
Apuestas y fútbol, el narco acecha al deporte más popular de Ecuador

Acosado por sicarios y amenazas de amaño de partidos, el fútbol se convirtió en un deporte de alto riesgo en Ecuador. La violencia narco que asola al país se tomó las canchas y deja tres jugadores profesionales asesinados en menos de un mes.
Los festejos por la clasificación de la Tricolor al Mundial de Norteamérica de 2026 ocurren en un contexto agridulce cuando el país registra el peor pico de homicidios de su historia. El rey de los deportes no pudo blindarse del narco envalentonado.
Hace una semana el volante Jonathan González, de 31 años, estaba en su casa del conflictivo puerto de Esmeraldas, en la frontera con Colombia. Hombres en motocicleta le dispararon en la cabeza tras negarse a amañar un partido.
«Speedy», como lo conocían, «era un chico sano y murió por las apuestas», dice a la AFP Oswaldo Batallas, empleado del club 22 de Julio, de la segunda división ecuatoriana, donde jugaba González.
Allegados cuentan bajo reserva que nueve días antes del crimen, mafias vinculadas a las apuestas en línea le pidieron a González que perdiera un partido.
El encuentro terminó empatado a un gol.
«Los apostadores son intermediarios, vienen direccionados de las bandas y te dicen qué partido perder», dice un exfutbolista.
Dos semanas antes del asesinato, asaltantes balearon el carro de González y su madre recibió amenazas por teléfono.
– Apostadores y patrocinadores –
Un informe de la ONU, que incluye a Ecuador, alerta sobre la intromisión del crimen organizado en el fútbol y otros deportes que son usados para lavar dinero y mover ganancias. Anualmente se mueven hasta 1,7 billones de dólares en apuestas ilícitas atribuidas a mafias en el mundo.
«No podemos concebir que las casas de apuestas sean la primera línea de patrocinio de un club», dice Carlos Tenorio, exintegrante de la selección de Ecuador y presidente del gremio de jugadores locales.
En el país, una docena de equipos y la liga profesional de fútbol son auspiciados por empresas de apuestas en línea, una práctica común en Latinoamérica.
Nueve días antes del homicidio de González, los jugadores Maicol Valencia y Leandro Yépez fueron acribillados.
Los deportistas del club Exapromo Costa estaban en un hotel de Manta cuando hombres armados abrieron fuego. Valencia murió en el lugar y Yépez falleció más tarde en el hospital.
Sobre los tres crímenes, la policía dijo a la AFP que están bajo investigación reservada.
No se descarta que sean víctimas colaterales de un país sumido en la violencia, como ocurrió en los peores años del narco en Colombia.
El caso de Andrés Escobar ocupó las portadas del mundo a raíz de su asesinato a tiros en Medellín, días después de anotar un autogol en el Mundial de Estados Unidos 1994, en el que Colombia fue eliminada en primera ronda.
Aunque hubo condenados, nunca se esclarecieron las motivaciones del crimen del defensa cafetero.
– La sombra del narco –
El experto en seguridad Fernando Carrión dice que el fútbol es un cebo para el narcotráfico por ser un deporte tan masivo en Ecuador.
Y las apuestas ilícitas «se convierten en un mecanismo interesante para lavar recursos, porque hay poco control».
Un informe preliminar de la liga ecuatoriana detectó amaños en al menos cinco partidos de la segunda división este año.
Uno de los planteles salpicados es Chacaritas, donde un directivo declaró que le ofrecieron 20.000 dólares por perder un partido.
En 2024 circuló un video escalofriante que muestra a varios jugadores del club tendidos en el suelo mientras son amenazados con pistolas. Según medios locales, las mafias los extorsionaron para perder partidos con apuestas. En 2019, Leandro Yépez jugaba en el Chacaritas.
Según expertos, las mafias apuntan a equipos de segunda división que son presas fáciles por sus bajos salarios. También aseguran que los jugadores que ceden una vez, difícilmente pueden zafarse de las garras criminales.
En 2023, el entonces embajador de Estados Unidos en Quito, Michael Fitzpatrick, aseguró que los narcos usan los clubes para lavar dinero.
– Huir por miedo –
Ante el acecho de las mafias, el presidente del club 22 de Julio salió de Esmeraldas. Ejerce su cargo de manera virtual y desde la clandestinidad.
El exfutbolista chileno Nelson Tapia también huyó de Ecuador por presiones.
«Nunca me vendí ni trancé partidos», dice a la AFP.
Durante una estadía de cinco años, se enfrentó al entonces Fijalan FC, que cambió de nombre a Exapromo Costa.
De acuerdo con Tapia, ese elenco estaba relacionado con el líder de la poderosa banda narco Los Choneros, Adolfo Macías, alias Fito, extraditado a Estados Unidos.
«Hay jugadores muy buenos y quiero sacarlos de allá para que no terminen muertos», agrega Tapia.
Fijalan es el nombre del restaurante de un hermano de Fito, procesado por lavado de activos. En documentos judiciales del caso aparece Exapromo Costa y se sospecha que los hermanos Macías fueron socios del equipo.
Ante la violencia narco en Ecuador, el atacante internacional Enner Valencia, máximo artillero histórico de la Tricolor con 47 goles, dejó ver en 2023 su temor de volver a Emelec de Guayaquil, el club de sus amores.
«Me encantaría ir a Emelec (…) pero no metería a mi familia a Ecuador y no me metería yo a Ecuador ahora», dijo entonces.
Un año antes, Elsy Valencia, hermana de Supermán, fue rescatada por policías tras una semana secuestrada.
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