será en este escenario en que los alumnos intentarán retomar la rutina y los cuadernos, a partir del lunes 8.
“Habrá que bajarle un poco el perfil al asunto, porque el susto y el trauma que causa en los adultos el terremoto puede transmitirse muy rápido a los niños, con consecuencias negativas para ellos. Habrá que fijarse en eso también”, concluye.
Mariel Jara, Santiago de Chile, swissinfo.ch
Diversas entidades helvéticas han exhortado a la solidaridad y ponen a disposición de los donantes las cuentas siguientes:
Cadena de la Solidaridad: CP 10-15000-6 (mención Chile); Cruz Roja Suiza 30-4200-3 (mención sismo Chile) y Caritas Suiza 60-7000-4 (mención sismo Chile).
Este jueves llegó a Chile una comisión de expertos en sismología para trabajar en conjunto con la Oficina pública de Emergencias, Onemi.
La embajada señaló que otras colaboraciones se determinarán con base en la evaluación que entregue otra comisión suiza que viajó a las zonas más damnificadas.
Las medidas responden al llamado de ayuda efectuado por la Presidenta, Michelle Bachelet a la comunidad internacional ante la amplitud de la devastación en el país.
La mandataria entregó una lista de prioridades, entre las cuales se encuentran la asistencia de evaluadores sísmicos.
El Colegio Suizo debía comenzar sus clases el 3 de marzo, pero el Gobierno decretó que una postergación de actividades escolares hasta el 8 de marzo para las zonas declaradas de catástrofe.
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