Sudáfrica celebrará el domingo un servicio oficial en memoria de De Klerk
Johannesburgo, 8 dic (EFE).- Sudáfrica celebrará finalmente un servicio oficial en recuerdo de Frederik Willem de Klerk, el último presidente blanco del país y líder que abrió la puerta al fin del «apartheid», pese a la polémica desatada en el país por los homenajes al último gran dirigente de ese sistema de segregación racista.
La ceremonia, a la que estarán invitados dirigentes políticos y otras personalidades del país, se celebrará este domingo en Ciudad del Cabo (suroeste), donde residía el expresidente con su familia y falleció el pasado 11 de noviembre.
«Debido a las regulaciones sobre la covid-19, la asistencia al servicio funeral estará limitada», advirtió el Gobierno al anunciar esta medida anoche en un comunicado.
De Klerk ya fue despedido en un funeral a puerta cerrada restringido a sus allegados el pasado 21 de noviembre y sus restos mortales fueron incinerados.
La familia y la Fundación FW de Klerk lo decidieron así mientras en el país numerosas personalidades alzaban públicamente la voz contra la posibilidad de que al último presidente del «apartheid» fuera a concedérsele un funeral de Estado.
Grupos políticos como los Luchadores por la Libertad Económica (EFF, por sus siglas en inglés) -partido de extrema izquierda y tercera mayor fuerza del país- amenazaron incluso con convocar protestas si el Ejecutivo optaba por esa fórmula de honor, reservada a las grandes figuras del país y a antiguos jefes de Estado.
A modo de homenaje oficial, el Gobierno declaró en noviembre 4 días de duelo por De Klerk y señaló la intención de celebrar un servicio funeral oficial en una fecha posterior por determinar.
De Klerk falleció a los 85 años a consecuencia de un mesotelioma, un agresivo tipo de cáncer que afecta al mesotelio, el tejido que recubre los pulmones, el estómago, el corazón y otros órganos.
Presidente de Sudáfrica entre 1989 y 1994, fue el líder que abrió la puerta al desmantelamiento del «apartheid» en 1990, en un escenario de gran presión internacional y sólo después de más de cuatro décadas de opresión total para la mayoría «no blanca» del país.
Pese a ese logro y a su desempeño político en democracia -De Klerk fue uno de los dos vicepresidentes del Gobierno de unidad encabezado por Nelson Mandela-, su legado es controvertido en la nación austral africana, donde la herencia del «apartheid» continúa aún muy presente en forma de grandes desigualdades socioeconómicas.
A De Klerk se le recrimina, por ejemplo, haber tratado de justificar los principios segregacionistas o incluso de negar que el «apartheid» fuera un crimen de lesa humanidad hasta en sus últimos años.
En un mensaje en forma de vídeo póstumo difundido por su fundación el día de su fallecimiento, De Klerk expresó como «último mensaje» al pueblo sudafricano que reiteraba su petición de disculpas por el daño causado por aquel brutal régimen racista. EFE
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