Pena capital: cómo las reformas bancarias suizas podrían afectar a UBS

La pugna de un año entre el banco y el Gobierno llegará a su punto álgido con las propuestas que se darán a conocer el viernes.
El Gobierno suizo presentará este viernes (6 de junio) sus tan esperadas reformas a las normas de capital bancario del país, y la propuesta central afectará a una sola empresa: UBS.
El Consejo Federal suizo (Gobierno) y los reguladores financieros han estado en desacuerdo desde el año pasado con la principal entidad crediticia del país -y la empresa de mayor importancia sistémica-, al proponer reforzar el sistema bancario nacional tras la desaparición de Credit Suisse.
La incertidumbre ha lastrado la cotización de UBS, cuyas acciones han caído un 3% durante el último año, mientras que el índice Euro Stoxx Banks, que sigue a los principales prestamistas de la zona euro, se ha incrementado en alrededor de un 40%.

El proyecto de ley previsto para el viernes establecerá una serie de medidas como parte de un paquete de resoluciones contra la bancarrota de entidades que son consideradas demasiado grandes para quebrar. Las más importantes serán, por mucho, las propuestas sobre la cantidad de capital obligatorio para la absorción de pérdidas que deberá tener UBS.
La cúpula directiva del banco considera que se les está castigando por la mala gestión de Credit Suisse -incluso por parte de las autoridades reguladoras- por el trabajo hecho en los años previos a su quiebra, al que sobrevino el rescate por parte de UBS.
En 2017, la autoridad reguladora FINMA concedió a Credit Suisse un alivio de capital que, en el terreno práctico, permitió al banco aumentar el valor de sus filiales extranjeras. El año pasado, la comunidad legisladora suiza criticó a FINMA por esta medida, calificándola de «incomprensible».
A pesar de la amplia campaña de presión pública y privada llevada a cabo por la dirección de UBS, las altas esferas del banco se han resignado a que el Gobierno proponga lo que consideran la más «extrema» de las opciones: obligarle a capitalizar íntegramente sus filiales extranjeras, una medida que, según afirma, aumentaría sus requisitos de capital total en un 50% con respecto a los niveles que tiene actualmente.
La forma en que el Gobierno imponga los requisitos de capital adicionales a UBS, así como los detalles relativos al calendario de aplicación, serán cruciales para determinar la gravedad del impacto que esto tendrá en el banco.
¿Cuáles son los posibles cambios normativos?
En el centro del enfrentamiento entre UBS y las instituciones políticas y reguladoras suizas se encuentra una propuesta para que los bancos con filiales extranjeras se sujeten a requisitos de capital adicionales para hacer frente a futuras crisis.
Las autoridades han argumentado que, dada la dimensión del banco tras la adquisición de Credit Suisse -la balanza general del UBS supera actualmente el valor de la economía suiza-, UBS necesita más capital como colchón frente a posibles pérdidas en sus unidades internacionales.
En la actualidad, la banca UBS está obligada a igualar el 60% del capital de sus filiales internacionales -como las de Estados Unidos y Reino Unido- con capital del banco matriz. Obligar a la entidad crediticia a igualar la totalidad del capital de estas unidades aumentaría sus requisitos en alrededor de 25.000 millones de dólares, según estimaciones de la empresa y de analistas.
«El Consejo Federal considera que un respaldo inferior al 100% sería problemático durante una crisis porque el valor de las filiales extranjeras se deterioraría rápidamente, y la venta urgente hipotética de una filial extranjera podría mermar considerablemente la capitalización de la empresa matriz», afirmó Giulia Aurora Miotto, analista de Morgan Stanley.
El Consejo Federal podría exigir a UBS que aumentara su capital, ya sea obligándola a deducir íntegramente sus filiales extranjeras del patrimonio neto del grupo o aumentando su ponderación de riesgo.
Las autoridades reguladoras son las que determinan cuánto capital se necesita para respaldar los activos ponderados por riesgo, conocidos como RWA.
Bajo el régimen actual, las filiales extranjeras de UBS tendrán, para 2028, su capital ponderado por riesgo al 400%. El Consejo Federal podría aumentar esa cifra hasta alrededor del 600% si quisiera que la empresa matriz de UBS igualara por completo el capital de sus filiales extranjeras.
Cómo funcionaría el enfoque de ponderación del riesgo
Supongamos que UBS tiene un requisito de ratio del 16,7 % de capital «en funcionamiento» con respecto a los activos ponderados por riesgo que posee, tal y como establecieron los analistas de Morgan Stanley el año pasado.
Si las filiales extranjeras tienen una ponderación por riesgo del 400%, eso implica una participación de capital del 67% por parte de la empresa matriz de UBS (ya que 400% x 16,7 % = 67 %).
Si las filiales extranjeras se ponderan por riesgo al 600%, la matriz tendría que igualar totalmente el capital de sus filiales extranjeras (ya que 600% x 16,7 % = 100 %).
Aurora Miotto afirmó que el enfoque ponderado por riesgo «tendría un impacto menor» para UBS, pero el enfoque de deducción de capital, considerado el resultado más probable, sí sería «más penalizador».
Las personas analistas de RBC, entre ellos Anke Reingen, codirectora de investigación financiera global, afirmaron que su «hipótesis de base» era que UBS se vería obligada a realizar una «deducción (de capital) total», y añadieron: «Cada 1.000 millones de dólares de capital adicional necesario supone un golpe del 1% a la capitalización bursátil (de UBS)».
¿Afectarán a la competitividad de UBS?
Si UBS se viera obligada a capitalizar íntegramente sus filiales extranjeras, su ratio de capital básico -una referencia clave para la solidez del capital- se situaría entre el 17% y el 19%, según los cálculos del banco, muy por encima del nivel exigido a las entidades internacionales que son sus competidoras.
Otras instituciones bancarias de importancia sistémica mundial, como HSBC, Deutsche Bank y Morgan Stanley, cumplen con requisitos mínimos de CET1 del 11,1%, el 11,3% y el 13,5%, respectivamente.
Los analistas de Goldman Sachs afirmaron que el aumento propuesto para el ratio CET1 de UBS «perjudicaría significativamente (su) competitividad frente a sus grandes homólogos internacionales».
Este es un punto que la alta dirección de UBS, incluidos el director ejecutivo Sergio Ermotti y el presidente Colm Kelleher, se han esforzado por destacar en los últimos meses.
«No somos magos», afirmó Ermotti en abril. «No seremos capaces de ser competitivos, ni de proveer o ser un motor de crecimiento para la plaza financiera o para la economía, si el marco regulatorio no es competitivo».
De forma adicional a las reformas que se anticipan, UBS ya está añadiendo 20.000 millones de dólares a su capital debido a la instrumentación temprana de Suiza de reglas globales, y también como resultado de que su talla aumentó luego de adquirir al Credit Suisse.
Producto de lo anterior, se ha especulado sobre la posibilidad de que UBS deba desprenderse de algunos de sus negocios internacionales.
«Dependiendo de la cantidad de capital adicional que se necesite, algunos negocios podrían dejar de ser rentables para UBS, llevando al banco a tomar decisiones estratégicas, como la posible venta del negocio en Estados Unidos», afirmó Aurora Miotto, de Morgan Stanley.
Una medida que supondría un duro golpe para la ambición de Ermotti y Kelleher de convertir UBS en una versión europea de Morgan Stanley, banca que también cuenta con una importante división de gestión patrimonial, pero cotiza a un múltiplo mucho más alto que su homóloga suiza. UBS ha identificado el crecimiento en Estados Unidos, especialmente en la gestión patrimonial, como una de sus prioridades estratégicas clave.
¿Cómo podría UBS mitigar el aumento de los requisitos de capital?
El Consejo Federal anunciará el viernes si las reformas de capital se aplicarán mediante un decreto gubernamental -en la práctica, una orden ejecutiva- o si la legislación será sometida al Parlamento para su consulta.
Si bien esta última opción ofrecería a UBS la posibilidad de presionar a la cúpula política para aligerar el nuevo régimen mientras se modifica el proyecto de ley, también prolongaría la incertidumbre a la que se enfrenta el banco. La comunidad observadora del sector estima que la ley propuesta no entraría en vigor antes del 2028 o, incluso, el 2029.
También está en el aire la cuestión de cuánto tiempo se le concederá a UBS para aplicar el nuevo régimen de capital una vez que haya sido concluido. Los analistas de Morgan Stanley afirmaron: «Cualquier plazo inferior a 10 años sería negativo, mientras que un plazo más largo sería recibido positivamente por el mercado».
RBC estimó que, según las previsiones de sus analistas sobre el flujo de caja libre del banco a partir de 2030, cada año adicional de instrumentación gradual proporcionaría a UBS 4.000 millones de dólares de capital.
Jérôme Legras, socio director de Axiom Alternative Investments, afirmó que una forma en que UBS podría mitigar el impacto del incremento de los requisitos de capital sería repatriar el exceso de capital de sus filiales hacia la banca matriz.
Por ejemplo, dijo, si una filial internacional tuviera 13.000 millones de dólares de capital, pero la autoridad supervisora local solo exige 10.000 millones, entonces UBS podría repatriar 3.000 millones. Esta medida requeriría la aprobación de la autoridad supervisora local, pero Legras afirmó que era probable que UBS solicitara la cantidad mínima necesaria en cada filial.
Se espera también que el Gobierno publique el viernes propuestas para mejorar la calidad del capital, dando un nuevo tratamiento a los activos que no son suficientemente recuperables en caso de crisis, como los costes de software interno y los activos por impuestos diferidos (DTA). RBC estima que estos ajustes podrían reducir hasta dos puntos porcentuales el ratio CET1 de UBS.
¿Cómo podrían reaccionar las acciones del banco?
El anuncio del viernes es un «evento de riesgo significativo» para el precio de las acciones de UBS, según los analistas de Morgan Stanley. Estiman que la variación potencial de las acciones ese día podría ser del 5%, al alza o a la baja.
Tras más de un año de incertidumbre, UBS tendrá algo más de claridad sobre la magnitud del reto regulatorio al que se enfrenta, pero es probable que la propuesta principal que reciba no sea del agrado del banco.
Copyright The Financial Times Limited 2025
Texto adaptado por Andrea Ornelas /CW.

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