Perspectivas suizas en 10 idiomas

Las Unidades de Movilización Popular, actor indiscutible en Irak

Un combatiente de las Unidades de Movilización Popular el 13 de junio de 2021 en Bagdad afp_tickers

Las Unidades de Movilización Popular, una coalición paramilitar pro-Irán que dirige la segunda formación del Parlamento iraquí, maneja miles de millones de dólares y acaba de ganarle un nuevo pulso al gobierno, tiene el mando en Irak, afirman muchos expertos.

Además, la victoria del ultraconservador Ebrahim Raisi en la elección presidencial de Irán, potencia chiita de la región, le de un impulso más Hashd al Shaabi, nombre árabe de la coalición.

Esta victoria de la línea dura en Irán supone, sobre todo, un triunfo del “bando de la resistencia”, como se autodenominan los aliados armados de Irán en Oriente Medio, señala Abu Ala al Walai, uno de los comandantes de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP), punta de lanza del movimiento anti-Estados Unidos en Irak.

Las FMP suelen aplaudir el lanzamiento de cohetes y de drones bomba contra instalaciones estadounidenses en Irak, aunque nunca han reivindicado responsabilidad alguna.

La coalición, creada en junio de 2014 e integrada en noviembre de 2016 al ejército iraquí, “no es una anomalía sino un ejemplo de cómo funciona el poder en Irak”, explica a la AFP Renad Mansour, investigador en Chatham House.

“Persigue los mismos objetivos que todos los partidos políticos en Irak: convertirse en la primera fuerza política en un sistema que, sin un verdadero Estado de derecho, permite llegar al poder sin rendir cuentas ni al pueblo ni al sistema”, apunta.

¿La prueba? Para desgracia del gobierno, que quería granjearse el favor de los activistas prodemocracia, las FMP lograron conseguir recientemente que uno de sus comandantes, sospechoso de estar relacionado con el asesinato de un militante, fuera liberado. La justicia adujo que no tenía pruebas suficientes contra él.

– “Más conectado que el primer ministro” –

Esta liberación “muestra hasta qué punto el Hashd tiene conexiones en el Estado e incluso más que el primer ministro”, Mustafa al Kazimi, agrga el experto.

Sus miembros están presentes en todas las ramas de las fuerzas de seguridad, que, “de hecho, ya no son una amenaza”, asegura a la AFP un oficial de alto rango.

En medio de esta ciénaga nadan también los políticos oficiales, pero entre bastidores. Todos dejan un margen de maniobra: además de la corrupción, que corroe todas las instituciones y partidos, algunos tienen armas y matones a servicio.

Las FMP también poseen grupos armados paralelos para poder golpear sin arriesgarse a que las señalen.

Con un pie en el Estado y otro fuera de él, esta coalición saca provecho de cualquier situación, afirman responsables y expertos.

Los grupos que componen las FMP tienen terminales terrestres y almacenes en Irak, donde la corrupción y los sobornos llenan sus arcas. Un dinero que ni siquiera necesitan para pagar a sus hombres, pues estos reciben un sueldo del Estado, al estar integrados en las tropas.

Así, los dólares de la corrupción y la extorsión acaban en bolsillos de diferentes jefes, ya sea en Irán (duramente golpeado por las sanciones estadounidenses) o en los de sus aliados en la región, como el Hezbolá libanés, defienden los expertos.

Por ejemplo, indica un responsable del sector bancario iraquí, “60.000 millones de dólares fueron enviados a Líbano” por “políticos y milicianos que desde hace 18 años cargan aviones con palés de dinero en metálico”.

– “Sistema político tóxico” –

Con unos ingresos así, las FMP ya no necesitan tanto el apoyo de una base popular. Y, sin embargo, es esa base la que propulsó a la coalición al segundo puesto de las formaciones del Parlamento, en 2018, pese a que solo era la segunda vez que se presentaba a las legislativas.

Pero, para las próximas elecciones, en octubre, sus mandos admiten que esperan obtener un resultado menor, ya que la “revolución de octubre” pasó entretanto y los centenares de miles de iraquíes que criticaron el sistema durante meses, acusan a las FMP de estar vinculadas a los asesinatos y a la sangrienta represión de los manifestantes (600 muertos, 30.000 heridos).

Al final, sus voces acaban contando bastante poco en un sistema controlado por partidos que “eligen juntos a un primer ministro de consenso que puede presentar el rostro de la reforma pero que, en realidad, esconde un sistema político muy tóxico”, sostiene Mansour.

Ironía del destino, el principal contrapoder de las Fuerzas de Movilización Popular es actualmente un jefe miliciano, Moqtada Sadr, recuerda a la AFP el oficial iraquí.

El turbulento líder chiita, igualmente rico y armado, es una “espina en el costado de las facciones pro-Irán”. Y su rivalidad es la única razón, aseguran expertos y responsables, por la que Irak no está sujeto a un ejército ideológico basado en el modelo de los Guardianes de la Revolución iraníes.

SWI swissinfo.ch - unidad empresarial de la sociedad suiza de radio y televisión SRG SSR

SWI swissinfo.ch - unidad empresarial de la sociedad suiza de radio y televisión SRG SSR