
Unesco da este lunes un paso clave para elegir nuevo director, con El-Enany como favorito
París, 5 oct (EFE).- El Consejo Ejecutivo de la Unesco celebrará este lunes una votación clave para definir a su próximo director general, un puesto que se disputan el egipcio Khaled El-Enany, quien a priori parte como favorito, y el congoleño Firmin Edouard Matoko.
Se trata de un paso crucial previo a la elección final, que tendrá lugar el 6 de noviembre en Samarcanda (Uzbekistán), donde estarán representados todos los países en la sesión número 43 de la Conferencia General de la Unesco.
Justo un mes antes de esa cita, el Consejo Ejecutivo -que está formado por 58 integrantes que los Estados miembros eligen cada cuatro años y que constituye la principal instancia de toma de decisiones para el funcionamiento de la Unesco- debe votar, entre los dos aspirantes, al que será su propuesta de director general.
En toda su historia, la Conferencia General nunca ha votado en contra del candidato propuesto por el Consejo Ejecutivo para el puesto, por lo que el anunciado como ganador este lunes será, salvo una enorme sorpresa, el sucesor de la francesa Audrey Azoulay, quien desempeñó el cargo durante los últimos ocho años.
La elección, que se realizará en la sede de la Unesco en París, será a puerta cerrada y mediante voto secreto a partir de las 18 horas (16 GMT).
Solo en el caso de que ninguno de los dos nombres obtenga una mayoría se celebraría una segunda votación, al día siguiente y a la misma hora.
El favorito, un egiptólogo que haría historia
El-Enany, un reputado egiptólogo que ejerció de 2016 a 2022 como ministro de Turismo y Antigüedades de su país, parte como favorito a pesar de ser un candidato externo, tras una larga campaña de más de dos años para recabar apoyos.
Cuenta con el respaldo de la Unión Africana y de la Liga de Estados Árabes, así como de naciones como España, Brasil, Austria o Francia, que le han manifestado públicamente su apoyo.
Nacido en Giza en 1971, de resultar elegido haría historia como el primer director general árabe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
En su campaña apostó por una «Unesco para el pueblo» que sitúe «a las personas en el centro de su misión, sin distinción ni discriminación, sin dejar a nadie atrás».
Su visión implica, según los documentos de presentación de su candidatura, actuar «eficazmente para mejorar la vida de las personas, trascender las fronteras, permitir que las naciones prosperen en paz y dignidad, y cultivar juntas la esperanza de un futuro mejor».
El congoleño Matoko, segundo en liza
El congoleño Firmin Edouard Matoko, por su lado, parte con la ventaja de ser un aspirante interno, pero su campaña para convencer a los Estados miembros ha sido más limitada, ya que presentó su candidatura muy poco antes del final plazo habilitado, que se cumplió en marzo pasado.
Este diplomático y economista especializado en desarrollo ha trabajado en la Unesco desde 1985, si bien renunció este año a su cargo como subdirector general a cargo del Sector Prioridad África y de Relaciones Exteriores de la Unesco para poder centrarse en su campaña a director general.
Nacido en Brazzaville en 1956, su candidatura defiende que la Unesco sea, en primer lugar, una «idea al servicio a la paz», así como un espacio «privilegiado de diálogo y de solidaridad». Y eso en un mundo en el que se perfila un nuevo marco de gobernanza mundial, con el multilateralismo en cuestión.
Inicialmente, la carrera para suceder a Audrey Azoulay contaba también con una tercera aspirante, la mexicana Gabriela Ramos Patiño, que ejerce como subdirectora general de Ciencias Sociales y Humanas, pero ésta retiró finalmente su candidatura a finales de agosto.
El candidato que finalmente quede oficializado en Samarcanda tendrá un mandato de cuatro años, renovable para cuatro más. EFE
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