
Unas 4.000 personas demandan por polución fluvial a empresas en mayor caso del Reino Unido
Londres, 8 oct (EFE).- Unos 4.000 residentes y empresarios han acusado ante el Tribunal Superior a dos productoras avícolas y a la compañía de aguas Welsh Water de contaminar los ríos Wye, Lugg y Usk, en la frontera entre Inglaterra y Gales, en la mayor demanda medioambiental de la historia del Reino Unido.
La acción colectiva, que gestiona el despacho jurídico Leigh Day, denuncia a Avara Foods Limited y Freemans of Newent Limited, dedicadas a la producción intensiva de pollo, así como a la empresa pública Dŵr Cymru Welsh Water, por los vertidos de desechos avícolas y aguas residuales que habrían degradado los ecosistemas fluviales desde 2019.
Los demandantes, entre ellos vecinos, empresarios turísticos y propietarios de terrenos ribereños, reclaman indemnizaciones «sustanciales» por las pérdidas económicas, el deterioro ambiental y las molestias causadas por olores, insectos y ruido.
También piden al tribunal que ordene a las compañías limpiar los ríos y restaurar su salud ecológica.
La demanda alega que el vertido de estiércol de pollo y lodos de depuradora ha elevado los niveles de fósforo, nitrógeno y bacterias, favoreciendo la proliferación de algas que agotan el oxígeno del agua, asfixian a los peces y dañan la fauna fluvial.
Welsh Water, la compañía de aguas de la zona, también es acusada de haber vertido aguas residuales sin tratar en el río Usk.
Los afectados solicitan asimismo compensación por el detrimento causado por la moratoria urbanística que el condado de Herefordshire impuso en 2019 alrededor del río Lugg para evitar nuevos daños, una restricción que, según sostienen, les ha provocado pérdidas de decenas de miles de libras en tasas de planificación y proyectos bloqueados.
Las tres empresas han negado las acusaciones ante el bufete y deberán presentar ahora su defensa ante el tribunal, donde se iniciará un proceso si el caso no se resuelve de forma extrajudicial.
El abogado Oliver Holland, socio de Leigh Day, afirmó que el caso representa «la culminación de un esfuerzo extraordinario de las comunidades locales para proteger sus ríos».
Subrayó que el tribunal escuchará a expertos sobre los daños ambientales y podría ordenar a los responsables «restaurar estos ecosistemas vitales».
«Este es el mayor proceso judicial por contaminación ambiental jamás planteado en el Reino Unido», aseguró Holland.
«En un contexto en el que el Gobierno y los reguladores han fracasado en prevenir la degradación de nuestros ríos, el tribunal se ha convertido en la última vía para hacer justicia», añadió. EFE
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