Bélgica reabre el parque donde se buscaba un caimán, pero pide precaución a los paseantes

Bruselas, 27 jun (EFE).- Una semana después de cerrar un parque en el municipio belga de Oupeye tras el avistamiento de un caimán denunciado por un vecino, las autoridades han vuelto a abrir el recinto al no haberse encontrado rastro del reptil, aunque se pide precaución y se han instalado cebos, trampas y cámaras en la zona.

«Vamos a instalar una veintena de paneles adicionales para informar al público y recordar las medidas de seguridad a observar, así como la posible presencia de una especie exótica no deseada», explicó este viernes el alcalde, Serge Filot, en declaraciones que recoge la radiotelevisión pública RTBF.

El regidor pidió a los vecinos y turistas de esa localidad cercana a Lieja (este) que no se acerquen a las orillas de los estanques, que lleven a los animales de compañía atados y que avisen al Ayuntamiento si detectan algo inusual.

Además, se instalarán jaulas con cámaras y cebos, agregó el alcalde, quien el jueves de la semana pasada informó de que se clausuraba el parque debido a que un transeúnte había alertado sobre la presencia de un caimán «de buen tamaño».

«No se puede descartar de un plumazo la posibilidad de que efectivamente haya un caimán que haya hecho de esta masa de agua su hogar y que pueda sobrevivir allí», declaró entonces al periódico Sudinfo.

Tanto el alcalde como la policía dieron credibilidad al testimonio y recurrieron incluso a un experto en «nuevos animales de compañía», Gaëtan Doppagne, quien intentó encontrar al animal en ese emplazamiento ubicado sobre una antigua instalación industrial donde se obtenía gravilla, el parque Gravière de Brock, con un lago de 600 metros de largo.

El especialista dijo creer que el espécimen debería tener «unos 60 centímetros, así que sería un caimán pequeño» y confirmó que el parque donde fue avistado sería «un paraíso para él» en la época cálida del año porque hay «comida para meses: carpas, patos, roedores nocturnos, ranas…».

Otro asesor técnico de la búsqueda, Michael Robert, explicó a la emisora RTL que no habían tenido éxito en las batidas pese a desplegar abundantes recursos porque «hay tanto espacio que el animal tiene muchas posibilidades para esconderse».

«No es un tiranosaurio. Un animal de un metro no va a comerse a un bañista, pero sus mordeduras duelen. Sus dientes son muy afilados», dijo Doppagne para tranquilizar a la población. EFE

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