
Ahdaf Soueif: Si permitimos una riviera en Gaza, será fatal para los DD.HH. en el mundo
Irene Escudero
Madrid, 21 sep (EFE).- La escritora egipcia Ahdaf Soueif llevaba más de 20 años hablando de Palestina pero desde 2023 ya no tiene palabras para lo que sucede en Gaza, y advierte de su impacto mundial: «Si permitimos que se haga una ‘riviera’ en las costas de Gaza, entonces algo muy muy malo le habrá pasado a los derechos humanos en todo el mundo», dice en una entrevista con EFE.
No es que no quiera hablar, sino que no le ve sentido. Empezó a escribir sobre Palestina en el 2000 y fundó en 2008 el Festival de Literatura de Palestina (PalFest).
«Todo esto ha contribuido, pero en este punto, ya no sé… si hay alguien que no está ya persuadido después de los últimos dos años de lo que está sucediendo, entonces no me importa; es imposible y es inútil realmente», dijo
«Nadie puede de buena fe todavía pensar que (Israel) es la única democracia en el Medio Oriente, que es el faro de la civilización», lamenta, con una voz quebrada por el dolor y por la indignación.
Reflexiones sobre la deriva mundial
Soueif (Cairo, 1950) reconoce en Madrid, donde participa invitada por Casa Árabe en el Festival de las Ideas, que ha habido un cambio de la narrativa y la opinión pública hacia Israel y apunta directamente a España, al rechazo a la participación del equipo israelí en la Vuelta a España y la posición frente a Eurovisión.
«Esto es lo que tiene que suceder porque Israel siempre se ha apoyado en la idea de que es parte de Occidente, de la Europa civilizada. Pero, ¿por qué están en Eurovisión? Están en nuestra parte del mundo, en Oriente Medio… ¿cómo es que están en la UEFA, Eurovisión, todo lo demás? Así que cortarlos de todo es un paso muy bienvenido y muy necesario», dice.
Lo que pase en Gaza importa -señala- porque afecta a todo mundo: «Es muy preocupante porque la ley internacional, las instituciones internacionales y las Convenciones de Ginebra se basaban en que la gente aceptara estar obligada por ellas, no en que se hiciera cumplir a través de la violencia».
«Espero que esto no termine creando un mundo donde realmente lo único que importe es cuán mal puedes dañar a tu oponente», lamenta la intelectual.
Los objetos como parte de la historia
Soeuif, que fue durante años fue parte de la junta directiva del Museo Británico, habló en el Festival de las Ideas sobre los objetos y su relación con la historia y la memoria. Pero lo hizo centrándolo en Palestina, pues le es «muy difícil» hablar de cualquier cosa sin que su pensamiento no se vaya ahí: «no puedo hablar de nada más».
«Obviamente lo que le está sucediendo a la gente es lo más importante y lo más terrible. Pero también, creo que como parte de hablar de lo que les está sucediendo, también es importante hablar de lo que le está sucediendo a sus cosas, a sus lugares, porque eso también tiene que ver con su historia y con su narrativa», explica la egipcia.
Los propios palestinos, en medio de la guerra, quieren sobre todo que se cuente sobre su historia, recuerda Soueif, y ellos mismos están trabajando «para preservar, para salvar, para documentar» y para contarla.
Por ejemplo, el Museo Palestino en Birzeit, en la Cisjordania ocupada, sigue montando exposiciones a pesar de que a 3 kilómetros de distancia, en el norte de Ramala, hay incursiones del Ejército israelí y asesinatos.
«Montan exposiciones, exhiben arte e invitan a la gente a usar esto como un medio para hablar de lo que está sucediendo. Así que creo que tenemos permiso de los propios palestinos para hablar de cosas que no sean los asesinatos», dice la egipcia.
¿Quedará algo para contar?
Las exposiciones de los museos, las historias que reconstruyen historiadores y arqueólogos se basan en objetos, en restos de edificios, en tumbas…
A priori, parecería difícil que quede algo por rescatar «cuando miras el paisaje (de Gaza), donde parece que la idea es aplanarlo por completo para que no haya rastro ni siquiera de casas o calles o de nada contemporáneo».
Pero «los objetos también son difíciles de destruir», reconoce la escritora. La Gran Mezquita Omarí de Gaza, construida en el año 1.300, fue bombardeada dos veces, pero aún tiene un trozo de minarete en pie y algunas paredes.
Además, lo importante, subraya la escritora, es quién cuenta la historia y cómo se cuente. Y, sobre todo, seguir contando la historia de los palestinos: «los objetos son instrumentos, herramientas para crear una narrativa, que ahora mismo es una narrativa de sustitución y desplazamiento. Y por eso es importante narrarla». EFE
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